Hay un nuevo miembro en la familia iPhone y viene con la promesa de ser más asequible. A partir de este viernes, Apple venderá en sus tiendas el iPhone 16e, un teléfono que presume de tener casi el mismo procesador que tienen los iPhone 16 y 16 Pro, una buena pantalla y el primer módem celular desarrollado por Apple, el C1.
Lo hemos podido probar durante la última semana y es un iPhone que cumple con creces lo que se espera de él, pero que también llega con compromisos importantes que harán que la mayoría se plantee gastar un poco más para acceder al iPhone 16.
Aunque la filosofía es algo diferente, viene a ocupar el mismo espacio que hasta ahora tenía el iPhone SE. Es el iPhone más barato del catálogo de la compañía, con un precio que arranca en 709 euros. Pone fin, además, a muchas de las características que sobrevivían más por desinterés que por estrategia.
Su llegada, por ejemplo, acaba oficialmente con el puerto Lightning en la gama iPhone. También con el lector de huellas dactilares TouchID. Es un teléfono de diseño moderno y ligero en la mano, aunque con una muesca o "notch" en la parte superior en lugar de la conocida como isla dinámica, similar al que utilizaban hasta hace poco otros iPhone.
POTENTÍSIMO
Tiene tres cosas que juegan a su favor. La primera es que su pantalla OLED se ve extremadamente bien. Está limitada a 60 hertzios de velocidad de refresco, como en los iPhone 16, pero tiene excelente reproducción de color y un brillo suficiente, menor que el del iPhone 16 y iPhone 16 Pro pero adecuado para la mayoría de casos de uso.
La segunda es que el iPhone 16e tiene el mismo procesador A18 que los iPhone presentados en septiembre. No tan potente en algunos apartados (tiene un núcleo gráfico menos que los A18) pero aún así es bastante más potente que la mayoría de alternativas del mercado a este nivel de precio.
Tal vez más importante es que este procesador lo hace compatible con Apple Intelligence, el conjunto de herramientas de inteligencia artificial que llega esta primavera a España (ya se puede probar en las versiones beta de iOS para desarrolladores).
La tercera es una excelente autonomía. Apple asegura que puede reproducir vídeo durante 26 horas seguidas con una sola carga. El móvil estrena el primer módem para redes de telefonía desarrollado por Apple, el C1, que es más eficiente, y tiene una pantalla menos brillante, lo que explica el salto en autonomía frente al iPhone 16.
No cabe duda de que es el iPhone con mayor batería y a efectos prácticos es perfectamente capaz de aguantar casi dos días entre carga y carga. El módem, 5G, por cierto, funciona muy bien, aunque no es compatible con la tecnología de banda milimétrica, que ofrece velocidades alta de transferencia de datos en algunas regiones. En España la disponibilidad es muy limitada, así que no importa tanto.
SACRIFICIOS
Potencia, autonomía y un precio menor. Perfecto, ¿no? En realidad no. Aunque el 16e es un buen iPhone, viene también con recortes en otras áreas que hacen de él una propuesta compleja.
De entrada, hay sacrificios que cabría esperar. Sólo está disponible en dos colores -blanco y negro- y no tiene el nuevo botón de Control de Cámara que sí está presente en los iPhone 16 y 16 Pro, por ejemplo.
La cámara es también algo peor. Tiene un sólo sensor en la parte trasera. La resolución es de 48 megapíxeles y hace un buen trabajo pero no tiene un sistema de estabilización tan avanzado como la cámara principal de los otros modelos y es algo menos luminoso, complicando la toma de fotografías en condiciones de baja luz.
Tal vez más sorprendente, no es compatible con los nuevos estilos fotográficos que permiten modificar el tono y brillo de una imagen sin perder información, una de las novedades más interesantes en los iPhone anunciados en septiembre. Al tener una sola lente, tampoco es compatible con el modo retrato avanzado que permite segmentar mascotas u objetos y difuminar el fondo. Sólo realiza este modo retrato en personas y con menor detalle.
Y luego hay omisiones realmente extrañas. Es el único iPhone del catálogo, por ejemplo, que no tiene MagSafe, el sistema magnético de carga inalámbrica. Se puede cargar de forma inalámbrica, pero a baja potencia y no se adhiere a muchos accesorios de carga, lo cual puede ser una pequeña molestia. En mi caso, por ejemplo, utilizo un soporte Magsafe para cargar el iPhone por la noche en la mesilla de noche y para llevarlo en el salpicadero del coche.
Con el 16e, he tenido que buscar alternativas. Algunos fabricantes de fundas venden modelos con imanes que hacen el teléfono compatible con soportes MagSafe, pero las fundas de silicona de Apple no lo son.
Tampoco tiene soporte para los estándares de radio Ultrawide Band o Threads, que facilitan algunas de las interacciones con otros dispositivos de la compañía, como los HomePod Mini. Son aplicaciones no muy importantes y hay siempre formas alternativas de realizar las funciones que habilitan pero Apple los presenta a menudo como parte de su visión para el futuro del hogar y sus dispositivos.
Estas omisiones hacen del iPhone 16e una ecuación difícil de resolver. Es un buen iPhone y da gusto ver lo mucho que dura su batería, pero con un precio de 709 euros, no está muy lejos de lo que cuesta hoy un iPhone 16, sobre todo reacondicionado o con ofertas puntuales en Amazon. Para muchos, gastar un poco más a cambio de las funciones adicionales y, sobre todo, una cámara más versátil sin duda va a compensar.
Si lo que se trata es de buscar el iPhone más barato, el iPhone 16e cumple. No es tan barato como era el SE pero permite existir en el ecosistema de Apple ahorrando algo de dinero. El avanzado procesador y soporte para Apple Intelligence lo protegen de una obsolescencia temprana y su mayor pecado es que el iPhone 16 está demasiado cerca en precio y por tanto resulta muy tentador. Apple, creo, lo sabe, y es parte del juego al que juega con este modelo.