- Vox Abascal constituye una estructura de portavoces nacionales para dar imagen de "partido de gobierno" y centralizar la coordinación de las áreas sectoriales
- Política Abascal plantea a sus socios ultras la alianza de todos los 'trumpistas' de Europa, desde Meloni a la extrema derecha alemana, para "la reconquista"
Criticaba Santiago Abascal el domingo que las dimisiones en las filas de Vox levantan eco "durante años", mientras que de las que se producen en el resto de partidos, a su juicio, solo se habla "unos días". Sin quererlo, daba cuenta así el líder del partido de una deficiencia que ahora se dispone a subsanar: la falta de caras reconocibles en su partido. Las salidas de las que Abascal critica que no se pase página -Iván Espinosa de los Monteros, Macarena Olona, Rocío Monasterio...- dejaron a la formación sin algunos de sus rostros más famosos y estos perfiles, por ahora, no se han logrado suplir. Hacerlo es uno de los objetivos que se marca Abascal para este nuevo año.
"No nos podemos limitar a la foto de los cuatro", señala un miembro de la cúpula del partido, en referencia a quienes en su día eran la imagen visible de Vox: el propio Abascal, Javier Ortega Smith, Espinosa y Monasterio. Con los dos últimos fuera de la formación y el segundo desplazado paulatinamente del foco -sigue perteneciendo a la dirección, pero con menor peso-, la apuesta pasa por dar más voz a "figuras emergentes" que puedan convertirse en las referencias del partido de cara al público. Quieren introducir "más caras" con las que la gente pueda identificarles y a la vez demostrar que "hay cuadros" en sus filas pese a las salidas. "Que no solo se vean las dimisiones", apostilla otro alto cargo de Vox.
Los elegidos ya están designados. Abascal presentó ayer ante los medios a los 12 dirigentes que conforman la nueva estructura de portavoces nacionales que ha constituido la formación. Un grupo que hace las veces de gabinete de ministros -"Vox es un partido de gobierno", reivindicó Abascal- y que servirá -explican- para dar más presencia a rostros nuevos. Cada uno de estos dirigentes coordinará una materia, dirigiendo la acción de diputados, parlamentarios autonómicos y concejales, y además será quien traslade públicamente los posicionamientos de la formación respecto a las cuestiones que atañen a su área.
Entre los perfiles a los que se quiere dar más voz están personas que en los últimos meses venían ganando protagonismo en Vox. Es el caso del portavoz de vivienda en el Congreso, Carlos Hernández Quero, que ahora también ejercerá esta función a nivel de partido y que desde el pasado lunes forma parte del máximo órgano de dirección de los de Abascal -tras la salida del castellanoleonés Juan García-Gallardo-. Caso similar es el de Isabel Pérez Moñino, sustituta de Monasterio como portavoz en la Asamblea de Madrid y que venía participando en muchos actos de Vox en el ámbito nacional. Ambos son perfiles jóvenes, con lo que el partido insiste en su apuesta por renovar su imagen por esta vía -ya lo hizo al situar, en esta legislatura, a Pepa Millán como portavoz en el Congreso y a José María Figaredo como secretario general allí-. A ellos se suma también Júlia Calvet, ex presidenta de S'ha Acabat! -la plataforma juvenil que abandera el antiindependentismo en Cataluña-.
Con la creación de esta estructura de portavoces, Vox no solo busca aupar nuevos rostros visibles en el partido sino también dar mayor presencia a sus planteamientos ideológicos. "Queremos salir de la confrontación, del 'no a todo' y del 'y tú más'", explica un miembro de la cúpula. Así, con los nuevos portavoces asignados para cada "cuestión sectorial", los de Abascal pretenden que cada uno de ellos centre su actividad en la materia que tiene asignada, trasladando los posicionamientos del partido y coordinando la acción de todos los dirigentes territoriales. Creen que, de esta forma, esos perfiles podrán esquivar la dinámica parlamentaria y política de confrontación -que queda reservada a quienes no tienen un área asignada- y, por contra, darán voz a las propuestas del partido en materia de vivienda, juventud, economía, inmigración y familia, entre otras cuestiones en las que quieren poner en el foco.
"Queremos hablar de ideas y entrar en el debate ideológico", sintetizan desde la dirección de Vox. Es así como plantean la estrategia de cara al nuevo año, pues además consideran que de esta forma, discutiendo materia a materia, pueden lograr que sus planteamientos lleguen a mejor puerto -dado que en algunos de ellos tienen puntos en común con el PP e incluso con otras formaciones-.