En el ajetreo de la capital, existen pequeños oasis en los que degustar té, esa infusión milenaria que es una auténtica experiencia en todos los sentidos. Unos con ritual de ceremonia, otros sin ella, pero todos con un plus de singularidad. Ahí va una pequeña ruta.
SAN WEI Tea Culture & Store
En este local de Chamberí, Melissa Yan Lin ofrece la posibilidad de vivir el ritual del té tal y como se hace en su país. "Los que utilizamos son de alta gama provenientes de China, todos en hoja suelta, sin infusión en bolsa ni añadidos". El protocolo en el país asiático es una filosofía de belleza y armonía. No se trata solo de una bebida, sino de una expresión cultural. Para adentrarse en este mundo, en San Wei organizan ceremonias del té, cada una con un enfoque particular (budista, taoísta, con caligrafía, etc.).
DÓNDE: Antonio Palomino, 8. Precio: 37 ¤.
Salón de Té Al Yabal
Un lugar clásico para gozar de una experiencia de té inolvidable. Un oasis que te transporta a un rincón de Marruecos... o de La Alhambra. Su decoración típica del norte de África, con lámparas de luz cálida y amplios sillones, es ideal para degustar su extensa carta de tés e infusiones. Déjate aconsejar para no perderte entre tanta variedad, no en vano llevan 30 años abiertos.
DÓNDE: Cáceres, 52. Precio: 3,50 ¤.
Mandarin Oriental Ritz
La historia cuenta que este hotel fue pionero en la instauración de una ceremonia del té en la ciudad, donde a la hora de la merienda era habitual el famoso chocolate con churros. Poco a poco, los madrileños se habituaron y acogieron esta tradición británica.
Cada tarde, bajo la cúpula de cristal del hotel, en el restaurante Palm Court, se sirve el Afternoon Tea en una versión moderna ideada por Quique Dacosta. Después de la elección de la bebida, se presenta la peana de plata con una exquisita selección de sándwiches, pasteles y tartaletas dulces. La propuesta salada incluye una pulguita de jamón que da el toque más castizo a la ceremonia. Y para terminar, los scones, recién hechos, tradicionales y de frutos secos, acompañados por la clásica clotted cream y mermeladas, entre las que destaca la de violeta, hecha en casa, como pequeño homenaje a la ciudad de Madrid.
DÓNDE: Plaza de la Lealtad, 5. Precio: 56 ¤.
Salón des Fleurs
Una floristería con un toque afrancesado donde recrearse con un té en un ambiente fresco y elegante. Trabajan con una amplia selección de variedades artesanales, cuidadosamente elaboradas en España, de origen natural y seleccionadas de diversas partes del mundo (negros, rojos, verdes, blancos y rooibos). "Si bien nuestra producción es local, los ingredientes provienen de los lugares de origen donde se cultivan con las mejores condiciones". Aunque no realizan una ceremonia de té tradicional, se esfuerzan en transmitir que este no solo es una bebida sino "un elemento de bienestar, que aporta calma, energía y un instante de desconexión en medio de la rutina diaria".
DÓNDE: Guzmán el Bueno, 106. Precio: 3-4 ¤.