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Cannes oficializa una nueva generación en el cine español: Carla Simón y Oliver Laxe competirán en la Sección Oficial

Junto a los españoles, destacan los estadounidenses Kelly Reichardt, Richard Linklater, Wes Anderson y Ari Aster; la francesa Julia Ducournau, los hermanos belgas Dardenne y el ruso Sergei Loznitsa en la lucha por la Palma de Oro

Carla Simón, en el rodaje de Romería
Carla Simón, en el rodaje de RomeríaE. M.
Actualizado

La última vez que dos representantes de eso llamado cine español coincidieron en la sección oficial de Cannes fue en 2009. Entonces, Pedro Almodóvar y Isabel Coixet llevaron juntos a la Croisette Los abrazos rotos y Mapa de los sonidos de Tokio. Luego, el primero repitió con La piel que habito (2011), Julieta (2016) y Dolor y Gloria (2019), y Albert Serra le tomó el testigo en 2022 con Pacifiction. Pues bien, y tras dos años de ausencia, ahora son Carla Simón y Oliver Laxe los que optarán a la Palma de Oro con sus películas Romería y Sirat.

"Nos avisaron ayer a las diez y media de la noche. Sabíamos que estábamos ahí, que la película había gustado, pero que podíamos entrar o no", comenta Carla Simón vía zoom secundada por su productora María Zamora. Se da el caso que la directora acudirá a Cannes embarazada de ocho meses. Digamos que las buenas noticias se le amontonan. "Lo que he aprendido todo este tiempo es que no podría hacer algo que no siento. Si no estoy convencida de algo, prefiero no hacerlo", dice la directora para ofrecer una pista de por qué está ahora mismo en el lugar de honor del principal festival de cine del mundo. "Hemos caído de pie", añade la productora. Cuenta ella y le da la razón su cómplice que la que han hecho es una película que no ha evitado el riesgo; que Romería es menos realista y más mágica que sus trabajos anteriores; que sin sentirse representante de nada ni de nadie sí se sabe muy bien acompañada por toda una generación, mujeres directoras en su mayoría, que ha dado cuerpo y forma lo que los titulares han dado en llamar "la irrupción de la mujer en el nuevo cine". Y así.

"Lo que he aprendido todo este tiempo es que no podría hacer algo que no siento. Si no estoy convencida de algo, prefiero no hacerlo"

Carla Simón

El caso de Oliver es distinto y, a su modo, idéntico. "Siento que somos de la misma tribu", comenta también desde el zoom (otro distinto) Laxe. Se refiere a su compañera y, de algún modo y desde ahora mismo, también rival Carla. Y sigue: "Estoy tranquilo. Nos enteramos hace ya tres días de que estábamos dentro. Es más, tengo la sensación de que esta vez ha sido la más fácil de todas las veces que he ido a Cannes. Pese a que todos mis proyectos son frágiles, quizá éste sea el menos frágil, el más fuerte de todos". Sirat, que viene a querer decir algo así como camino o vía hacia otro lugar mejor, es el resultado de un rodaje de siete semanas ("Ninguno de mis proyectos se ha ido más allá de las cinco", puntualiza) y es definida por su director como la película "más abierta y, al mismo tiempo, más radical" de su carrera. Confiesa que ha habido concesiones, pero que éstas han sido "concesiones queridas", no impuestas. "Ha habido un esfuerzo por adaptarse al espectador que ahora somos para subirlo al caballo de nuestra propuesta", dice algo críptico tras dudar, corregirse y finalmente admitir la que tal vez sea la clave de todo: "Es sin duda mi trabajo más político y el comité de selección nos lo ha hecho saber desde el principio". Y así.

"Este es mi trabajo más abierto y, al mismo tiempo, más radical y más político de todos mis proyectos"

Oliver Laxe

Para Carla Simón, su presencia en la Sección Oficial de Cannes supone un paso más en su empeño de abrir nuevos caminos y de abanderar a esa buena companía de la que habla. Cabe recordar que ya en 2022 ganó con Alcarrás el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Romería es el cierre de una trilogía que se inició con Verano 1993. Aquella película narraba con todo detalle el momento en el que Frida, la protagonista, aprendía a llorar en brazos de sus nuevos padres adoptivos, que eran sus tíos, la muerte de sus padres. Frida era Carla. Y Carla era la viva imagen del tiempo, de su tiempo, de cualquier tiempo fracturado. Luego llegó Después también, un cortometraje sobre el estigma social del VIH que también quería ser otro abrazo más a esos padres que no estuvieron. Y un poco más tarde apareció como de la nada Carta a mi madre para mi hijo, un ensayo cinematográfico deslumbrante que imaginaba en forma de salto generacional un contacto casi místico entre la madre ausente y el hijo inminente. Carla en ese momento estaba embarazada como lo está ahora. Para esta película, la directora se sirvió de una correspondencia dejada por su madre antes de la muerte. Romería vuelve a esas cartas y, a su modo, las reescribe. En el reparto, la debutante Llúcia Garcia, el músico Mitch Robles, Tristán Ulloa, Janet Novás, Celine Tyll, Miryam Gallego, José Ángel Egido, Sara Casasnovas...

Por su parte, Oliver Laxe vivirá su cuarta experiencia en Cannes con Sirat. El cineasta gallego, también y quizá a su pesar abanderado de lo que se ha venido en llamar Novo Cinema Galego, ya fue ganador en 2010 del Premio FIPRESCI por su película Todos vosotros sois capitanes; en 2016, ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes por Mimosas, y en 2019 O que arde fue recompensada con el premio del Jurado en la sección Un certain regard. Sirat, producida por Deseo (es decir, Almodóvar) junto a Movistar Plus+, cuenta la historia de un padre y un hijo. Los dos buscan a Mar, su hija y hermana, desaparecida hace meses en una fiesta perdida en medio de las áridas y fantasmagóricas montañas del sur de Marruecos. Lo que sigue, dice la sinopsis, es algo así como el destino que les empuja detrás de una última fiesta que se celebrará en el desierto. Sergi López oficia de protagonista.

Por lo demás, al socaire de Tom Cruise, que paseará por la Croisette con el cierre de la saga Misión Imposible, dirigida por Christopher McQuarrie, no faltarán los grandes nombres a la cita francesa. Allí se verá a Robert de NIro con su flamante Palma de Oro de honor; a Jodie Foster, quien protagoniza el thriller fuera de competición de Rebecca Zlotowski Vie Privée; y no lejos a Joaquin Phoenix, Emma Stone, Pedro Pascal y Austin Butler, que aparecen en la película de Ari Aster Eddington; y a Josh O'Connor, quien protagoniza dos películas en competición con The Mastermind, de Kelly Reichardt, ambientada en la guerra de Vietnam, y The History of Sound, el romance gay de Oliver Hermanus, junto a Paul Mescal. Y todos ellos seguidos por el reparto completo de The Phoenician Scheme, de Wes Anderson, que compite e incluye a Benicio del Toro, Michael Cera, Tom Hanks, Bryan Cranston, Riz Ahmed, Benedict Cumberbatch y Scarlett Johansson. Esta última estrenará su ópera prima como directora, Eleanor the Great, en la sección Un Certain Regard.

La competición oficial por su parte luce quizá algo menos deslumbrante que otros años, pero quizá por ello más profunda. Además de los citados, vuelven los hermanos Dardenne, poseedores de los palmas de oro, con Jeunes Mères, Julia Ducournau con Alpha tras lograr el premio mayor gracias a Titane o Richard Linklater, que tras presentar en febrero en la Berlinale Blue Moon estrenará en Cannes su particular lectura del momento de la historia del cine en el que cambió todo: Nouvelle Vague se llama. La directora japonesa Hayakawa Chie (Renoir), el ruso Sergei Loznitsa (Two Prosecutors), el italiano Mario Martone (Fuori), el iraní Jafar Panahi (Un Simple Accident), el danés Joachim Trier (Sentimental Value), el brasileño Kleber Mendonça Filho (O Secreto Agente), el alemán residente en Francia Dominik Moll (Dossier 137), la francesa de ascendencia argelina y tunecina Hafsia Herzi (La Petite Dernière), el sueco de origen egipcioTarik Saleh (Aigles of the Republic) y la alemana Mascha Schilinski (Sound of Falling) completan la lista de candidatas y candidatos a la Palma de Oro junto a Romería y Sirat, junto a Carla Simón y a Oliver Laxe, dos indios de la misma tribu.