Por motivos de trabajo, viajo con bastante frecuencia y a lo largo de los años he desarrollado una estrategia muy particular sobre los productos de electrónica e informática tienen derecho a estar en mi bolsa de viaje.
Soy exigente. Despiadado, incluso. Gracias a la unificación de dispositivos en torno al estándar USB-C y la llegada de nuevas tecnologías, como los cargadores GaN, he conseguido que la bolsa repleta de cables y cargadores con la que solía viajar siempre quede reducida a la mínima expresión, apenas un par de cables y un ligerísimo adaptador de corriente con varias tomas que cabe en cualquier parte.
Durante las últimas semanas, sin embargo, he hecho algo que me habría horrorizado hace sólo un par de meses. He añadido a la bolsa un nuevo accesorio bastante grande y de casi 600 gramos de peso. Lo noto cada vez que me cuelgo la bolsa al hombro pero también lo agradezco. Es el Anker Laptop Power Bank y es una batería externa que, simplemente, lo tiene todo.
Fue uno de los anuncios estrella de Anker durante la feria CES de Las Vegas y llamó mi atención enseguida. Es una batería de 25.000 mAh de capacidad que es capaz de cargar dispositivos con hasta 165W de potencia combinada. Puede, por tanto, alimentar un ordenador portátil sin problemas, incluso un MacBook Pro, ya que cada una de las tres conexiones USB-C integradas puede llegar a ofrecer 100W.
Aquí conviene aclarar que la batería tiene cuatro conexiones. Tres USB-C y un puerto USB-A. Dos de las conexiones USB-C tienen ya incluido el cable de conexión. Uno, en la parte superior, es retráctil y de medio metro. El otro, cuando no se usa para cargar, funciona como una práctica asa de transporte y tiene una longitud de 30 centímetros. Eso deja sólo un puerto USB-C convencional junto a la conexión USB-A, pero encuentro los cables USB-C integrados no sólo cómodos sino uno de los mejores aciertos del dispositivo.
Mi única duda es la durabilidad del cable retráctil a largo plazo, de la que evidentemente no puedo hablar con confianza porque sólo lo he probado unas semanas. Anker asegura que puede soportar más de 20.000 extensiones.
Según las conexiones que se necesiten, Anker Laptop Power Bank puede ofrecer diferentes perfiles de carga. Una única conexión, como hemos dicho antes, puede ofrecer hasta 100W. Dos dispositivos USB-C conectados pueden "beber" hasta 165W (100W en una conexión y 65W en la otra) y tres o cuatro conectados, en caso, de necesitarlo, se repartirían esos 65W, dejando siempre una conexión a 100W para un portátil, por ejemplo. Conviene resaltar que bajo el estándar PD, son los propios dispositivos los que negocian cuánta energía necesitan, así que los resultados pueden variar. Mi portátil muchas veces se contenta con apenas 30W, por ejemplo.
Si resulta confuso, la batería incluye una pantalla que en todo momento muestra qué salidas están activas y a cuantos vatios de potencia. la pantalla también muestra la temperatura interna y el estado de salud de la batería, que está certificada para usar en cabinas de avión.
El otro grana cierto: cualquiera de los puertos USB-C es capaz de cargar la batería interna también a 100W de potencia. Esto quiere decir que cargar por completo desde 0 esta batería lleva sólo una hora y media (puede parecer mucho, pero hablamos de 25.0000 mAh) y darle un 30%, apenas 20 minutos.
Para quienes buscan una batería externa para cargar ocasionalmente el móvil, un modelo mas pequeño y ligero posiblemente sea mejor inversión, pero para quienes viajan o pasan tiempo lejos de la red eléctrica y se encuentran a menudo buscando desesperadamente un enchufe donde contactar un portátil una tableta o un teléfono (o los tres a la vez) es difícil encontrar una mejor opción. Su precio oficial es de 99 euros, pero es fácil encontrarlo rebajado en Amazon o la propia web de Anker. En el momento de escribir este artículo puede comprarse por unos 76 euros.