Pulgar hacia arriba. El Papa Francisco, después de cinco semanas de ingreso hospitalario, se ha asomado este mediodía, a las 12 en punto, a una ventana de la segunda planta del Hospital Gemelli de Roma para saludar a miles de fieles y periodistas que se han acercado para transmitir ánimo al Pontífice en el momento de recibir el alta. "Gracias a todos. Veo a esta señora con las flores amarillas. Brava", han sido las escuetas palabras que ha podido pronunciar, visiblemente desmejorado. Varios medios han señalado que los asesores del Papa le habían informado de que la señora de las flores amarillas llevaba mucho tiempo de vigilia a la espera de su recuperación y por ello el argentino ha querido tener el detalle de mencionarla.
El flujo de personas que querían darle la enhorabuena se apreciaba desde las calles cercanas al centro hospitalario. La vida del Santo Padre ha estado en peligro en dos ocasiones a lo largo de los últimos 38 días, de modo que muchos de los presentes no han dudado en mostrar su emoción, celebrando su recuperación, aclamándolo con "¡Francesco! ¡Francesco! ¡Francesco!", entre aplausos.
El clima, en los minutos previos a la esperada aparición pública de Francisco (88 años) ha sido de gran expectación. Y se palpaba por el amplio despliegue policial de las autoridades italianas operativas en el área.
Al Pontífice se le ha visto algo cansado, con muy poca voz, pero resistente. Asomado y permaneciendo sentado en silla de ruedas, ha podido agradecer la presencia de las miles de personas colocadas no sólo en la entrada principal del Gemelli, sino en los alrededores del centro hospitalario. Antes de dejar el balcón, ha bendecido a los presentes.
A los pocos minutos, Francisco se ha subido en su vehículo habitual -sin emplear oxígeno-, desde el que ha saludado a las personas reunidas a la salida del hospital antes de iniciar el recorrido hasta el Vaticano, donde ha llegado en torno a la una del mediodía. Familias con niños, ancianos, religiosos y periodistas se han acercado al vehículo justo cuando salía a través del acceso principal del Gemelli. Al verlo de cerca, a apenas un par de metros de distancia, algunas personas han asegurado que tenía "buena cara".
Reposo de dos meses
El Papa se encuentra "estable desde hace 15 días. El periodo de reposo en la Casa Santa Marta continuará y permanecerá en convalecencia durante al menos dos meses", reveló este sábado el doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo que le ha tratado, en una rueda de prensa por sorpresa en el Gemelli.
El argentino "está contentísimo", reveló el doctor Luigi Carbone, médico de la Dirección de la Sanidad del Vaticano y que es el responsable de la salud del pontífice, antes de añadir que Francisco "lleva cuatro días preguntando" cuándo sale.
El Papa ingresó el pasado 14 de febrero en el Gemelli por sus problemas de respiración, que resultaron deberse a una bronquitis por infección polimicrobiológica a la que se sumó una neumonía bilateral, con "dos episodios críticos que pusieron en peligro su vida".
Los médicos confirmaron que la neumonía bilateral ya no sigue ahí, pero "decir que está completamente curado de todas las especies microbianas todavía llevará tiempo" de convalecencia en Santa Marta, durante la cual "no necesitará muchas cosas, pero sí oxígeno".
Alfieri, responsable de Cirugía del Gemelli y que operó al Papa en las anteriores ocasiones, explicó que ahora es más segura su casa que el hospital, "que es donde se pueden contraer infecciones con mayor facilidad".
Francisco, que "nunca ha estado intubado y siempre ha estado consciente", siempre ha mantenido "su buen humor" a pesar de la dificultad que eso conlleva en los momentos más duros, añadió.
Y citó, como ejemplo, que después de uno de esos duros momentos, le preguntó cómo se encontraba, y el papa le respondió: "Aun estoy vivo". Entonces "entendimos que había recuperado su buen humor".
Carbone, que se encargará del tratamiento del papa en el Vaticano, explicó que allí "continuará con la terapia motora y respiratoria que ha hecho en el hospital. En este momento es lo más importante y lo que necesita para recuperarse".
Y preguntado sobre la capacidad de recuperar la palabra, después de tanto tiempo usando oxígeno, Carbone explicó que es "difícil", pero "viendo la mejoría", que "ha sido importante respecto a hace diez días", espera que sea "en breve tiempo".
El pasado 6 de marzo, durante el Rosario por su restablecimiento que se reza cada noche en la plaza de San Pedro, el Papa envió un mensaje de audio con un hilo de voz que levantó preocupación.
"Ahora hace falta una rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca la tos y casi tenéis que volver a aprender a hablar", había explicado este viernes el prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino, Víctor Manuel Fernández, muy cercano al Pontífice y que también negó que el pontífice fuera a renunciar.
"Entristecido" por Gaza
El Papa Francisco se mostró "entristecido" por los nuevos bombardeos israelíes en Gaza y pidió "el cese inmediato de las armas" y que se alcance "un alto el fuego definitivo", en un mensaje difundido este domingo tras el rezo del Ángelus.
"Me ha entristecido la reanudación de los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, con muchos muertos y heridos. Pido el cese inmediato de las armas y el valor de reanudar el diálogo, que se libere a todos los rehenes y se alcance un alto el fuego definitivo", dijo el pontífice.
"La situación humanitaria en la Franja vuelve a ser muy grave y requiere el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional", agregó Francisco.
Además, el Papa mostró su satisfacción porque "Armenia y Azerbaiyán hayan llegado a un acuerdo sobre el texto final del Acuerdo de Paz".
"Espero que se firme lo antes posible y pueda contribuir así a establecer una paz duradera en el Cáucaso Sur", añadió en el texto, que se ha difundido por escrito por sexto domingo consecutivo debido a la larga hospitalización del Pontífice.
El pontífice también pidió a los fieles que recen "por el fin de las guerras y por la paz, especialmente en la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, República Democrática del Congo".
Y, tras recordar la paciencia que ha experimentado durante su larga hospitalización, que "se refleja en los incansables cuidados de los médicos y sanitarios, así como en los cuidados y esperanzas de los familiares de los enfermos", concluyó su mensaje con unas palabras de agradecimiento.
"Con tanta paciencia y perseverancia seguís rezando por mí: ¡muchas gracias! Yo también rezo por ustedes. Y juntos rezamos por el fin de las guerras y por la paz", aseguró.