GASTRONOMÍA
Ruta

10 restaurantes bonitos para comer bien (y rico) en Madrid

Cartas de primera e interiorismo cuidado son las claves de este puñado de locales, algunos nuevos, donde el diseño innovador y la buena cocina se alían para aportar modernidad a la ciudad

The Library, nueva boutique del vino con bar, oferta gastronómica y club privado de Grupo Paraguas.
The Library, nueva boutique del vino con bar, oferta gastronómica y club privado de Grupo Paraguas.
Actualizado

¿Qué significa un restaurante bonito en la era reciente de la gastronomía? Por desgracia, un lugar donde en demasiadas ocasiones se come regular o tirando a mal, donde se paga más por el decorado y el continente que por la comida o el contenido y donde el objetivo de lograr un proyecto lucido estéticamente -con una potente estrategia de comunicación incluida- se lleva un porcentaje elevado de la inversión, frente al presupuesto destinado a componer una oferta de platos deliciosos y cocinados con cierto mimo.

Sin embargo, como en todo, siempre hay excepciones -que no dejan de confirmar la regla-. Y, dentro de la fiebre madrileña de la hostelería, la ciudad también gana en modernidad bien entendida con conceptos innovadores que cuidan su interiorismo y, a la vez, sus cartas. En ellas desfilan platos de alguna cocina internacional, pero también recetas tradicionales que llegan a las mesas de estos comedores donde la estética, si es cuidada y se alía con buena cocina, puede que también alimente un poco.

Bonitos, dentro de la subjetividad del adjetivo, y sobre todo ricos son estos diez restaurantes -algunos de apertura reciente- que con formatos de negocio y estilos de cocina diferentes van animar esta primavera.

THE LIBRARY

Jarrete con puré de patata, en The Library.
Jarrete con puré de patata, en The Library.

Puede que sea uno de los locales con uno de los interiorismos más imponentes de Madrid tras haber transformado la antigua tienda de telas Zorrilla en un multiconcepto en torno al vino, que suma boutique, bar con oferta gastro y club privado para socios. Los escaparates, que antes lucían elegantes colecciones de tejidos, ahora asoman a un espacio cuyas paredes están forradas de estanterías que guardan su bodega de 3.500 referencias. Ubicada en Serrano, casi esquina con la Plaza de la Independencia, esta especie de biblioteca del vino es, por ahora, el último proyecto de Grupo Paraguas -propietario de Amazónico, Quintín o Ten Con Ten, entre otros-, cofundado por Sandro Silva y Marta Seco, con el conglomerado turco Dogus Group como socio.

Abierto el pasado otoño, además de unos 80 vinos por copa y casi lo que cada cliente quiera en botellas, la carta de la zona llamada The Bar, permite pedir desde ensaladilla de gambas o salpicón de marisco hasta croquetas de carabinero, rosbif de wagyu con cebollitas glaseadas y jarrete con puré de patata, además de charcutería y quesos. La Cuisine es su reservado junto a la cocina, con varios menús (250-400 euros) y maridajes prémium. Son habituales las colas en la puerta. Precio medio: desde 50 euros. Serrano, 2.

BAR VERGARA

El comedor de Bar Vergara, nuevo local que tiene además barra y terraza.
El comedor de Bar Vergara, nuevo local que tiene además barra y terraza.

Es una de las últimas producciones de un grupo en el que se mezclan Mama Campo (junto a la Plaza de Olavide) y Bar Trafalgar (Alburquerque, 14), ambos en Chamberí. Nacho Aparicio y David Yllera, fundadores del primero se asociaron con Juan Tena para arrancar el segundo, un formato de bar que hace dos meses se expandió para adaptarse a nuevo barrio. Así nació Bar Vergara en Chamartín. Bajo su concepto de "bar de día y de noche", el espacio -con un punto revival certificado por una decoración con casetes, cintas VHS y música de los ochenta y los noventa- combina zona de barra, comedor y terraza. Su horario continuado lo convierte en un lugar agradable a cualquier hora. Para comer, gilda, torrezno, croquetas de jamón ibérico, montadito de patata hojaldrada con steak tartare o bikini de lacón, comté y rúcula, dentro de una lograda carta. Para beber, vermú, vinos, champán y coctelería. Precio: 35-45 euros. Serrano, 232.

KATSU

El nuevo restaurante Katsu, en Castellana.
El nuevo restaurante Katsu, en Castellana.

Abrió su primera sede en otoño en la calle de la Luna, 22 - a un paso de Gran Vía- bajo un concepto japonés sui géneris, pues su oferta asume como especialidad justo la receta que le da nombre: katsu o elaboraciones de productos empanados -rebozados con panko- y fritos. Ahora, crece para instalarse en un barrio diferente, en el entorno del Santiago Bernabéu, y en un local más grande. El resultado es un comedor de diseño tan sencillo como moderno, que podría encontrarse en Brooklyn o Copenhague. A las mesas que rodean la cristalera que da a la calle llegan deliciosos platos de fritura japonesa: chikin katsu kare, contramuslo de pollo rebozado con arroz y salsa curry; o katsudon, bol con tortilla, cerdo duroc rebozado cortado en tiras y arroz. Además, ese sándwich llamado katsu sando, nasu (berenjena en panko con salsa teriyaki) o korokke (croquetas de patata y ternera). El nuevo local añade otro comedor en la planta baja. Precio medio: 25-30 euros. San Germán, 5.

CASA MÚSICA

Crudo de dorada y ajoblanco, en  el nuevo espacio Casa Música.
Crudo de dorada y ajoblanco, en el nuevo espacio Casa Música.

Abierto en enero, es el nuevo proyecto de Nacho Aragón, Jaime Gil y Rodrigo Fernández, socios y fundadores de la marca de ropa Neutrale, que diversificaron hace unos años al entrar en hostelería con la apertura de un café de especialidad en Salesas, Casa Neutrale, al que siguieron bistró en Plaza de Cataluña y wine bar en Argüelles. Como todos sus locales, también se llama Casa y añade el apellido, Música, para dar pie a un formato que matizan como restaurante-listening bar. El local, de tonos grises y estética minimalista, ofrece una "carta creada para compartir platos", en realidad, bastante tradicionales, como huevos rellenos con mayo de anchoa, puerro con salsa holandesa, canelón de butifarra, albóndigas y milanesa con salsa tártara, pero también crudo de dorada y ajoblanco. Funciona de martes a viernes con horario de tarde y noche y el sábado añade mediodía desde las 12.30 horas. Tiene programación semanal de dj's. Precio medio: 20-45 euros. San Mateo, 22.

LLAMA INN

Comedor de Llama Inn, en la planta de arriba del local.
Comedor de Llama Inn, en la planta de arriba del local.

Desde septiembre de 2022, es la sede en Madrid de un concepto de cocina peruana nacido en 2013 en Brooklyn de la mano del chef Erik Ramírez y el exbanquero de inversión Juan Correa. Un luminoso local de dos plantas -proyectado por Plantea Estudio- en Salesas acoge doble formato de restaurante y coctelería, con la cocina capitaneada por Bruno Herce. Ostra con escabeche de ajíes, ceviche de calamar con yuca y boniato, anticuchos (brochetas), presa ibérica con escabeche peruano, lomo saltado y arroz con pato a la brasa se suceden en la carta. Los domingos ofrecen un buen brunch. Precio medio: 50-70 euros; menú: 62 euros. Prim, 2.

SUA BY TRICICLO

La sala, en un bonito patio de luces, del restaurante Sua by TriCiclo.
La sala, en un bonito patio de luces, del restaurante Sua by TriCiclo.

Concepto de asador a apenas 200 metros de TriCiclo, casa madre de un grupo donde Javier Goya y Javier Mayor son socios. Ocupa un bonito local del barrio de Las Letras, que sitúa el comedor en un patio de luces. Con la parrilla como eje central, su propuesta de "cocina pura y tradicional que nos recuerda a nuestra etapa de formación en el País Vasco" -dicen sus dueños- permite comer buena materia prima tratada con mimo en la brasa. Pasan por la parrilla puerritos de Tudela, pimiento asado y ahumado, alcachofa con emulsión de vaca vieja y vieiras, molleja de ternera, pescado del día o chuleta de vaca vieja. Precio medio: 55-120 euros. Moratín, 22.

FERIA

Uno de los espacios de Feria, con diseño vanguardista y guiños retro.
Uno de los espacios de Feria, con diseño vanguardista y guiños retro.

"Lonja gastronómica", así definen este espacio que subió persiana el pasado septiembre en la Plaza de Tirso de Molina, como nuevo proyecto de los creadores de Imparcial y Sala Equis, Daniel Pérez, Manuel Ignacio Rodríguez y Marie Jennings. Empeñados en revitalizar esta castiza zona de Madrid a través de la recuperación de edificios emblemáticos, de un antiguo periódico al último Cine X de Madrid, dan nueva vida ahora al local contiguo al Teatro Nuevo Apolo. Para rendir tributo a las fiestas populares, este ultramoderno espacio -los tonos flúor son parte de su imagen- dedica la planta baja a una sucesión de puestos de comida y mesas bajas y altas. El cliente pide bebida en una barra y vía móvil y código QR compone su comanda de platos. Llegan desde cada puesto: del dedicado a la tierra, un montadito de toro; del mar, pulpo á feira o gamba de Huelva -"no queremos desvirtuar el sabor y el espectáculo de los productos del mar con salsas ni ornamentos superfluos", advierten-; de su barra de pintxos, ensaladilla con gambón. En el piso de arriba, funciona la coctelería. Precio medio: 25-45 euros. Plaza de Tirso De Molina, 2.

FARAH

Kebab de pierna de cordero lechal con pistachos y piñones, en Farah.
Kebab de pierna de cordero lechal con pistachos y piñones, en Farah.

Apuesta personal de la cocinera Heba Kharouf, abierta hace año y medio en la Carrera de San Francisco, en pleno barrio de La Latina. En este coqueto y acogedor local con look de bistró y formato de casa de comidas funciona una propuesta de cocina del Mediterráneo oriental, que rinde cuentas de los orígenes de la chef. Su carta combina platos como baba ganoush con nueces y perlas de granada, kebab de pierna de cordero lechal con pistachos y piñones tostados y lubina con tahini, ajo y alcaparras. Cuenta con terraza con vistas a San Francisco El Grande. Precio medio: 35-45 euros. Carrera de San Francisco, 12.

BAR TOMATE

Parrillada de verduras, arroz al carbón y bravas, en Bar Tomate.
Parrillada de verduras, arroz al carbón y bravas, en Bar Tomate.LEKUONASTUDIO

El primer proyecto en Madrid del Grupo Tragaluz -fundado en 1987 por Rosa Maria Esteva y su hijo, Tomás Tarruella- es como ellos mismo indican un "bar con cocina". Cuando arrancó, en otoño de 2009, fue exitazo con lista de espera de semanas. Hoy, Tragaluz -con el fondo Miura en su capital- mantiene calidad y estilazo en todo lo que hace. Espacio y concepto siguen siendo modernos, con "comida informal a todas horas". Tortilla abierta de setas; gamba de cristal y piparras; bravas; ensaladas; buenas pizzas y recetas al carbón, como parrillada de verduras, puerros con romesco o arroz de marisco. Destino también para desayunar, y con brunch. Precio medio: 35-50 euros. Fernando El Santo, 26.

HER

Pizza de alcachofa, pesto, provolone y panceta, en Her.
Pizza de alcachofa, pesto, provolone y panceta, en Her.

"Comedor moderno" en un espacio de estilo nórdico. Ese es el concepto de este local abierto en otoño de 2021, en el barrio de Salamanca. Se trata del proyecto en España de Marco Carboni, hostelero italiano al frente de un grupo presente en países como México. Funciona con una carta de "cocina mediterránea con un enfoque en productos artesanales locales" para compartir: pizzas, risottos, pasta como el ravioli de espinaca, crudos como aguachile de camarón o productos tratados en el horno-parrilla Josper como short rib de ternera. Cuentan con vinos de pequeños productores. Precio medio: 35-50 euros. Hermosilla, 4.