ARAGÓN
Entrevista

Isaac Claver, presidente de la Diputación de Huesca: "Ha habido favoritismo del PSOE a sus pueblos y el vecino no es tonto"

El hombre que ha sido capaz de revertir el dominio socialista en la región analiza su primer año en la institución y reclama la atención del Ejecutivo central

El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver
El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac ClaverToni GalánE.M.
Actualizado

Isaac Claver (Monzón, 1989) se convirtió, con apenas 35 años, en el hombre capaz de dar un vuelco a la realidad política de Huesca y lograr que el PP gobernase la Diputación Provincial tras 24 años de mandato socialista. Ahora, poco más de un año después, analiza ese giro de 180 grados y reclama la atención del Ejecutivo central.

¿Cómo se explica el cambio político que se ha vivido en Huesca?
Es el fruto del trabajo y del esfuerzo de todos los representantes públicos, los concejales y las personas de nuestro partido. Ellos son los que han demostrado a nuestros vecinos que un cambio era posible y por eso han depositado su confianza en nosotros. Gracias a todos ellos, ahora puedo afrontar esta nueva etapa con la ilusión de luchar por mi tierra.
Tiene una buena relación con el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, algo que en Huesca no era común, ya que son más que notorias las diferencias entre los socialistas de la provincia y Javier Lambán. ¿Cuáles son las consecuencias de este giro hacia la cordialidad?
Ese es el mayor ejemplo de lo bueno que ha sido este cambio para nuestros vecinos. Las diferencias existentes en el seno del partido socialista de Aragón, que está envuelto en una lucha interna por el poder, perjudicaban gravemente a nuestra provincia y eso es algo que estamos tratando de solucionar reinstaurando la cooperación entre la Diputación y el Gobierno autonómico. Un ejemplo de ello es el Plan Pirineos, que es el mayor proyecto de la historia de nuestra provincia y que va a salir adelante gracias a la cooperación.
¿La inestabilidad del PSOE de Aragón ayudó a su victoria electoral?
Frente a la crispación que suponía una Diputación enfrentada al Gobierno de Aragón, los vecinos optaron por una institución que busca, de forma coordinada y en colaboración, dar soluciones a sus problemas. Además, 24 años de socialismo derivaron en un cierto favoritismo a determinados pueblos de su mismo color político y eso al vecino, que no es tonto, no le gusta.
¿Cómo es la relación de Huesca con el Gobierno central?
Por desgracia, solo puedo decir que es unilateral. Nosotros les escribimos con asiduidad, pero no obtenemos respuestas. Sentimos que se han olvidado de nosotros.
Este es un sentimiento que, en entrevistas anteriores con EL MUNDO, las alcaldesas de Huesca, Teruel y Zaragoza también han manifestado. ¿Por qué piensa que se produce este olvido?
No me gusta pensar que es porque representamos los ideales de otro color político, pero da la sensación de que ese es el motivo. Cuando llamas, escribes y reclamas atención, pero no recibes respuestas, es imposible no sentir que te estás omitiendo a ti y a todos los vecinos de tu provincia. Parece que Sánchez tiene claras sus prioridades.
Uno de los principales retos de su legislatura es la lucha contra la despoblación. ¿Es posible frenarla?
Nosotros no vamos a hablar de frenar la despoblación, sino que vamos a trabajar para generar oportunidades en el medio rural y aprovechar el talento que reside en nuestros pueblos y ciudades. No podemos afrontar esta situación desde una mirada condescendiente o pesimista, si no que tenemos que sacar nuestro orgullo rural. Estamos trabajando para que vivir aquí sea una opción real y para ello hemos apostado por el desarrollo de un plan de seguridad territorial, la creación de escuelas rurales y la oportunidad de dar continuidad a negocios que están a punto de cerrar por la jubilación de sus dueños.
¿Qué papel tiene la inmigración en este objetivo?
Los inmigrantes, siempre que vengan de forma legal, no dejan de ser unos vecinos más que ha llegado para trabajar y contribuir. Por lo tanto, tendrán el mismo papel que cualquier otro ciudadano oscense.
Uno de los mayores asuntos de actualidad en la provincia está siendo la reapertura del paso fronterizo del Somport, cerrado por los efectos de la última DANA. Esta crisis parece estar ayudando a mejorar las relaciones entre Aragón y el Gobierno central, con la llamada que Óscar Puente y Jorge Azcón mantuvieron para crear un frente común que instase a Francia a acelerar los plazos de las obras. También, el ministro de transportes anunció la reapertura del paso de Canfranc con una inversión de 94 millones de euros. ¿Por qué se produce este interés en la Comunidad?
Es llamativo y da la sensación de que hasta que no ha ocurrido una desgracia no han actuado. Pero lo importante es que ayuden, porque que los pasos fronterizos no estén abiertos supone un grave perjuicio para nuestra provincia y para todo el país.
¿Considera que existe la preferencia de que los cruces de la frontera se hagan por Cataluña, País Vasco o Navarra y se deje de lado a Aragón?
Yo no puedo asegurar cuales son los intereses del Gobierno de España, pero es cierto que nunca hemos visto un gran interés por parte del Partido Socialista en impulsar la creación de una travesía central pirenaica. Es un proyecto que sería muy positivo tanto para la región, como para la Unión Europea, porque facilitaría muchísimo las conexiones estratégicas. A nosotros solos nos queda trabajar para que tanto en Madrid como en París vean la necesidad de abrir este paso y sean consciente del gran impacto que tendría en ambos territorios.
La convivencia de Huesca con Cataluña es un tema inevitable. Hace unos meses se reunió con el presidente de la Diputación de Lleida y la relación parece que es buena. ¿Puede cambiar el trato en el momento en el que se empiecen a aplicar los privilegios previstos para Cataluña?
Confío en que no. Quien está generando la discriminación es el Gobierno central. Son ellos los que están otorgando una financiación privilegiada a una parte de España, lo que tendrá un efecto negativo en el resto de los territorios. Es ahí donde Huesca y Aragón se levantan para decir que no queremos quebrar ni el principio de igualdad ni el de solidaridad y que se nos debe tratar a todos por igual.
En cuanto a la financiación, ¿cree que Aragón debería aprovechar que se ha iniciado el debate y solicitar una Hacienda Foral, como se le reconoce en el Estatuto de Autonomía?
Considero que es el momento de abrir un debate a nivel estatal en el que puedan participar todas las Comunidades y Ciudades Autónomas sin excepción. Es ahí donde se tendránque establecer las bases de lo que es España en la actualidad y de cuáles son sus necesidades para establecer un sistema de financiación que sea justo para todos.