El PSC de Salvador Illa se mantiene como primera fuerza en Cataluña, Carles Puigdemont retrocede después de la fuga del pasado 8 de agosto y tras recuperar la presidencia de Junts y Aliança Catalana le come terreno y se dispara, según constata la encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) autonómico difundida esta mañana, la primera con los socialistas en el poder.
En concreto, Illa ganaría las elecciones catalanas con una horquilla de entre 39 y 42 escaños (por los 42 actuales) seguido de Junts, que obtendría entre 30 y 32 diputados (35 ahora), y ERC se quedaría en tercer puesto con 20 y 21 (20). En tercera posición se sitúa el PP, con entre 15 y 16 escaños (15 en los comicios de mayo), seguido de Vox (10-11), los comunes (6-7), la CUP (5-6) y Aliança Catalana (6-7). El caso más sorprendente es el del partido de Sílvia Orriols: después de lograr entrar en el Parlament con dos diputados el pasado 12 de mayo, ahora triplicaría su resultado llegando a empatar a escaños con la facción hermana de Yolanda Díaz (los comunes) en Cataluña.
Más allá de los titulares y observando la fuga de votos entre formaciones, Aliança Catalana captaría más apoyos de Vox (7%) que de Junts (5%), aunque ambas formaciones están muy a la par. Una tendencia que demuestra el efecto de la inmigración en Cataluña -señalado como uno de los principales problemas por parte de los ciudadanos- y sus efectos a nivel electoral si ahora hubiera elecciones.
Su líder es Sílvia Orriols, la actual alcaldesa de Ripoll, una dirigente que se ha convertido en un personaje incómodo para un sector del independentismo en los últimos meses, sobre todo dentro de Junts. El motivo: su posición nítida en contra de la inmigración y a favor de la ruptura unilateral con España.
Así se desprende de la tercera ola del Barómetro de Opinión Pública de 2024, realizada con una muestra de 2.000 personas mayores de 18 años, hecha entre el 11 de octubre y 14 de noviembre. Es decir, justo después del Debate de Política General en el Parlament -el primero con Illa al frente de la Generalitat- y en plena crisis política y social por la DANA de Valencia en el resto de España.
Intacta desde 2015, las fuerzas independentistas perdieron su mayoría absoluta en la Cámara catalana el 12-M, fijada en 68 escaños. En la estimación del barómetro publicado hoy por el CEO, Junts, ERC, CUP y Aliança sumarían entre 61 y 66 escaños, por lo que en ningún caso volverían a obtener la hegemonía en las urnas.
La independencia, bajo mínimos
El barómetro constata también que el apoyo ciudadano a la independencia de Cataluña se sitúa en mínimos históricos en la calle: solo un 40% de los encuestados son partidarios de la secesión, la cifra más baja de la serie histórica iniciada en 2015, en la que nunca había bajado del 41%. En cambio, el porcentaje de personas contrarias a la separación alcanza ya el 54%, el más alto en el periodo analizado. De hecho, la diferencia de 14 puntos es la mayor desde que empezaron los sondeos.
Los simpatizantes de Junts son los más favorables a la independencia (92%), seguidos de los de la CUP (91%), ERC (78%) y Aliança Catalana (60%), Los que más están en contra son los simpatizantes del PP (95%), Vox (90%), PSC (78%) y comunes (55%).
Además, un 77% de los encuestados afirman que siempre han mantenido su posicionamiento sobre la secesión y un 21% ha cambiado su opinión. De estos, un 61% lo ha hecho después de 2017 y un 38% lo hizo antes.