CASA REAL
True Crime

La perturbadora historia de la asistente personal de Sarah Ferguson en Buckingham que acabó condenada a cadena perpetua por asesinar a su novio

Jane Andrews comenzó a trabajar para la entonces duquesa de York en 1988. Se obsesionó con Ferguson, se vestía y se peinaba como ella. En el año 2000 mató a su pareja, Thomas Cressman, un rico ex corredor de bolsa

Jane Andrews, antigua ayudante de la duquesa de York.
Jane Andrews, antigua ayudante de la duquesa de York.PA Images / Alamy
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Llegó a Londres a los 21 años y con apenas 10 libras en el bolsillo para coger un taxi que le dejara en una de las puertas laterales del palacio de Buckingham. A Jane Andrews se le abrieron las puertas del rancio glamour de la monarquía británica ya que había sido contratada como estilista personal de Sarah Ferguson (65). Pero en pocos años pasó de codearse con los Windsor y la élite social londinense a ser condenada a cadena perpetua por asesinar a su novio. Su historia es tan fascinante que se va a convertir en un true crime de cuatro episodios titulado The Lady, producido por uno de los responsables de The Crown, que se emitirá en el canal ITV.

Para entender cómo pudo acabar un miembro del staff de los Windsor entre rejas hay que remontarse a la adolescencia de Jane, cuando un psiquiatra le diagnosticó un trastorno límite de la personalidad. La joven nació en 1967 en el seno de un matrimonio humilde e infeliz. La situación era tan límite que pasado el tiempo Jane aún recordaba cómo buscaba monedas entre los cojines del sofá para comprar una simple barra de pan.

Para saber más

Con 15 años tuvo su primera tentativa de suicidio y dos años después dejó los estudios y sufrió un aborto traumático que influiría en su estado depresivo. Mientras trabajaba en los grandes almacenes Marks & Spencer leyó en la revista The Lady un anuncio de trabajo anónimo en el que se buscaba una asistente personal. Y escribió para probar suerte. A los seis meses la contestaron. ¡Sarah Ferguson la había contratado!

Corría el año 1988. Todo parecía transcurrir con normalidad. La plebeya y la duquesa de York congeniaron enseguida, viajaban por diversos continentes, asistían a eventos sociales, participaban de algunos de los momentos más íntimos de la familia e incluso Jane llegó a conocer a Lady Di antes de su divorcio del entonces príncipe Carlos.

Sarah Ferguson, seguida de su asistente, Jane Andrews.
Sarah Ferguson, seguida de su asistente, Jane Andrews.PA Images / Alamy

En 1990 se casó con Christopher Dunn-Butler, un ejecutivo de IBM 20 años mayor del que no tardaría en divorciarse porque ella le había sido infiel en más de una ocasión. Este hecho no hizo sino afianzar aún más su vínculo con Fergie, ya que los duques de York habían decidido separarse en 1992, una fecha fatídica a la que Isabel II denominó el annus horribilis porque también se separó su hija, la princesa Ana, y se incendió parte de su amado castillo de Windsor.

Poco a poco, la empleada empezó a estar tan obsesionada con su jefa que la imitó en su forma de vestir, hablar e incluso se tiñó el pelo. Aseguran que Fergie empezó a llamarla en broma Lady Jane. En un evento benéfico organizado por la duquesa de York en 1996, Jane conoció a Dimitri Horne, hijastro de un multimillonario naviero griego cuya madre era íntima de la princesa Michael de Kent. Cuando a los pocos meses él quiso terminar la relación, la joven se volvió loca, destrozó parte de su apartamento en South Kensington y le robó miles de libras. Aquel mal trago provocó que intentara quitarse de nuevo la vida.

Con la excusa de un ajuste presupuestario, Jane fue despedida en noviembre de 1997. Sin embargo, ella afirmaba que el motivo principal era que el conde Gaddo della Gherardesca, por entonces un "amigo especial" de Fergie, le estaba tirando los tejos. En 1998 Jane vio el cielo abierto cuando empezó a salir con Thomas Cressman, un rico ex corredor de bolsa cuyo padre había sido el presidente del equipo de fútbol Aston Villa. Pero en el año 2000 volvió a sentirse abandonada y totalmente frustrada cuando Thomas le comunicó en la mansión familiar de la Riviera francesa que no deseaba casarse ni tener hijos.

Al regresar a Londres la pelea entre ellos seguía siendo de alto voltaje. Por la noche, Thomas decidió irse a la cama y Jane le mató apuñalándole y golpeándole con un bate de críquet. Cuando la detuvieron había intentado suicidarse con una sobredosis de pastillas. La condenaron a cadena perpetua, se escapó de prisión en 2009 y volvieron a encerrarla hasta quedar libre en 2019.