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La trágica muerte de Jana en La Promesa contada por quien 'la mató': "Es una decisión que tomamos hace seis meses"

La muerte ha llegado a La Promesa, la muerte que nadie quería, la muerte que ha desgarrado a la familia Luján, al servicio del palacio y que ha llevado a la cárcel a la marquesa, la mala malísima de la serie. Detrás del trágico final de Jana hay un hombre, Josep Císter. EL MUNDO ha podido hablar con él minutos después del capítulo que lo va a cambiar todo

La Promesa
Jana, en su lecho de muerte junto a Manuel en La Promesa.RTVE
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"Dios no se la va a llevar. Eso te lo garantizo yo", clamaba María Fernández, la gran amiga de Jana en La Promesa, minutos antes de que la serie confirmase la muerte de su protagonista. No, Dios no se la llevó, se la llevó la mente que anoche hizo que los llamados promeser, los incansables fans de La Promesa, se llevasen las manos a la cabeza. Su nombre Josep Císter, el hombre que ha convertido a la serie de La 1 en un fenómeno de masas y que explica en exclusiva a EL MUNDO cómo y por qué se gestó la trágica muerte de Jana, la protagonista -hasta anoche- de La Promesa.

"Para mí el impacto no vino al escribir la muerte de Jana, el impacto fue cuando me senté y ya no tenía que escribir sobre su personaje", nos relata. Císter comenzó a escribir el episodio de anoche hace muchos meses, pues las series diarias "se cuecen a fuego lento". "Es una decisión que tomamos seis meses antes. La realidad, además de que las tramas se agotan y los actores también, es que nos planteamos que se acercaba su final. Mi cabeza lo ha imaginado siempre, porque siempre me pongo en el peor de los escenarios", asegura.

"Recuerdo que al verlo yo mismo decía, "¡qué salvajada!", y mis compañeros me contestaban, "pero si lo has escrito tú""

Josep Císter, creador de La Promesa

Él, el creador de la serie, el culpable de que cientos de espectadores disfruten y sufran cada tarde con el marquesado de Luján, siempre tuvo claro que este final lo tenía que escribir él. Dice que le salió de manera muy natural y fluida, que lo escribió hace tres meses y que su mente lo apartó hasta que llegó el día del rodaje. Aquel día, todo lo visto en el capítulo de anoche, le vino encima: la muerte de Jana, la detención de la marquesa, la despedida de Manuel de Cruz de Luján, su madre. "Recuerdo que al verlo yo mismo decía, "¡qué salvajada!", y mis compañeros me contestaban, "pero si lo has escrito tú"".

En una serie diaria, las muertes y tragedias están a la orden del día. No es fácil crear tramas constantes para seguir saciando el interés de los espectadores. Josép Císter es experto en esas lides. Sin embargo, cuando una serie se convierte en un éxito como le ha ocurrido a La Promesa, matar a la protagonista, es un riesgo que hay que saber hacer y llevar. Por eso Císter y el equipo de Bambú Producciones, la productora detrás de la serie de La 1 han ido allanando el terreno. Hace una semana, Jana recibió un disparo de alguien de palacio. Durante varios días los espectadores han sido testigos de la agonía de la protagonista y del sufrimiento de sus seres queridos. Y, anoche, Jana murió entre los brazos de su Manuel. No podía ser de otra manera.

¿Cómo se construye la muerte de la protagonista y cómo se sale después? "Es bastante impactante", confiesa Císter. "Yo soy también espectador de la serie y yo también la vivo", añade. Lo más duro fue, sin duda el rodaje. Josep Císter también quiso estar presente, junto al director, tanto en el capítulo del disparo como en el de la muerte de Jana. Císter necesitaba estar con ellos para que "toda la pasión y toda la fuerza la entendieran". "Hubo secuencias muy complicadas para Curro, Manuel, María", afirma y recuerda la secuencia de Curro con Cruz, la de Petra con la marquesa o la de la despedida de Manuel a su madre antes de llevarla presa acusada de la muerte de Jana. "Me parece que es lo más heavy que un hijo le puede decir una madre. Es que yo escribo mucho sin medida", confiesa. Josep Císter sería incapaz de escribir sin pasión.

"En la escena final de Ana Garcés (Jana) yo no lloraba por Jana, lloraba por Ana"

Los promesers están hoy de luto, el mismo duelo por el que tuvo que pasar Císter hace tres meses. "En la escena final de Ana Garcés (Jana) yo no lloraba por Jana, lloraba por Ana", nos dice muy emocionado. Están enfadados, rabiosos, tienen miedo, como Curro ante la muerte de su hermana. Se ha muerto, probablemente, junto a Manuel y Curro, uno de los personajes más queridos de la serie. "Jana yo estoy muy enfadado porque te han arrebatado muy pronto, enfadado por no poder ver crecer a mi sobrino y porque Manuel se queda solo. Y estoy rabioso porque siempre pagan los mismos, porque a las personas buenas no deberían pasarle cosas malas". Lo dice Curro, pero es lo que anoche estaba escrito en la cabeza de muchos de los seguidores de La Promesa.

Por eso y porque Císter sabe perfectamente que a los protagonistas, a los personajes que encandilan al público hay que darles una muerte como se merece, el capítulo de anoche fue un homenaje a Jana, convirtiendo a cada uno de los personajes en uno de los seguidores de la serie. Es decir, la despedida de Curro, de María, de Pía, de Candela, de Lope, de Simona, de Rómulo, del propio Manuel, incluso el de la tan odiada Petra, fue la despedida de cada uno de los espectadores que desde hace tres años viven La Promesa como un elemento imprescindible en sus vidas. La idea de Císter era clara: el cuerpo de Jana rodeado de velas, en la sala del servicio y cada uno despidiéndose recordando los valores que supuso Jana para La Promesa.

La Promesa
Cruz de Luján ruega no ser detenida por la muerte de Jana en La Promesa.RTVE

"Todos conocíamos a Jana Expósito. No quiero que la única voz que se escuche sea la mía. Que todo el mundo se exprese (...) Ella no era amiga de las lisonjas y halagos, pero lo entenderá". Con esta frase, frente al cadáver de Jana, en la zona de servicio, como ella hubiese querido porque, pese a su boda con Manuel, ella siempre sería del servicio, comenzó una despedida que sólo la mente de Josep Císter podía crear. "Era mi amiga e hizo del amor por los demás su bandera"; "Era mi amiga y me gustaría ser la mitad de valiente que fue ella"; "Era mi amiga y a ella le debo nada menos que estar viva"; "Era mi amiga y mi confidente"; "Era mi hermana y doy gracias a Dios por haberla puesto en mi camino para hacerme mejor"; "Jana es mi corazón, el amor de mi vida (...) Desde el primer día que la vi supe que cambiaría mi vida para siempre". Todo esto fue Jana para La Promesa. El personaje de Ana Garcés era el corazón de la serie, el pulso de cada uno de los personajes, en definitiva, la protagonista.

Y aunque Josep Císter se ha encargado de que La Promesa sea un ente en sí mismo, formado por todos los personajes y todas sus tramas, la muerte de una protagonista siempre es un golpe del que hay que saber reponerse. Y Císter ha sabido hacerlo, pues en la misma noche en la que el público vivió la tragedia de la muerte de Jana, surgieron nuevas ramificaciones, nuevas historias, nuevos enlaces y desenlaces que hacen que de una muerte en La Promesa surja más vida que nunca.

"Va a haber momentos sorprendentes para los espectadores. La serie va a mantener el interés porque de los finales felices una serie no vive.

"La Promesa viene ahora con más sorpresas que nunca y con dos vertientes de la historia muy importantes", promete Císter. Se trata de cómo Manuel afronta la muerte de su esposa y el papel de Curro "que se adentrará en una investigación muy peligrosa". "Va a haber momentos sorprendentes para los espectadores. La serie va a mantener el interés porque de los finales felices una serie no vive. Necesitas repulsar las historias. La muerte de Jana lo único que hace es remotorizar la serie", añade. ¿Y la marquesa? ¿Qué va a ser de la marquesa? "Ya se verá. Que estén atentos porque la marquesa va a dar mucho juego".

La Promesa ha cambiado el concepto de una serie diaria, ha devuelto esa ansiedad que se vivía con las telenovelas de los años 90. Tiene todos los elementos: amor, drama, odio, tragedia, envidias, celos, maldad, corazón, desgracia, venganza, muerte... El Emmy a la Mejor Telenovela que ganó hace unos meses es la muestra de ello. La clave no es otra que crear pensando en quien lo va a ver. Es un leit motiv que en Bambú Producciones sostiene a todas sus creaciones. Si gusta al amigo, a la madre, a la hija o al conocido, es que van por el buen camino. Es su termómetro, el que usa Císter cuando se sienta en su casa a altas horas de la noche y hasta la madrugada y se pone a escribir. La muerte de Jana la escribió como siempre hace, con mucha previsión y dejando que toda esa pasión que hay en su mente salga como un torrente. No sabe escribir de otra manera, ni tampoco quiere.

Porque a la vez que Císter escribía la muerte de Jana en su cabeza ya estaba escrito a falta de plasmarlo sobre el papel lo que iba a venir después. Con una muerte así, tan impactante, el creador no podía bajar el listón. Y por ello ha utilizado la muerte de Jana para abrir nuevas vías en la serie. "Eres cualquier cosa menos inocente", es la frase que abre un nuevo mundo a La Promesa. La pronuncia Curro, el hermano de Jana, y se la suelta a Cruz de Luján, la marquesa, la mala que todo telenovela tiene que tener porque sino no sería una telenovela. "Es hora de que pague por la muerte de Tomás de Luján (...) Inocente era Dolores, mi madre; inocente era Tomás; inocente era mi hermana y ahora está muerta. Sólo era culpable de dos cosas: amar a su familia y amar a Manuel. ¿Es un pecado amar?".

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Las últimas palabras de Curro a la marquesa de La Promesa.RTVE

Un botón en la mano de Jana cuando Manuel la encontró con un disparo en el abdomen y un arma colocada en una maceta son las pruebas que señalan a la marquesa como la asesina de Jana. Pero... pero en La Promesa nada es lo que parece. Pese al odio de Manuel, de Catalina, del propio marqués hacia Cruz de Luján, su madre y esposa, es mucha la rabia que la marquesa ha plantado. Ha llegado el momento de recoger esa siembra. Cruz de Luján ha sido detenida y enviada a la cárcel, pero mala hierba nunca muere. "Te arrepentirás de no haberme creído", le espeta al marqués antes de que el furgón de las autoridades se la lleven al calabozo. Sí, Cruz de Luján es al fin detenida, pero no es la culpable. "Alguien mató a Jana e inculpó a Cruz. El asesino de mi hermana sigue libre en La Promesa". Curro lo sabe y ahora quienes quieren saberlo son los promesers. Ahí está el arte de Císter. Sí, Jana a muerto, pero es un nuevo comienzo.

Como dijo anoche Leocadia, "las cosas se van a poner muy feas en La Promesa".