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Thomas Niederkrotenthaler, investigador experto en Salud Pública: "Es muy importante publicar más historias de esperanza porque ayudan a prevenir suicidios"

Desde hace casi dos décadas, este profesor de la Universidad de Medicina de Viena está al frente de los principales estudios sobre el impacto en personas vulnerables de la cobertura informativa sobre suicidios. Sigue habiendo riesgo de efecto contagio, pero, a su juicio, ha habido en los medios cambios hacia un periodismo que protege vidas.

Thomas Niederkrotenthaler, investigador experto en Salud Pública: "Es muy importante publicar más historias de esperanza porque  ayudan a prevenir  suicidios"
Actualizado

Thomas Niederkrotenthaler lee los periódicos desde una mirada única, entre la búsqueda de rigor científico y de esperanza. Pasó aquellas primeras páginas de investigación hace ya casi dos décadas cuando comenzó su doctorado sobre Salud Mental y Medicina del Comportamiento en la Universidad de Viena. Él era entonces parlamentario y su mentor le abrió las puertas para conocer el periodismo desde una perspectiva que no imaginaba.

Motivados por la necesidad de reducir el creciente número de suicidios de un concurrido medio de transporte inaugurado en 1978 en la capital austríaca y el grave impacto emocional que causaba cada tragedia personal entre los testigos, Gernot Sonneck lideró entre 1980 y 1996 uno de los principales estudios sobre el efecto imitación que podía provocar en personas vulnerables publicar datos detallados en los medios de comunicación sobre esas muertes.

Su investigación, la primera específica sobre ese método y lugar en concreto, concluyó que el tratamiento informativo estaba relacionado con el aumento del número de fallecimientos por suicidio entre la población. Los datos fueron compartidos con la prensa y se realizó un trabajo de asesoramiento para que los periodistas supiesen qué pautas seguir para evitar ese riesgo.

TESTIMONIOS DE ESPERANZA

"Estas recomendaciones eran bastante breves y simples: no informen sobre el método, ofrezcan recursos de ayuda, no muestren representaciones de suicidio...", explica en una videollamada Niederkrotenthaler, profesor de Salud Pública y desde el pasado mes de enero máximo responsable de la revista Crisis, donde se publica la evidencia científica de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio.

Los periodistas atendieron la demanda de los expertos y el resultado se vio reflejado en las estadísticas con un descenso del número de muertes de más del 80% entre la primera y la segunda mitad de 1987, manteniéndose desde entonces en un nivel bastante bajo.

"En aquel momento ya se sabía que informar sobre el suicidio puede provocar más suicidios, pero no que se podían prevenir muertes. Ese estudio en Viena fue la primera evidencia científica de ello", subraya. En 2006 Sonneck le mostró estos resultados y le lanzó la pregunta que ha marcado su trayectoria: "¿Es esto en lo que quieres trabajar?".

La información puede ayudar a superar una crisis

La pasión y convicción con la que habla de su labor de investigación y la divulga muestra que no hubo un ápice de duda en la respuesta: "Quedé realmente fascinado con el hallazgo porque fue una disminución muy pronunciada y era difícil imaginar que el tratamiento en los medios pudiera tener un impacto tan poderoso. Por eso me interesé en este área. Formé equipo con otros dos compañeros durante tres años y recibimos fondos para investigar qué información específica desencadenan suicidios adicionales o previenen suicidios". Desde entonces Thomas Niederkrotenthaler, de 46 años, ofrece una base científica a los medios de comunicación para comprender la importancia de ser parte activa de la red de protección y conciliar el derecho a la información con la responsabilidad de no causar daño, contribuir a reducir el sufrimiento y ofrecer esperanza.

"El (correcto) tratamiento en los medios puede tener un impacto poderoso en la prevención del suicidio"

"Hay muy poca investigación a nivel global. Y es realmente un trabajo muy significativo porque indica que se pueden prevenir los suicidios por imitación y, aún más, la publicación de determinadas historias previenen los suicidios ya que se ve una disminución. Es un trabajo necesario en todo el mundo por el estigma que existe en torno al suicidio. La información de los medios pueden ayudar a las personas a superar una crisis. Esto es muy importante. Por eso me he dedicado a ello y permanezco desde entonces", explica.

En función de cómo se realice la cobertura, ésta puede inclinar más la balanza hacia la vida o hacia la muerte. Más de un centenar de estudios han certificado en los últimos 50 años la influencia negativa de los medios en la decisión de una persona vulnerable que se debate entre seguir adelante o no atrapada en un intenso sufrimiento psíquico al que no ve en ese momento salida. Esa conducta imitativa se conoce como efecto Werther, término que procede de una novela de Johann Wolfgang von Goethe de 1773 donde describe de forma muy gráfica la muerte de su protagonista y que llegó a ser prohibida en varios países europeos por la sucesión de muertes que trajo consigo la difusión de la obra. Fue acuñado por el sociólogo estadounidense David Philips dos siglos después, en 1974, tras revisar durante 20 años las portadas de The New York Timesy constatar que la publicación de casos concretos de forma detallada llevaba a personas vulnerables a identificarse con la persona fallecida y a seguir sus mismos pasos con consecuencias devastadoras para ella y su entorno.

En estas dos décadas de estudio Niederkrotenthaler, que lidera grupos de investigación sobre prevención de suicidio en la facultad de Medicina de la Universidad de Viena y a nivel europeo, ha observado una clara evolución en el tratamiento informativo. Tiene guardados artículos de la década de los 80 y cuando se los muestra a sus alumnos les resulta "realmente sorprendente" la cobertura de entonces. "Hoy no veríamos nada parecido. Hay una enorme mejora en la calidad. También hemos visto un aumento en las historias que presentan a personas que superan la crisis suicidas. Ese es un avance muy positivo, porque sabemos que esas historias pueden ayudar a prevenir. Se ve una disminución en los suicidios después de la publicación de esa información en los medios, lo que llamamos efecto Papageno". Este término, de consecuencias opuestas al de Werther, nace de la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart de 1791 La Flauta mágica, donde tres niños sostienen al protagonista en su profundo dolor y le ayudan a encontrar alternativas a la muerte.

"Ahora sabemos que también hay un impacto positivo (de la información), no sólo negativo. Realmente ha ayudado la implementación de las directrices y que los periodistas las asuman. Hay informaciones que son realmente útiles y previenen el suicidio como los reportajes sobre personas que han dominado la crisis suicida o sobre cómo afrontar el suicidio", insiste. Esos resultados esperanzadores de sus investigaciones han ayudado al mismo tiempo a la aceptación de las pautas de los medios entre los profesionales.

"Resulta clave cubrir historias de quienes lograron enfrentarse a pensamientos suicidas, lo intentaron y volvieron a sus vidas"

Hoy la prensa austríaca, junto a la australiana, es referente de buenas prácticas pero su ejemplo no se sigue en todo el mundo. "Hay una gran variación. En países asiáticos hay información extremadamente sensacionalistas: métodos, explicaciones (simplistas). También cambia dependiendo del mercado de medios, por ejemplo, si un nuevo medio de comunicación sensacionaliza el suicidio, otros podrían seguirlo. Y también ocurre lo contrario. Lo que hemos aprendido es que si distribuyes esas pautas es muy importante trabajar con tantos medios de comunicación en un área específica como sea posible, porque de lo contrario, un medio diría, bueno, sí, lo entendemos, pero no podemos reducir la cantidad de cobertura sensacionalista porque nuestros competidores hacen exactamente lo mismo".

Pautas para informar de forma adecuada sobre suicidio

  • LO QUE SE DEBE HACER

    --Presentar información exacta acerca de dónde y cómo buscar ayuda
    --Tener mucho cuidado al informar sobre el suicidio de personas famosas.
    --Alfabetizar al público presentando la realidad sobre el suicidio y la prevención con información rigurosa.
    --Tener cuidado al entrevistar a familiares o amistades que estén en duelo, o personas con experiencia directa con el suicidio.
    --Divulgar información acerca de cómo afrontar los factores estresantes de la vida o a los pensamientos suicidas, y de la importancia de buscar ayuda.
  • LO QUE NO SE DEBE HACER

--No publicar el contenido relacionado con un suicidio como tema principal y no realizar una cobertura prolongada
--No describir el método utilizado ni lugar o ubicación.
--No utilizar lenguaje ni contenidos que sean sensacionalistas, idealicen o normalicen el suicidio o que lo presenten como una solución
--No simplificar achacando el suicidio a una sola causa
--No usar fotografías, ni secuencias de video o grabaciones de audio
--No informar acerca de los detalles de las notas de suicidio.


Más información.
OMS: Prevención del suicidio: un recurso para profesionales de los medios de comunicación. Actualización del 2023

OTROS RECURSOS:
Ministerio de Sanidad. Recomendaciones para el tratamiento del suicidio por los medios de comunicación

Guía "En mis zapatos" realizada por las asociaciones La Niña Amarilla, Papageno y AFASIB

Investigación sobre el tratamiento del suicidio en los medios en la Comunidad Valenciana de Unió de Periodistes Valencians y otros materiales de interés para periodistas difundidos por La Niña Amarilla

Este experto austríaco trabaja con los periodistas desde el respeto mutuo y la máxima comprensión hacia la compleja labor informativa: "Es importante resaltar que las directrices no suponen censura, son recomendaciones voluntarias basadas en lo que sabemos sobre los efectos de la cobertura de los medios. Pretenden ser una fuente de información para ayudar a los profesionales a cubrir el suicidio de forma segura. Muchos periodistas no conocen el lado dañino de las informaciones y algunos se muestran realmente sorprendidos de que la información pueda desencadenar un suicidio adicional". Percibe en la mayoría de ellos "mucha apertura para considerar esas directrices" pero aún así, subraya, "es un acto de equilibrio y obviamente no es responsabilidad de un gobierno o de una persona de salud pública decidir sobre ello. Si hay un suicidio de una persona muy conocida, es obvio que siempre serán publicados".

Y en su vocación por formar, aprovecha la entrevista para proponer, por ejemplo, que en esos casos no se haga una cobertura prolongada ("Sabemos que a algunas personas en la audiencia les abruma estar expuestas repetidamente a una historia de suicidio") , que el redactor se centre menos en los detalles del acto suicida y más en la vida de la persona ("¿Cómo contribuyó a la sociedad y/o a la cultura?) y que incluya recursos de ayuda para otras personas que podrían verse afectadas por la muerte de esa persona: "Esto es realmente importante para mitigar el daño".

Dónde pedir ayuda

La mayoría de las muertes por suicidio son prevenibles y evitables. Nunca responden a una sola causa. Detrás de ese intenso sufrimiento y desesperanza se entrelazan múltiples factores de tipo social, biológico y psicológico.

Si usted o alguien de ese entorno necesita apoyo emocional por ideación suicida llame al 024 y en caso de emergencia o riesgo inminente, al 112.

En su libro Hablemos de suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios, el periodista Gabriel González Ortiz subraya que el 99% de los suicidios no deberían convertirse en noticia y concreta tres supuestos en los que podrían serlo y deben extremarse las precauciones para informar: en caso de muerte de celebridades, cuando el desencadenante está relacionado con un problema social y en el caso de que existan consecuencias públicas.

Thomas Niederkrotenthaler cree firmemente en el periodismo como agente de prevención frente al suicidio saliendo de esa crónica de sucesos y centrándose en la esperanza: "En el campo de la prevención del suicidio necesitamos nosotros mucho más a los profesionales de los medios que ellos a nosotros". Es prioritario, detalla, que el redactor o redactora ofrezca en sus crónicas ejemplos de superación en los que una persona que esté pensando en quitarse la vida pueda reflejarse y le ayude a encontrar fórmulas para seguir adelante: "Es extremadamente importante cubrir historias de otras personas que han logrado hacer frente a esos pensamientos suicidas, o que hicieron un intento de suicidio y regresaron a sus vidas o que perdieron a alguien por suicidio y han aprendido a vivir con esa pérdida porque pueden ayudar a otros a desarrollar formas de afrontar la situación por sí mismos. Es importante publicar más historias sobre la esperanza, la recuperación de la crisis, porque eso realmente puede ayudar a prevenir los suicidios".

Para saber más

Las dos caras (dañinas) del estigma

Una de las principales barreras sociales para avanzar en esa dirección es el estigma. El silencio, el miedo y rechazo a hablar sobre los pensamientos de muerte, impide a personas que viven atormentadas por ellos expresarlos y a sus seres queridos conocer su angustia y tener la oportunidad de acompañarlas a buscar ayuda especializada. Dar visibilidad a ese sufrimiento, 'normalizarlo' como una conducta humana, ayudar a la sociedad a comprenderlo y saber cómo afrontarlo son pasos cruciales en los que los medios de comunicación ocupan un lugar prioritario, por su capacidad de transformar la opinión pública con una información sensible y responsable, tal y como promueve el primer Plan de Acción de Prevención de Suicidio a nivel nacional aprobado en España el pasado 14 de febrero.

Manifestación por la prevención de suicidio de 2021 en Madrid.
Manifestación por la prevención de suicidio de 2021 en Madrid.Alberto Di Lolli

"Hay dos maneras de afrontar el estigma, dos formas típicas. Una es no hablar del problema y eso no es lo que recomendamos desde una perspectiva de salud pública porque es muy importante hablar sobre el suicidio y la prevención para ayudar a las personas a comprender que hay un problema y que es posible reconocer la ideación suicida en su entorno y obtener ayuda. Y por otro lado, la otra cara del estigma es ser sensacionalistas con los detalles. Eso refleja también el estigma que rodea el tema del suicidio y lo hace más difícil", reflexiona para finalizar con optimismo. "Lo que es realmente una buena noticia es que la información sobre suicidios representa sólo una pequeña proporción en relación a los temas vinculados con la salud". También lo es la buena disposición que encuentra entre los periodistas para cumplir con pautas específicas. Observa más dificultades cuando se habla de la salud mental en general, donde existe también una dañina "estigmatización", especialmente al vincular "violencia y enfermedad mental".

Thomas Niederkrotenthaler subraya la importancia de cambiar la mirada desde dentro de las redacciones con la autorregulación, con códigos deontológicos y Consejos de Prensa que promuevan esa especial sensibilidad a la hora de abordar temas como el suicidio: "Es mucho mejor que otros periodistas proporcionen las pautas y colaboren en su elaboración y revisión que un experto diciendo a los profesionales de los medios cómo hacer las historias".

Un éxito musical que salvó 245 vidas

Habla pausado en perfecto inglés y sonríe cuando la periodista trae a la conversación una de sus últimas investigaciones sobre el efecto Papageno enfocado en los medios de entretenimiento, no en reportajes, pero que muestra el gran impacto que puede tener una buena comunicación sobre el suicidio. El tema 1-800-273-8255 que el cantante de hip hop Logic lanzó en 2017 es un magnífico ejemplo de ello. Su título correspondía al número de atención telefónica en crisis que existía en aquel momento en EEUU (actualmente es el 988) narraba el sufrimiento de un adolescente con ideación suicida que da el paso de pedir ayuda y darse una segunda oportunidad. El videoclip muestra ese tránsito acompañado del dolor hacia una vida plena. Durante semanas la canción estuvo en el top ten de las listas de Estados Unidos y el cantante lo interpretó en los MTV Music Awards junto a 50 sobrevivientes y en los premios Grammy.

"La canción tuvo mucha exposición pública y era muy buena oportunidad para averiguar cuál había sido el impacto. Hicimos un estudio y descubrimos que había un aumento tremendo de llamadas a la línea de vida, unas 10.000 llamadas adicionales en el mes que más sonó en la radio. Y hubo un descenso en los suicidios. Unos 245 menos de lo esperado para ese periodo. Eso es extremadamente poderoso porque muestra que un mensaje de intervención en crisis y de esperanza y recuperación puede tener un gran impacto en la búsqueda de ayuda. Y, para nosotros en la prevención del suicidio, es una gran lección aprender que tenemos que colaborar con otros sectores, como la industria del entretenimiento, también con las artes creativas, porque esos mensajes realmente llegan a mucha más gente que los típicos mensajes preventivos de expertos académicos".

Thomas Niederkrotenthaler y su equipo trabajan actualmente en dos proyectos de investigación para tratar de descubrir qué información sobre prevención es más "útil". Y útil en este contexto supone aumentar las posibilidades de que una persona se aferre a la vida. La entrega de este investigador es acorde a la responsabilidad inmensa que supone. El ensayo consiste en desarrollar sitios web con mensajes diferenciados para varios perfiles de usuarios: una versión ofrece datos sobre las señales de alerta mientras otra se centra en mensajes de personas que han vivido esas experiencias y cómo han afrontado esos pensamientos y sentimientos suicidas. El segundo estudio explora el potencial preventivo del cine: qué efecto puede tener una película en los pensamientos y sentimientos suicidas entre la audiencia. La compañía hace tres versiones de un suicidio: en uno de ellos el personaje principal se quita la vida, en otra el mismo personaje aparece lidiando con pensamientos suicidas y en la tercera versión recuperándose de pensamientos suicidas pero termina muriendo por causas naturales.

"Tratamos de descubrir qué tipos de historias son más útiles para los diferentes grupos de la población", explica bajo esa idea de que el dolor tiene múltiples rostros y circunstancias únicas. Actualmente dirigen la mirada especialmente hacia dos colectivos vulnerables, los inmigrantes, para descubrir qué mensajes pueden ayudar a su integración, y la comunidad LGBTQ+. "Hemos descubierto que en realidad son las historias sobre cómo abordar la discriminación y el acoso las que pueden tener un impacto positivo en los jóvenes de este colectivo y reducir los pensamientos y sentimientos suicidas".

Cuando su mentor Gernot Sonneck comenzó a investigar sobre la cobertura del suicidio en los medios de comunicación eran los expertos los encargados de orientar a los periodistas sobre cómo podían proceder para no aumentar el riesgo de que una persona se quitara la vida. Hoy son los propios profesionales austríacos de la comunicación, con el apoyo constante de los especialistas sanitarios y personas con experiencia vivida, los que orientan a sus propios compañeros en las redacciones para seguir fortaleciendo esa red que proteja a personas vulnerables y convierta la información en fuente de esperanza y vida. Ese es el camino colectivo que comienza a abrirse ahora en España.

Este reportaje forma parte del proyecto 'Once vidas' impulsado por EL MUNDO para la prevención del suicidio y del que forman parte Rebeca Yanke, Santiago Saiz, Rafael Álvarez y Yaiza Perera.