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En el año 1963, el escultor y artista Henry Moore creaba la litografía Six Reclining Figures with Buff Background, una propuesta que se articulaba en torno a seis cuerpos humanos abstractos en posición reclinada y que pretendía mostrar la visión que el famoso creativo tenía sobre la abstracción llevada al papel. Era, además, un momento de transición y experimentación de su carrera en el que explotaba diferentes disciplinas artísticas que no dominaba, pero que le atraían poderosamente.
Tiempo después, junto con otros cinco artistas más, la firma de textiles francesa de lujo Garro Editions adaptó este tipo de representación gráfica a diferentes tejidos para conseguir, de este modo, que la impronta de la litografía se viera en otras aplicaciones.
Así, de esta especie de experimento surgieron diferentes prototipos que se vieron aplicados en telas de cojines, mantelería e incluso tapizados, como el de la imagen que recubre la chaise longue creada por Marcel Breuer y que, con este recubrimiento, conseguía un aspecto más impersonal y desenfadado. La firma francesa continúa ofreciendo actualmente desde sus talleres esta edición especial de arte impreso al precio de 290 euros el rollo.
Una réplica muy común
Esta es sólo una muestra de la gran relación que existe entre las disciplinas del arte y el interiorismo, pues este tipo de colaboraciones son más habituales de lo que creemos. Para muestra, las series que diferentes museos del mundo, como el propio Thyssen o el Metropolitan de Nueva York, realizan en ediciones especiales de productos (cojines, plays, cajas...), que recurren a algunos de sus pintores o artistas más codiciados para trasladar su trabajo en modo regalo al interior de nuestras viviendas.
Adaptaciones en acabados de lujo
Resulta acertado recordar que este tipo de propuestas no funcionan del mismo modo. Las hay fallidas y las hay muy logradas. Este último es el caso de la colaboración que Nani Marquina, nuestro nombre textil más internacional, ha desarrollado con los responsables de la Fundación Tàpies y sus herederos.
Por ejemplo, su colección de alfombras creadas y amparadas en la obra del artista Eduardo Chillida, una serie que cuenta con algunos de los títulos más conocidos del artista vasco y que ha seguido milimétricamente los cánones de construcción y elaboración que el propio creativo aplicaba en sus obras. En ella se incluyen títulos como Gravitaciones, Collage, El peine de los vientos e incluso textos que el artista escribió sobre sus obras. Piezas casi de arte en las que se han utilizado materiales como la seda o la lana para crear texturas en las que queda patente la esencia de su trabajo.
Para los muy entendidos
Con una dinámica parecida encontramos en el mundo deco otro ejemplo muy acertado que, además, ha conseguido con el paso de los años que sus piezas, objetos y mobiliario se relacionen con los términos de alta decoración. Hablamos del muy particular trabajo de Piero Fornasetti, pintor, diseñador de interiores y grabador italiano del siglo XX, cuya obra ha trascendido lo meramente ornamental para llegar casi al status de obras únicas y que sólo se pueden adquirir bajo pedido con una larga lista de espera.
Cabe decir, sin embargo, que su trabajo no se entendió mucho tras sus primeras creaciones, dado su particular estilo (la crítica se cebó en su momento), y que tampoco son piezas de mobiliario que pueden funcionar desde el punto de vista estético en cualquier vivienda.
Su excepcional método de trabajo, estampación y acabados totalmente realizados a mano por expertos artesanos ha convertido a muchas de estas piezas, sobre todo en el caso del mobiliario, en verdaderas joyas únicas. Hay que destacar, no obstante, que no son muebles al uso que funcionan eficazmente para el propósito que se han creado, pero muchas veces una puerta abierta o una cortinilla de una celosía entreabierta dejan observar el arduo trabajo que incluyen en su parte interior.
Los aficionados a este estilo, un tanto abigarrado, pueden adquirir a precios mucho más asequibles diferentes propuestas (platos, huchas, botes o cojines) y hacerse así con un Fornasetti.