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Francia

Las últimas palabras de Gisèle Pélicot: "Este es el juicio de la cobardía, hay que redefinir la noción de violación"

El proceso contra Dominique Pélicot y 50 acusados de violarla cierra su primera fase, con la declaración de la víctima y de su marido

Las últimas palabras de Gisèle Pélicot: "Este es el juicio de la cobardía, hay que redefinir la noción de violación"EL MUNDO (Vídeo) / CHRISTOPHE SIMON | AFP (Foto)
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Es la última vez que ha tomado la palabra. No lo hará más en el proceso que juzga a su marido por haberla drogado durante 10 años para que al menos 50 hombres más (también juzgados) la violasen cuando estaba inconsciente. Gisèle Pélicot se ha acercado al atril del tribunal con su habitual elegancia: "Acabo de oír declarar al último acusado. He escuchado durante tres meses cosas inaudibles, inaceptables, la fatiga se empieza a sentir... Me cuesta ver la banalidad de la violación que se hace en la sala".

Es su cuarta declaración delante del tribunal de Aviñón, donde se celebra el juicio. Su intervención ha durado dos horas. "Para mí este es el proceso de la cobardía, de la cobardía con Gisèle Pélicot, he visto declarar como testigos a cuatro policías para decir que su amigo (un acusado) era respetuoso con las mujeres. Si existe ese respeto, deberíamos redefinir la noción de violación, que banalizamos. Es el momento de que la sociedad patriarcal cambie la mirada sobre la violación".

Se ha percibido una Gisèle firme pero cansada, tras tres meses escuchando las declaraciones de los 50 acusados de violarla. La mayoría niega la intención, a pesar de que existen vídeos de los actos sexuales, que grabó su marido. Ha vuelto a responder a las preguntas de los abogados de la defensa de los implicados, que insisten en la teoría de que ella está aún bajo la dominación de Dominique Pélicot.

Le han recriminado tener una actitud más permisiva con él que con el resto de los acusados. "El señor Pélicot ha reconocido los hechos. A los acusados que han reconocido sus actos les he mirado a los ojos, a los que se excusan y no lo reconocen no les concedo ni una mirada", ha dicho.

Le han cuestionado por el hecho de que no se la haya visto llorar y por qué estuvo tanto tiempo sin enterarse de nada: "Mi familia, los amigos, incluso los médicos que visité... Nadie vio nada", ha dicho. Ella, a la que su marido suministraba somníferos para que la pudieran violar otros hombres, tenñía ausencias, pero pensaba que tenía Alzheimer o un tumor. Se hizo numerosas pruebas médicas y ginecológicas: nadie detectó nada. La acompañaba su propio marido. "He perdido 10 años de mi vida que no voy a recuperar".

"Da la impresión, con su actitud, de que usted le ha perdonado", le ha increpado un abogado. "Nunca, yo no he perdonado al señor Pélicot". "No martirice a la señora en la corte", ha interrumpido el presidente del tribunal a una letrada, Nadia El Bouroumi, por su actitud agresiva con Gisèle Pélicot. "Siempre he sido una mujer positiva. Guardo mis lágrimas, me quedo con las sonrisas. Parto sobre el principio de que me quedaré con lo mejor de esa pareja", ha respondido a otro de los abogados.

En un momento dado, se ha dado la vuelta y ha mirado a los acusados: "Claro que él era un manipulador, el jefe de la orquesta, pero cuando esos hombres entran en esa habitación y ven a una mujer inconsciente... Paras, te vas y denuncias. Ni uno solo se ha hecho esta pregunta, aunque todos reconocen que, al salir, se dieron cuetna de que había algo que no iba bien. Cuando pasas al acto, ¿es una cuestión de manipulación? Creo que esos nombres no son naif, no son niños de 10 años".

Otra de las preguntas con veneno: por qué no se ha cambiado el apellido, y sigue llevando el de su marido aunque ya está separada. "Cuando descubrimos todo, mis hijos tenían vergüenza de llevar el apellido Pélicot. Tengo nietos que se apellidan así, y yo no quiero que se avergüencen, quiero que estén orgullosos de su abuela. Hoy yo soy conocida en todo el mundo, al margen de mi voluntad. Mañana nos acordaremos de madame Pélicot, mucho menos del señor Pélicot. Y ellos no tendrán vergüenza de llevar el apellido".

Él tomará la palabra por última vez estar tarde. Después comenzarán los alegatos de las distintas partes, y la sentencia está prevista para mediados de diciembre.