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Cibercondría, cuando los menores prefieren acudir al 'doctor Google' antes que ir al médico

Los adolescentes viven pegados a su móvil y muchos recurren a las redes sociales para consultar sus dolencias. Uno de los riesgos de esta práctica es el autodiagnóstico.

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Cibercondría, cuando los menores prefieren acudir al 'doctor Google' antes que ir al médico
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Aunque las familias no lo vean siempre con buenos ojos, lo cierto es que los adolescentes no se separan de sus teléfonos móviles. En ellos no solo están sus amigos, sino un sinfín de recursos que sostienen su día a día: siguen la pista de sus ídolos, aprenden cómo maquillarse, cómo bailar, repasan las lecciones con sus ciberprofesores de cabecera y se tiran las horas muertas en aplicaciones como Instagram y TikTok. Hasta aquí todo (más o menos) en orden.

En internet, pues, están sus pares y también todas las respuestas a sus dudas y curiosidad. El problema es que no siempre la información que circula está debidamente contrastada, lo que se convierte en una práctica preocupante cuando hablamos de un tema sensible como la salud. Páginas web de diverso pelaje y hasta las redes sociales, incluso, se han convertido en un buscador donde los jóvenes tratan de encontrar un nombre a sus dolencias en busca de un autodiagnóstico. Este fenómeno recibe el nombre de cibercondría.

El último informe de la plataforma de seguridad online Qustodio, Nacer en la era digital: la generación de la IA, de hecho, revela que las redes sociales constituyen la principal actividad digital de los jóvenes y, por tanto, ellos están especialmente expuestos a este problema.

En esta ecuación se cruza también el efecto Barnum, según el cual las personas perciben como válida una afirmación exclusiva sobre sí mismos que podría aplicarse igualmente para cualquier otra persona. Traducido en el ámbito de las enfermedades, el riesgo es que cuando alguien busca información en internet con la expectativa de padecer una dolencia se ratifica en esa creencia al mínimo indicio si lee los síntomas o experiencias de otros usuarios. Y esto, ojo, sin acudir a ningún profesional sanitario. Aquí, realmente, radica el problema.

Gloria R. Ben, psicóloga experta de Qustodio, explica: "Al creer que estás enfermo puedes empezar a actuar como si lo estuvieras e incluso, a sentir que realmente tienes esos síntomas, aumentando tu ansiedad y generando más búsquedas relacionadas con lo que sientes". Y añade: "La búsqueda excesiva de información, sobre todo a nivel médico, suele derivar en un aumento de la ansiedad, la posible convicción de que se padece alguna enfermedad y, por ende, realizar acciones para comprobar si estamos en lo cierto, más autoobservación, aumento de estrés...".

Más de la mitad de los españoles recurre a la red

Consultar al conocido como Doctor Google no es un asunto solo de jóvenes. Más del 52,1% de los españoles reconoce usar internet, las redes sociales y hasta la inteligencia artificial para buscar una posible enfermedad, según el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida de la aseguradora Aegon. Ante esto, desde Qustodio detallan algunos de los peligros que puede traer esta tendencia en los menores:

Diagnosticarse erróneamente: cuando se busca información sobre los propios síntomas, un adolescente puede realizar una interpretación poco precisa de la naturaleza de los síntomas, pero al sentirse reflejado en el malestar de otras personas o en la información que ha encontrado, puede estar seguro y darlo por hecho (el citado efecto Barnum o de validación subjetiva). El riesgo es recurrir a remedios que a otras personas les ha funcionado, o a un tratamiento erróneo que genere un peligro para la salud o un retraso en la atención médica.

Ansiedad: la búsqueda excesiva de información, sobre todo a nivel médico, suele derivar en un incremento de la ansiedad, debido a la posible convicción de padecer alguna enfermedad. Esto se traduce en realizar acciones para comprobar si se está en lo cierto, una mayor autoobservación y un aumento del nivel estrés, impactando negativamente en la vida diaria y dejando de hacer actividades que en otros momentos se realizan.

Hipocondría: siguiendo la idea anterior, el acceso instantáneo y recibir constantemente información sobre problemas médicos, síntomas... puede generar una mala interpretación o una búsqueda masiva que hace que de una simple búsqueda se pueda proceder a muchas más. Esto puede causar un aumento constante de enfermedad y generar preocupaciones por condiciones que tal vez no tienen.

Para Gloria R. Ben, "la cibercondría también produce un cambio en la manera de comportarse". Se refiere a la psicóloga a que pueden encerrarse en sí mismos, dejar de hacer actividades, sumergirse más en internet, tener reacciones emocionales intensas, etc. Y recomienda a los padres observación y comunicación por si necesitan ayuda.

Webs de salud: recomendaciones de uso

Colegio de Médicos de Barcelona

Internet es un totum revolutum y por eso, sobre todo en lo relativo a páginas web con información de salud, conviene separar el grano de la paja. El uso incorrecto de la información que se encuentra online ha llevado a situaciones impensables hace unos años, como pacientes enmendando a facultativos o dudando de su criterio profesional.

Los médicos, precisamente, recomiendan utilizar estos contenidos solo para aclarar pequeñas dudas y siempre que comprobemos que son fiables. Huelga decir que jamás deben sustituir una visita a la consulta, porque las páginas web de salud deben ser un instrumento para mejorar y potenciar la relación médico-paciente, no para mermarla. Que un especialista observe y escuche en persona es indispensable para saber qué puede estar sucediendo, así como para considerar la necesidad o no de realizar pruebas diagnósticas o indicar el tratamiento más adecuado.

De entre las entidades profesionales que han elaborado decálogos de buen uso de la información sobre salud en internet, destacamos la del Colegio de Médicos de Barcelona. Sus recomendaciones pasan por mantener una actitud crítica ante los contenidos que encontremos, identificar la fuente que está detrás de ellos, no tomar ninguna decisión sin consultar a nuestro profesional de referencia, mostrar precaución si se incluye la venta de medicamentos (práctica ilegal si se precisa receta) y ser cautos con los datos personales, entre otras.

Otra iniciativa interesante corre a cargo de la Comunidad de Madrid que, recientemente, informó de que estrenará antes de fin de año una web para informar y formar a los usuarios en relación a la salud. Su intención es anular al doctor Google con contenidos fiables que nunca sustituyan al médico, según afirmó la consejera de Sanidad, Fátima Matute.