El Ayuntamiento de Valencia tendrá, al menos hasta el 25 de marzo, a dos partidos y una tránsfuga en el Gobierno. La alcaldesa María José Catalá reformó su Ejecutivo hace una semana para apartar al ex teniente de alcalde de Vox, Juan Manuel Badenas, y repartió sus competencias entre el resto de ediles del partido de Abascal. Horas después, una de ellas, Cecilia Herrero, pareja de Badenas, confirmaba también su baja como militantes. Ambos pasarán a ser concejales no adscritos en el próximo pleno municipal del día 25, pero Catalá no ha vuelto a remodelar, por lo que Herrero sigue siendo parte de su gobierno aunque no forme parte del partido con quien tiene un acuerdo de gobierno.
La confirmación de que Cecilia Herrero mantendrá sus competencias de Emprendimiento y Parques y Jardines la confirmó el portavoz municipal, Juan Carlos Caballero (PP), que encuentra diferencias entre su situación y que la llegó a Catalá a retirárselas a Badenas. "Había una suspensión cautelar y un expediente por un supuesto contrato irregular sobre el cual la alcaldesa solicitó un informe jurídico para aclarar que estuviese impoluto y poder derivar las consecuencias", explicó.
Si la crisis de Vox hubiera finalizado con la salida de Badenas, Catalá contaría con el voto de 16 concejales, 13 del PP y tres de Vox, empatada con los 16 que suman Compromís y PSOE. Sin embargo, que se le uniera Herrero supone quedarse en minoría frente a la izquierda si no logra convencer a los dos tránsfugas.
Catalá siguió entonces las directrices que, como socio, le pedía la dirección nacional de Vox, que no ha logrado poner fin al conflicto interno, por lo que la alcaldesa ya ha deslizado que podría romper el pacto y gobernar en solitario sin mayoría, con Vox como socio preferente pero negociando con el resto de concejales, "como ocurre en Sevilla o Zaragoza. Yo misma sé lo que es eso y lo asumo", reconocía Catalá el pasado jueves.
Lo cierto es que la alcaldesa no se plantea tomar ninguna decisión hasta el 25 de marzo, cuando pasen las Fallas, amparada por que no será hasta ese día cuando se dé cuenta "de cualquier cambio que tenga que haber en los grupos municipales", insistió Caballero. "Es una cuestión interna de Vox, que no pone en riesgo la gestión diaria de este ayuntamiento. Para nosotros lo más importante son los ciudadanos y los servicios públicos y por tanto, no hay ningún área desatendida por parte del gobierno municipal de Valencia", añadió.
Mientras, las negociaciones continúan y a la posibilidad del gobierno en minoría se une también que Herrero, ya como no adscrita, mantenga sus competencias y adquiera así un compromiso de apoyo de los dos concejales díscolos. Y es que Vox no ha puesto, por el momento, como línea roja que Catalá saque a sus ex de un gobierno en el que el partido quiere estar.
De hecho, su único movimiento ha sido sustituirlos en las comisiones. "Cada grupo municipal designa a sus miembros titulares y suplentes en cada una de las comisiones y los puede cambiar en cualquier momento y, por tanto, ha adaptado sus miembros a su realidad", justificó Caballero.
Cecilia Herrero, que no acudió a la junta el pasado viernes por motivos personales pese a a haber sido incorporada, sí asistió hoy, dejando claro la intención de seguir en el gobierno de la ciudad. La decisión la anunciará Catalá el próximo día 25.