ACTUALIDAD ECONÓMICA
Informe gráfico

Arancelómetro 2025: los países más golpeados por la guerra arancelaria de Trump, en gráficos

Las pocas semanas que Donald Trump lleva en la Casa Blanca han dejado un reguero de anuncios arancelarios. Este miércoles arranca su prometido 'Día de la Liberación'. Analizamos las tarifas en vigor y las que podrían entrar en juego próximamente

PREMIUM
Actualizado

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Donald Trump ha reavivado la guerra arancelaria, sumiendo el comercio global en un clima de incertidumbre. Con anuncios contradictorios y cambios constantes en la aplicación de tarifas, su administración ha generado un escenario de inestabilidad sin precedentes.

El último golpe llegó el pasado miércoles, cuando Trump anunció desde el Despacho Oval un arancel del 25 % para todos los coches fabricados fuera de EEUU. La medida entrará en vigor el 2 de abril, fecha que el presidente ha llamado "el día de la liberación" y en la que se espera que anuncie aranceles recíprocos contra cualquier país que imponga restricciones a EEUU.

Este nuevo arancel se inserta en una ofensiva comercial más amplia que no solo afecta a países específicos, sino que eleva las tensiones a nivel multiregional. Además de la tarifa del 25 % sobre el acero y el aluminio, vigente desde mediados de marzo, se ha anunciado un arancel indirecto del 25 % a todas las mercancías importadas a Estados Unidos desde cualquier país que adquiera petróleo venezolano. Esta medida, junto con el arancel automotriz, amplifica el impacto más allá de los países directamente involucrados, como China, México y Canadá, afectando a múltiples regiones a nivel global y elevando la incertidumbre en los mercados internacionales.

La administración Trump justifica estas medidas como parte de su estrategia para reducir el déficit comercial de Estados Unidos. Durante décadas, el país ha importado más de lo que exporta, generando un saldo negativo en su balanza comercial. Con estas barreras arancelarias, la Casa Blanca busca incentivar la producción interna y desincentivar la compra de bienes extranjeros, aunque el impacto real de estas políticas sigue siendo incierto.

La economía estadounidense depende en gran medida de las importaciones para abastecer su mercado interno. Sus principales socios comerciales reflejan la interconexión global: México (15,3%), China (14,7%) y Canadá (13,8%) encabezan la lista, seguidos de Alemania, Japón y Corea del Sur. Estos países suministran bienes esenciales, desde manufacturas hasta materias primas estratégicas.

Entre los productos más importados por EEUU destacan los automóviles (6,94%), reflejando la fuerte demanda de vehículos extranjeros, principalmente de fabricantes japoneses y europeos, a la que Trump quiere poner fin con el nuevo arancel. El petróleo crudo (5,68%) y refinado (2,29%) subrayan su dependencia energética. Además, sectores como la tecnología y la salud juegan un papel crucial en las compras externas, con equipos de transmisión (3,89%), ordenadores (3,10%) y medicamentos envasados (2,76%) entre los artículos más adquiridos.

LOS TRES PAÍSES EN EL FOCO DE LA GUERRA ARANCELARIA

Desde enero, Washington ha impuesto un arancel adicional del 10% a todos los productos chinos, que se duplicó al 20% el 3 de marzo. Paralelamente, México y Canadá han sido golpeados con tarifas del 25%sobre bienes que no cumplen con las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá(T-MEC).

Este acuerdo comercial, en vigor desde 2020, establece reglas de origen más estrictas, particularmente en la industria automotriz, exigiendo un mayor porcentaje de componentes manufacturados en la región. También facilita el acceso de productos agrícolas entre los tres países. Sin embargo, a partir del 2 de abril, la administración Trump podría extender este arancel del 25 % a todas las exportaciones mexicanas y canadienses, incluyendo aquellas que previamente estaban exentas bajo el tratado. La medida ha desatado fuertes críticas y ha generado amenazas de represalias comerciales por parte de los gobiernos afectados.

Ante esta escalada, los países afectados han respondido con medidas de represalia dirigidas a sectores clave de la economía estadounidense. China ha impuesto aranceles del 15% sobre sobre varios productos estadounidenses como pollo, trigo, maíz y productos de algodón y el 10% sobre el sorgo, soja, cerdo, ternera, marisco, frutas, verduras y productos lácteos. Por su parte, Canadá ha reaccionado con gravámenes del 25% a cerca de 60.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses.

ARANCELES A MATERIAS PRIMAS

Las medidas de la administración Trump no solo han afectado a países específicos, sino también a productos estratégicos en el comercio global, como el acero y el aluminio. Estas materias primas son esenciales para industrias como la construcción, la automoción y la tecnología.

El principal argumento detrás de estas medidas ha sido la necesidad de proteger la producción nacional y reducir la dependencia del acero y el aluminio extranjero, materiales esenciales para la fabricación de armamento e infraestructuras militares. Además, el gobierno estadounidense busca frenar lo que considera prácticas comerciales desleales, como el exceso de oferta y el dumping por parte de algunos países exportadores. Como resultado, EEUU impuso un arancel del 25 % sobre el acero y el aluminio, impactando a grandes proveedores como Canadá, México, la Unión Europea, China, Brasil y Corea del Sur.

El 24 de marzo, Washington anunció que, a partir del 2 de abril de 2025, podrá imponer un arancel del 25 % a todas las mercancías importadas a Estados Unidos desde cualquier país que compre petróleo venezolano, ya sea directamente o a través de terceros. China sería el principal perjudicado, ya que en 2023 importó el 68 % del crudo venezolano. Sin embargo, España también resultaría seriamente afectada, ya que, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), fue el tercer mayor importador de petróleo venezolano, con un 4 %, empatando con Cuba.

A esta medida se suma el último anuncio del arancel del 25% sobre los coches y piezas de automóviles fabricados fuera de EEUU. La tarifa se aplicará a las importaciones de vehículos de pasajeros (sedán, SUV, crossovers, minivans, furgonetas de carga) y camionetas ligeras, así como a partes clave (motores, transmisiones, piezas del sistema de propulsión y componentes eléctricos). Esta medida afecta principalmente a países como México (36,9%), Corea del Sur (19,1%) y Japón (17,2%), que el año pasado lideraron las exportaciones de vehículos a EEUU. Por su parte, Alemania es el gran perjudicado de la Unión Europea ya que en 2024, envió a EEUU un 5,6% de vehículos y un 5,1% de piezas de automóviles, según los datos del departamento de Comercio estadounidense.

Antes de conocer el último golpe a la automoción, el 12 de marzo, la Unión Europea respondió a la ofensiva arancelaria sobre el acero y aluminio de EEUU con un paquete de represalias valorado en 26.000 millones de euros, que se implementaría en dos fases. La primera, de 8.000 millones, entraría en vigor el 2 de abril y afectaría a productos emblemáticos estadounidenses como el bourbon, los vaqueros Levi’s y las motos Harley-Davidson. La segunda fase, que sumaría 18.000 millones adicionales, estaba prevista para mediados de mes, tras consultas con los Estados miembros y las partes interesadas.

Ante estas medidas, Donald Trump reaccionó con una amenaza directa: imponer aranceles de hasta el 200 % a "todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países de la Unión Europea" si Bruselas no eliminaba de inmediato el arancel del 50 % sobre el whisky estadounidense.

Sin embargo, el 20 de marzo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el aplazamiento de las represalias previstas para el 2 de abril, postergándolas hasta mediados de abril con el objetivo de abrir una nueva vía de negociación con la Casa Blanca antes de que las medidas entren en vigor. No obstante, el reciente anuncio de Trump sobre los aranceles a los automóviles podría volver a precipitar la respuesta de la UE.

Ahora, todas las miradas están puestas en el 2 de abril, fecha en la que Donald Trump podría imponer nuevos aranceles recíprocos, intensificando aún más la presión sobre los principales socios comerciales de EEUU y agudizando las fricciones económicas a nivel global. Sectores clave como el farmacéutico, la manufactura, la automoción y la agricultura se encuentran en el epicentro de esta disputa, con el riesgo de enfrentar graves consecuencias económicas si la situación sigue deteriorándose. Mientras tanto, los mercados financieros responden con volatilidad ante la posibilidad de nuevos aranceles y restricciones comerciales, lo que refuerza la sensación de inestabilidad global y pone en duda el futuro de las relaciones comerciales entre las principales potencias del mundo.

Fuentes de las infografías: Oficina del censo de los EEUU (census.gov), International Trade Administration, The Observatory of Economic Complexity, Eurostat y agencias.

Nota: El mapa resalta los aranceles impuestos a China, Canadá y México y muestra el porcentaje de exportaciones de acero y aluminio de cada país a EEUU, lo que permite evaluar el impacto de estos aranceles en cada nación.

Dirección de arte: María González Manteca y Josetxu L. Piñeiro.