- Juegos Olímpicos Tres puntos muy sufridos abren el camino de España en los Juegos
Hacía falta ganar. Era casi una obligación. Para coger confianza y para dejar sellada la clasificación a los cuartos de final de los Juegos. Esa ronda que, pese a llegar como vigentes campeones de Europa, aún sigue generando mucho respeto entre jugadores y afición. Ya habrá tiempo de afrontar el próximo desafío, el que se ganó el equipo de Santi Denia tras su victoria de ayer en Burdeos ante la República Dominicana. Una selección dirigida por Ibai Gómez, un viejo amigo.
Al contrario que ante Uzbekistán, la selección comenzó muy concentrada, controlando la situación desde el inicio para evitar cualquier contratiempo. Con un gran Pablo Barrios comandando el centro del campo, España presionó alto para romper el esquema defensivo de los caribeños y estuvo a punto de obtener su premio cuando el portero dominicano le regaló a Abel Ruiz un balón en la frontal. El nuevo delantero del Girona no acertó, pero sí lo hizo Fermín López, que aprovechó otra mala salida para batir a Enrique Bösl en el minuto 24. Todo parecía indicar que el 2-0 iba a tardar poco, pero después de otra buena ocasión del capitán español, Ángel Montes cabeceó solo un saque de esquina para establecer el empate. La primera para dentro y todavía quedaba mucho.
España no acusó demasiado el golpe y continuó con su dominio y su filosofía, pero antes del descanso se produjo una acción que iba a cambiar totalmente el panorama. Edison Azcona fue expulsado al agredir a Pau Cubarsí con una patada a destiempo en la entrepierna, después de que el central del Barça le arrebatara el balón con una entrada. Cabizbajo y consciente su grosero error se marchaba del campo el delantero de Las Vegas Lights estadounidense.
En busca del espacio
A la vuelta de la pausa, todo se centraba en cómo acercarse al gol que allanase la victoria. La ansiedad podía ser un problema ante una defensa ordenada y casi resignada a tener que permanecer en bloque bajo. Con un jugador más no se podía fallar, y en el minuto 55, Álex Baena sacó un disparo desde la frontal del área que, tras tocar en Joao Urbáez, se reunió con la red. España volvía a sonreír, aunque nada debía hacerla bajar de marcha tras lo sucedido en la primera mitad.
Con el resultado en contra, la República Dominicana se encerró de nuevo en su campo, mientras el conjunto de Santi Denia combinaba de lado a lado para encontrar el espacio. Los centros laterales eran una gran opción, aunque seguía faltando remate. Fermín buscó el doblete con insistencia, pero el que sí marcó fue el lateral del Girona Miguel Gutiérrez. Y lo hizo a placer tras un gran pase del joven centrocampista azulgrana, aunque tuvo que esperar a una larga revisión del VAR, que comprobaba un posible fuera de juego, para poder celebrarlo con todos sus compañeros.
En los últimos minutos del partido, Diego López, tras una buena jugada colectiva que moriría en los dominios de Bösl, y Beñat Turrientes, con un fuerte disparo esquinado, pudieron firmar el 4-1. Sin embargo, ya nada se movería en un partido que España terminó como lo empezó, en campo rival y generando peligro. Con este resultado, España convierte su duelo del lunes ante Egipto en un simbólico pulso por el liderato. Mientras, la República Dominicana se queda con un solo punto y tiene muy difícil conseguir el pase debido a la victoria de ayer de los africanos sobre Uzbekistán, resuelta con un gol de Ahmed Kouka (0-1).