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Kirsty Coventry es elegida por mayoría absoluta la primera presidenta del Comité Olímpico Internacional

La ex nadadora zimbabuense, con el apoyo del actual dirigente, Thomas Bach, se impone en primera ronda a Juan Antonio Samaranch y al resto de candidatos.

Coventry, el martes, tras su elección en Costa Navarino.
Coventry, el martes, tras su elección en Costa Navarino.AFP
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Kirsty Coventry será la próxima presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), la primera mujer al frente del organismo en sus 130 años de historia. En el complejo turístico griego de Costa Navarino, a 100 kilómetros de Olimpia, los 106 miembros presentes escogieron a la ex nadadora zimbabuense por delante de los otros seis candidatos, entre ellos el español Juan Antonio Samaranch Salisachs y le entregaron las riendas del deporte mundial.

La favorita del todavía presidente, Thomas Bach, se impuso haciendo valer su currículo, dos veces campeona olímpica, y su experiencia como gestora al frente del Ministerio de Deportes de su país, Zimbabue. En primera ronda recibió 49 votos, justo los necesarios para ganar, con Samaranch segundo con 28. Su elección fue una sorpresa, no tanto por ser escogida ella, como por su superioridad en votos respecto al resto.

Desde que, en los Juegos Olímpicos de París, Bach confirmó que no retorcería el reglamento para presidir el organismo cuatro años más, el proceso electoral pasó por distintas fases, pero en ningún momento se pensó que la votación podía resolverse en primera ronda. En los primeros meses, el inglés Sebastian Coe parecía el candidato perfecto gracias a su buena gestión de la Federación Internacional (World Athletics), a su conocimiento del propio COI -ya obtuvo los Juegos Olímpicos de 2012 para Londres- y a su ascendente como leyenda del deporte. El pasado 30 de enero, cuando los candidatos expusieron sus programas a los miembros en la sede de Lausana, no había dudas de que Coe estaba por delante. Pero en las semanas previas a las elecciones todo empezó a cambiar.

El respaldo de Bach

El apoyo interno de Bach a Coventry la aupó en las apuestas y el trabajo en los despachos de Samaranch colocaron a ambos con posibilidades de ascender al trono. Pese al secretismo y a los poquísimos votantes, la igualdad se aceptó como una certeza. Y se multiplicó la tensión. Según desvelaba 'New York Times', en las horas previas hubo denuncias cruzadas de irregularidades y medios afines a unos y otros intentaron decantar la balanza.

El domingo, el 'Sunday Times' señalaba a Samaranch como "el hijo de un fascista" por los lazos de su padre con el franquismo y criticaba la existencia en China de una Fundación Samaranch dirigida por dos de los miembros votantes. De Coventry tampoco se quedaba atrás al denunciar los regalos que aceptó de quien fuera dictador de su país, Robert Mugabe. Finalmente la campaña británica no funcionó y Coe perdió la carrera.

Coventry ahora deberá ponerse a trabajar, aunque todavía en la sombra. Bach será presidente hasta el próximo 23 de junio, cuando oficialmente tendrá lugar el relevo. A partir de entonces el nuevo dirigente deberá encarar la reentrada de Rusia en los Juegos Olímpicos, los problemas económicos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por los recortes del Gobierno de Donald Trump, la llegada de las deportistas trans a sus competiciones, la pérdida de varios patrocinadores importantes para el olimpismo, la negociación de los contratos televisivos y, entre otras muchísimas cosas, la elección de una sede para los Juegos de 2036.