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El presidente de Intel, Pat Gelsinger, deja su cargo tras tres años al frente

El fabricante de chips sigue buscando una estrategia de futuro que le permita afrontar los cambios que se están produciendo en el mundo de los semiconductores

Pat Gelsinger entró a trabajar en Intel con sólo 18 años.
Pat Gelsinger entró a trabajar en Intel con sólo 18 años.E. M.
Actualizado

Pat Gelsinger ascendió a la presidencia de Intel hace tres años con una misión increíblemente compleja: adaptar la empresa que ha sido el corazón de la informática durante las últimas tres décadas a un escenario en el que sus chips no sólo tienen nueva competencia sino que además han pasado a ser una piezas en un cambiante escenario geopolítico.

Parecía la persona idónea para hacerlo. Ingeniero veterano de la empresa en la que entró a trabajar con sólo 18 años, su nombre ha estado asociado a algunos de los productos más exitosos del fabricante, como el procesador 80486, común en muchos PC domésticos de la década de los 90.

Su plan, previsto para cinco años, incluía cuantiosas inversiones en nuevas plantas de fabricación de chips en Estados Unidos y Europa para convertirse en una alternativa realista a otras fundiciones como TSMC o Samsung, aprovechar el aumento de demanda que ha llegado con la inteligencia artificial (y que ha beneficiado sobre todo a rivales como Nvidia) y tratar de recuperar el liderazgo tecnológico en chips para ordenadores domésticos. Aunque la mayoría de PC a la venta sigue usando sus procesadores, la industria ha comenzado en los últimos años a apostar por procesadores fabricados con una arquitectura diferente y más eficiente, similar a la que usan los teléfonos inteligentes.

No podrá ver los resultados de su plan y no está claro que esta transformación vaya a producirse según las guías trazadas. Hoy, en un anuncio que ha sorprendido a toda la industria, la compañía ha anunciado que se retira del cargo y que abandonará también el consejo de dirección de la empresa. "Liderar a Intel ha sido el honor de mi vida: este grupo de personas se encuentra entre los mejores y más brillantes del negocio, y me siento honrado de llamar a todos y cada uno colegas", ha comentado Gelsinger.

Mientras el consejo busca un nuevo presidente, dos personas quedarán al frente: David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus. Zinsner es el actual responsable financiero y Holthaus la que hasta hoy era responsable de procesadores para equipos domésticos de la empresa y que ahora tiene el control de toda la división de hardware.

Gelsinger deja un legado turbulento. La gran apuesta de su estrategia es el proceso de fabricación 18A, un nuevo sistema de fabricación de chips o "nodo" con el que Intel esperaba conseguir contratos de fabricación para grandes empresas, como Apple y Qualcomm, que hasta ahora han apostado por las fabricas de la compañía taiwanesa TSMC para crear los chips que incluyen en sus productos. Numerosos retrasos y problemas de eficiencia, sin embargo, han obligado a la empresa a retrasar la fabricación en volumen de chips diseñados en este nuevo nodo hasta 2026.

Gelsinger también enfureció a TSMC, que ahora fabrica algunos de los chips de Intel, al señalar la compleja situación geopolítica en la que se encuentra debido a la presión de China sobre Taiwan. Tras las declaraciones, TSMC eliminó algunas de las condiciones favorables y descuentos que aplicaba a Intel, recortando los márgenes operativos de la empresa.

Estos problemas han supuesto un duro golpe para la compañía, que ha perdido una tercera parte de su facturación desde que Gelsinger tomó las riendas.