MADRID
Sucesos

La desgracia de los bomberos de Alcorcón: Jesús murió al cortarse la manguera que servía de 'hilo de vida' con el exterior y Sergio se quedó atrapado sin oxígeno

El conductor del coche, que tenía todos los mandos al volante, se confundió y en vez de frenar aceleró al penetrar en el párking, que en pocos minutos registró temperaturas de hasta 1.000 grados centígrados, explica a EL MUNDO los investigadores

Los dos bomberos fallecidos en el incendio de Alcorcón.
Los dos bomberos fallecidos en el incendio de Alcorcón.EL MUNDO
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Uno de los dos bomberos de Alcorcón (Madrid) falleció al quedarse sin oxígeno en el equipo por falta de control y el otro pereció dentro del garaje al permanecer atrapado tras la deflagración de uno de los coches después de empotrarse un Porsche híbrido contra otro vehículo de combustión. Además, dentro del parking de la calle de los Lilos, donde el Porsche híbrido ardía a temperaturas por encima de los 1.000 grados centígrados, perdieron lo que en la jerga se llama 'hilo de vida': la manguera que estaban utilizando, que quedó sepultada, en medio de un fuego incontrolable azuzado por las baterías de litio del coche -y de varios coches más ardiendo-, al caérsele encima el portón segundo de entrada al garaje.

La caída de ese portón, que algunos de los efectivos confundieron con una techumbre en las primeras horas tras el suceso, fue lo que cortó las posibilidades del primero de los bomberos de salir del garaje sano y salvo. La manguera es lo que los bomberos denominan en su jerga profesional como el hilo de Ariadna: sin ella, Jesús, de 34 años, uno de los bomberos, no supo cómo salir. Y quedó atrapado por las llamas causadas por varias explosiones.

Ese bombero murió carbonizado en pocos minutos, como si su cuerpo hubiera estado dentro de un horno de fundición por espacio de apenas unos minutos, al quedar atrapado entre el coche y una pared. Probablemente, creen fuentes de la investigación consultadas por EL MUNDO, una deflagración proveniente de las baterías eléctricas del Porsche le pilló de lleno. Pero no fue el único contratiempo.

Su compañero de binomio, Sergio, de 37 años, que al salir se dio cuenta aterrorizado de que su compañero (que también era su responsabilidad, porque deben ayudarse en lo posible) se había quedado dentro, volvió a entrar al garaje con la misma botella de oxígeno con que llevaba muchos minutos dentro.

Estas botellas tienen 20 minutos de capacidad, pero el incendio del garaje de la calle Lilos de Alcorcón ya llevaba mucho más tiempo activo desde que llegaron los efectivos de extinción del parque municipal que ayer contaba con 10 bombero de guardia de los 70 que componen la plantilla de Alcorcón, entre las mejores pagadas y mejor preparadas de España, coinciden todas las fuentes.

El bombero entró de nuevo a por su compañero con la misma botella de oxígeno, y falleció poco después asfixiado. Según fuentes de la investigación, ese segundo bombero, al entrar en el garaje tras llevar muchos minutos con la misma botella, terminó quitándose el respirador autónomo tras quedarse sin oxígeno. Por eso, cuando fue rescatado no llevaba el equipo.

Los bomberos en la puerta del garaje.
Los bomberos en la puerta del garaje.EL MUNDO

Aquí la investigación detecta un posible error de planificación muy serio: no había tablas de control en el dispositivo, por lo que nadie apuntó cuánto tiempo llevaba ese bombero con esa botella, y cuándo se le iba a acabar.

EL MUNDO también ha podido recoger en la investigación cierta sorpresa por el hecho de que los bomberos de Alcorcón tardaran casi 50 minutos en pedir ayuda a los de la Comunidad de Madrid con un incendio que, claramente, se les complicó desde un primer momento.

Según ha podido recoger este diario, el aviso lo reciben los efectivos de Alcorcón a las 15.38 horas. No se avisa a sus homólogos de la Comunidad, que disponen de efectivos de sobra para este tipo de sucesos, hasta las 16.25 horas.

El motivo por el que se produjo el fuego parece también claro. El conductor del Porsche, según estas fuentes, se confundió al dirigir su coche para entrar al garaje. Bajo la rampa, atravesó la primera puerta y luego se estrelló contra una segunda puerta. El vehículo, que tenía todos los mandos de control en el volante, en vez de frenar y controlar su trazada, aceleró a toda velocidad al bajar la rampa.

De resultas de ello, se llevó por delante el segundo portón, el de abajo, que caería después sobre la manguera, dejando atrapados a los bomberos, y terminó chocando con otros coches en el fondo del garaje, que tiene forma de U.

Fue la interacción entre esos coches y el Porsche lo que produjo el fuego, que rápidamente comenzó a afectar a las baterías de litio del Cayenne.

Este tipo de baterías arden de una forma particular: cuando las celdas van siendo afectadas por el fuego, lanzan llamaradas muy directas, como "dardos" de fuego, en terminología de los bomberos. Uno de estos dardos habría acabado con la vida del primer efectivo, barajan los investigadores.

Los compañeros del primer fallecido, Jesús, llegaron incluso a tirarle del brazo para intentar sacarle del fuego que le estaba afectando, sin lograr salvarle.

Luego falleció el otro compañero, Sergio, y un tercero sufrió quemaduras inhalatorias graves, aunque fuentes de los bomberos de Alcorcón señalaban este jueves que probablemente se recuperará de ellas.

El consumo de las bombonas de oxígeno en un contexto así, explican estas fuentes, pudo ser además mucho más rápido de lo habitual, al exigir mucho esfuerzo a los bomberos. La confluencia de todas esas dificultades provocó el fatal desenlace.

En el incendio resultó herido grave otro bombero, Guillermo, del mismo parque de Bomberos de Alcorcón. También se quedó sin oxígeno y fue rescatado tras inhalar humo. También sufre quemaduras superficiales en cara, brazos y manos.