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No es el típico crucero pensado para agradar a las mayorías con cenas de lentejuelas con el capitán, fiestas haciendo la conga todos juntos vestidos de blanco y excursiones masivas en autocar. En éste la exclusividad señala la pauta. De ahí que en Explora I, el primer barco de la marca de estilo de vida de lujo Explora Journeys, perteneciente al grupo MSC, con sede en Ginebra, haya 1,25 anfitriones (que no empleados al uso) por cada huésped (nada de decir cruceristas) y 10.240 metros cuadrados de espacios privados (18,4 por persona), lo que garantiza una atención totalmente personalizada y a medida a las 900 personas que aloja como máximo. Y eso que hueco hay de sobra, ya que tiene 14 cubiertas y mide 248 metros de eslora, 32 de manga y 56 de altura.
Tampoco se habla de camarotes, sino de suites, ya que es la única tipología de habitación. Y todas con vistas al mar. Algo que no se estila en la mayor parte de las navieras. Igualmente, no hay muchas con una galería de arte en toda regla a bordo con una colección de grabados de serigrafías y litografías en edición limitada de Andy Warhol y Roy Lichtenstein, así como un original acrílico y serigrafía sobre lienzo del primero.
El bufé existe, sí, pero te preparan todo lo que eliges delante de ti al momento (de los gofres de masa madre del desayuno al solomillo Wellington del almuerzo o la pizza artesanal de la cena; está abierto todo el día) y te lo llevan a la mesa. ¿Más diferencias de este cinco estrellas de los océanos? Su restaurante Anthology, que ofrece un menú itinerante firmado siempre por un chef con estrella Michelin, y la primera tienda de la firma Rolex en alta mar. Le acompañan otras del sector del lujo como Cartier, Panerai y Piaget.
Son algunas de las señas de identidad de los barcos de Explora Journeys (el Explora I ya cuenta con un hermano gemelo, el II; en 2026 llegará el III y la idea es que en 2028 la compañía tenga un total de seis). Y todo, desde que la naviera comenzara su andadura en el verano de 2023 con el objetivo de "cambiar las reglas del juego", en palabras de Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de la división de Cruceros del Grupo MSC, perteneciente a la familia Aponte, con origen en Sorrento (Italia) y vinculada a la tradición marítima desde hace 300 años.
Su idea es redefinir la esencia del lujo en el mar, como explica Vago. "Atraemos a un grupo más amplio de viajeros que ya han experimentado los mejores resorts en tierra y buscan más valor y más autenticidad", añade. Todas las naves apuestan, además, por la sostenibilidad, con últimas tecnologías respetuosas con el medioambiente, el uso de energías alternativas o la no utilización de plásticos de un solo uso a bordo.
Con cada nave Explora Journeys busca lograr el llamado ocean state of mind (o estado mental oceánico), que conecta a los huéspedes "con el mar, con ellos mismos y con otros viajeros de ideas afines mientras disfrutan de experiencias e itinerarios diferentes, con puertos menos transitados", en palabras de la presidenta de Explora Journeys, Anna Nash.
La base de la hostelería suiza es otro de los pilares sobre el que se apoya la marca, basada en el lujo, la flexibilidad (adiós a los horarios rígidos y a los turnos de comidas que suelen marcar el día a día de las navieras; aquí cada cual determina su agenda), la comodidad (el concepto de todo incluido facilita la experiencia) y la privacidad. La idea es sentirse como si estuvieras "en tu propio yate privado".
Todo esto se advierte nada más poner un pie en el Explora I, con su diseño cosmopolita europeo al estilo de un hotel boutique de lujo. Se advierte en el hall, donde cada tarde se escucha el piano, en los lounges para degustar tranquilamente un cóctel de autor, el teatro con espectáculos de música en vivo... Y sobre todo en las 461 suites, que siguen la pauta de un elegante "hogar en el mar". La superficie media es de 42 metros cuadrados, pero las hay de hasta 280, con sala de estar, comedor para ocho personas, salón, dormitorio y terraza panorámica con bañera de hidromasaje, mesa para comer y tumbonas.
Quien quiera salir de ellas (cuesta, ¿eh?) tiene a su disposición 16.000 m2 de zonas comunes, 6.250 de ellos al aire libre, en los que se distribuyen tres piscinas exteriores y una cubierta con techo de cristal retráctil, además de 64 camas balinesas y diferentes jacuzzis que miran directamente al mar.
Faltaría el Ocean Wellness, el centro de inspiración marina de casi 1.000 m2 dedicado a a la salud física y mental dividido en cuatro áreas: spa (su masaje facial Time Revercell de 60 minutos hace sentirse rejuvenecido al instante), belleza (con peluquería, servicio de pedicura, barbería...), bienestar (con programas de cura de sueño o nutrición, clases de yoga...) y fitness (y posibilidad de entrenador personal).
Tocaría hablar del apartado gastronómico, con 12 bares y salones (interiores y exteriores) y seis restaurantes. Entre estos últimos, además del ya citado bufé al estilo mediterráneo, se puede elegir entre cocina francesa (Fil Rouge; ojo a su tataki de atún con tarta crujiente de tomate y aceitunas, verduras y pimienta blanca de vainilla), japonesa (Sakura), especializada en carnes (Marble & Co. Grill)...
Sin olvidar la actividad inmersiva del Chef Kitchen, que actúa como comedor privado o una clase de cocina para un máximo de 12 comensales en la que conocen la historia de cada plato mirando al mar. Un somelier aconseja en todos los casos los mejores vinos para el maridaje, con referencias españolas, australianas, francesas, italianas... Luego estarían la heladería (los de café y pistacho crean adicción) y la crepería artesanales.
De todo esto se puede disfrutar esta misma Navidad teniendo como fondo el Caribe, ya que es la próxima travesía del Explora I arranca el 23 de diciembre en Miami con una duración de 16 días y 15 noches con vuelta al mismo puerto el 7 de enero. Antes, pasará por Aruba, Puerto Rico, Anguila, República Dominicana, Santa Lucía, Barbados, Granada, Bonaire y Curaçao. Quienes prefieran acortar este paradisiaco viaje por las Antillas pueden desembarcar en Bridgetown (Barbados), por lo que la duración sería de ocho días y siete noches (hasta el 30 de diciembre). El espíritu festivo inunda ambos recorridos con villancicos y actuación de coros en vivo a bordo, encuentros con Papá Noel para los más pequeños (también son bienvenidos a bordo, contando incluso con un club infantil y juvenil, Nautilus Club, meriendas con dulces típicos de estas fechas y sesión de película navideña con palomitas y refrigerios.
Pero pensemos más allá y en los itinerarios que esperan, ya que es posible combinar la anterior travesía con una inmersión en el mundo maya mexicano, visitando la maravilla de Chichén Itzá desde el puerto de El Progreso y buceando en la isla de Cozumel, uno de los mejores lugares del mundo para practicar este deporte. Es una de las opciones disponibles en los próximos meses, mientras que a finales de marzo se amplía la propuesta con Honduras y Belice, con paradas en la isla de Roatán, el yacimiento arqueológico de Quirigua, Patrimonio de la Unesco, o el de Xunantunich, en la frontera con Guatemala. Cuesta decidirse, lo sabemos. Habrá que ir marcando la agenda...
Más información: En la web de explorajourneys.com
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