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Viaje al centro del corazón femenino de Lladró. Cómo dos mujeres cambiaron el rumbo de una empresa anclada en el pasado

La mítica firma, con un 60% de mujeres en plantilla y una facturación de más de 45 millones, ha revolucionado la empresa y el producto de la mano de una CEO, Ana Rodríguez y a una directora creativa y de Diseño, Nieves Contreras, con una visión rompedora de qué es posible hacer con porcelana.

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De izquierda a aderecha, Paula Martí (decoradora), Carolina Gimeno (ornamentadora), Nieves Contreras (directora de Creatividad y Diseño), Isabel Crespo (técnico de Iluminación), Ainhoa Guillén (diseñadora) y Ana Rodríguez (CEO).
De izquierda a aderecha, Paula Martí (decoradora), Carolina Gimeno (ornamentadora), Nieves Contreras (directora de Creatividad y Diseño), Isabel Crespo (técnico de Iluminación), Ainhoa Guillén (diseñadora) y Ana Rodríguez (CEO).FOTO: DAVID GONZÁLEZ

En el centro de la larga, luminosa, impoluta nave, tras una de las grandes mesas de trabajo que, transversales a la pared y hasta el fondo, llenan el espacio, una mujer joven elabora con pasta de porcelana oscura pétalos diminutos. Una por una, con los dedos y ayudándose de una espátula, las minúsculas láminas se unen a otras hasta formar florecitas que después se insertan en una figura en forma de calavera. La pieza, cuyas flores adquirirán distintos tonos de azul tras pasar por el horno, se titula Life Is Flower y su diseño original es fruto de una colaboración de Lladró con el diseñador japonésYasumichi Morita. Una vez puesta en el mercado costará 5.750 euros.

El objeto decorativo resulta una referencia paradójica al tempus fugit tan en boga en el barroco. Lo que en aquellas calaveras sombrías sobre la mesa del santo de turno servía para tener siempre presente cómo el vuelo veloz del tiempo nos aboca inexorablemente a la muerte, en estos cráneos cuajados de brillantes flores azules es una oda a la vida que siempre gana la batalla. En Lladró, donde cada labor, como estos más de cien ¿jazmines? de porcelana para una sola calavera, implica horas y horas de trabajo, ese tiempo se ralentiza al ritmo que reclama la porcelana y su camino desde el molde hasta el horno, que puede ser muy largo.

'Life Is Flower', una pieza fruto de la colaboración con el diseñador japonés Yasumichi Morita. Cuesta 5.750 euros.
'Life Is Flower', una pieza fruto de la colaboración con el diseñador japonés Yasumichi Morita. Cuesta 5.750 euros.FOTO: LLADRÓ

Sólo mujeres en Producción

En la línea de producción que estamos recorriendo sólo hay mujeres (en Lladró trabajan 287, y 194 hombres): la que monta las figuras, ensamblando con precisión y paciencia infinita las distintas partes que salen de los moldes (cada figura es la suma de múltiples partes, de cinco a 200, cuanto más compleja, más partes), con porcelana líquida; la que colorea las figuras; la especializada en flores, la que sólo se dedica a hacer caras... «Tenemos un acuerdo con la Escuela de Cerámica de Manises [el curso Artesanía e Innovación en Lladró: Especialización en Técnicas de Fabricación en Porcelana, que abre una vía a la incorporación de nuevo personal a la empresa]- y prácticamente el cien por cien del alumnado es femenino», explica Nieves Contreras, directora creativa y de Diseño de la marca desde 2020.

-¿Eso se debe a prejuicios masculinos o realmente a las mujeres nos interesa más este tipo de artesanía?

-Yo creo que intuitivamente es algo más femenino, por el tema de la delicadeza, el tiempo, la paciencia, que son características que solemos desarrollar más las mujeres que los hombres.

-¿Quiere decir que nadie te va a meter prisa para acabar una flor?

-Claro, porque si empiezan a meterte prisa y te estresas... te va a salir mal. Para esto necesitas mucha concentración, paciencia y destreza.

Cuando Lladró se instaló en los terrenos que hoy ocupa en Tabernes Blanques, en 1958, y en las décadas posteriores, cuando vivió su edad de oro lo que los propietarios llamaron pomposamente su ciudad de la porcelana, era casi condición sine qua non para entrar a trabajar en la fábrica ser mujer. En la piscina, frente al edificio que hoy ocupa la empresa, y que todavía sigue ahí (aunque abandonada; los terrenos donde se encuentra siguen siendo propiedad de la familia fundadora), las empleadas podían darse un chapuzón en los meses de calor. También tenían beneficios sociales de los que hoy escasean, clases de cocina, pintura e incluso de preparación al parto. Eran los tiempos en que las grandes empresas que se presumían modernas promocionaban el vínculo entre los trabajadores desde una perspectiva paternalista, sí, pero que lograba su objetivo de fidelizar al empleado para siempre, algo especialmente importante para una fábrica de porcelana, incluso hoy. «Aquí se incorpora gente y hasta que es realmente operativa pueden pasar seis, ocho meses, hasta que pueden empezar a realizar labores sencillas, que poco a poco se irán perfeccionando», explica Nieves Contreras.

Lámpara de la serie 'Seasons'. Las luminarias son una de las grandes apuestas de Lladró de cara al futuro. Muchas son de edición limitada.
Lámpara de la serie 'Seasons'. Las luminarias son una de las grandes apuestas de Lladró de cara al futuro. Muchas son de edición limitada.FOTO: LLADRÓ

Los artistas se alían con Lladró

Ella, con una larga trayectoria previa a Lladró en el mundo del diseño, es responsable en gran medida de uno de los cambios más trascendentales que ha vivido la empresa en décadas, la decidida reorientación de la firma hacia piezas realizadas en colaboración con grandes del diseño y el arte actuales -muy especialmente con Jaime Hayon, con quien han trabajado en muchas ocasiones, pero también con nombres como Javier Calleja, Naoto Fukasawa, Clare Page, Harry Richardson, Antonio Segura (Dulk)...-, que ha dado un vuelco y puesto en el presente la imagen de la empresa. «Fue un desafío: coger una marca tan potente, con una trayectoria tan larga y tanto saber hacer y ver cómo llevarla hacia ámbitos más contemporáneos», explica. Ímproba labor, no tanto desde el punto de vista creativo -«los equipos creativos, en general, están formados por gente muy abierta al cambio y son motores de innovación, así que aquí dentro la propuesta fue muy bien acogida»- sino, sobre todo, desde el del márketing. Cambiar la pétrea percepción que el consumidor -especialmente el español, me aclaran durante las entrevistas realizadas para este reportaje- tiene de Lladró (muy anclada aún en esas figuras estilizadas e indiscutiblemente cursis de porcelana blanca, rosa, gris y azul apagados) no es cualquier cosa.

'Soul Rider', escultura de porcelana que representa al personaje central del universo pictórico del artista español Dulk. De la colección 'Ephemeral Treasures'. Precio: 1.500 euros..
'Soul Rider', escultura de porcelana que representa al personaje central del universo pictórico del artista español Dulk. De la colección 'Ephemeral Treasures'. Precio: 1.500 euros..FOTO: LLADRÓ

«Quizás ese sea el elemento más central de nuestra estrategia», añade al respecto Ana Rodríguez Nogueiras, CEO de la compañía desde 2017, cuando la empresa dejó de pertenecer a la familia Lladró y pasó a manos de PHI Industrial y cabeza de un equipo directivo formado por cinco mujeres y cuatro hombres. Y añade: «Al diseñar nuestra nueva estrategia de producto, de márketing, incluso comercial, todo se ha orientado a transmitir que la marca es hoy superinnovadora, que estamos haciendo cosas muy actuales, en colaboración con diseñadores en tendencia total a nivel internacional. Eso requiere una labor de comunicación muy intensa por todas las vías posibles, porque como Lladró es tan internacional, y la conoce tanta gente, hacer llegar ese mensaje no es fácil», añade.

Si hay una figura de porcelana que simbolice esa nueva era de Lladró es The Guest, un personaje sin género, más niño que adulto y con dos ¿orejas?, ¿antenas? que el diseñador Jaime Hayon creó para la marca valenciana en 2012. Lo más interesante del proyecto es que año tras año ha servido como lienzo para la creatividad de artistas invitados por Lladró que lo han customizado al gusto propio, convirtiendo el personaje en un objeto de colección muy apetecible para los amantes del arte pop. Paul Smith, Devilrobots, Gary Baseman, Tim Biskup, Ricardo Cavolo y muchos otros han vestido a The Guest con total libertad creativa. Pero faltaba algo. Una mujer a los mandos.

La mujer de porcelana cobra vida

Llegó en octubre, cuando salió del horno (y en este caso no se puede ser más textual) el primer Guest femenino, otro hito para Lladró. Y no uno cualquiera. La ilustradora Jade Purple Brown ha convertido al personaje de porcelana en una «mujer negra que desafía los estereotipos» en descripción de la propia compañía. En línea con su obra gráfica previa, la artista de Brooklyn ha convertido la figura de Hayon en un monumento al buen rollo, el empoderamiento y la diversidad. Era la pieza que faltaba en el puzle Lladró. De momento.

En el centro, entre la directora de Diseño Nieves Contreras y la CEO Ana Rodríguez, el primer 'The Guest' femenino, creado por la artista neoyorquina Jade Purple Brown.
En el centro, entre la directora de Diseño Nieves Contreras y la CEO Ana Rodríguez, el primer 'The Guest' femenino, creado por la artista neoyorquina Jade Purple Brown.FOTO: DAVID GONZÁLEZ/ARABA PRESS

Entre el Guest de Jade Purple Brown y la primera figura femenina que salió de la fábrica de Lladró han pasado casi cien años en los que la artesanía en general y la porcelana en particular han sufrido muchos vaivenes en el favor del público. De hecho, hoy vive un resurgir y una valorización de mano del lujo, que ha beneficiado mucho a la firma valenciana. «Yo creo que esta renovación del interés llega en un momento en que está todo tan digitalizado, tan automatizado, que el lujo se ha convertido en las cosas a las que hay que dedicar tiempo. Y eso es la artesanía. Cuando aquí desarrollamos un proyecto no hacemos algo de hoy para mañana y en miles de copias, sino piezas muy exclusivas, muy pequeñas, en las que interviene muchísima gente y se invierte muchísimo tiempo. Eso es el verdadero lujo».

«Es cierto que la artesanía se ha convertido en un elemento muy de lujo, especialmente en los últimos cuatro o cinco años», añade Ana Rodríguez, «yo creo que hay un hartazgo con eso del lujo rápido y de pagar por cosas que no tienes claro ni dónde se han producido ni cómo». En la confluencia de artesanía, arte y lujo se encuentra precisamente la nueva apuesta de la marca, Art Editions, que surge «con la idea de elevar más aún la propuesta, de hacerla más especial y exclusiva. Art Editions marca nuestra entrada en el circuito del arte contemporáneo con creaciones en edición limitada». De la primera, firmada por Javier Calleja, titulada You Choose One, sólo existirán 150 ejemplares.

'You Choose One' supone el desembarco de Lladró en el arte contemporáneo. Lo firma Javier Calleja, sólo habrá 150 piezas.
'You Choose One' supone el desembarco de Lladró en el arte contemporáneo. Lo firma Javier Calleja, sólo habrá 150 piezas.

Pero si existe un reto que Lladró tenga por delante es el del relevo generacional. Con una masa enorme de boomers a punto de jubilarse, la empresa necesita savia nueva en unos oficios que no se aprenden de la noche a la mañana. De ahí su mencionada colaboración con la Escuela de Cerámica de Manises y otras acciones para atraer talento. Mucho de este será, a los datos y tendencias nos remitimos, femenino. Está en el ADN de Lladró.