"Mi marido es griego y vivimos en Londres. Venimos mucho a Atenas, pero para ver las obras de arte reales tenemos que ir al museo de nuestra ciudad. No tiene mucho sentido. Los británicos los han tenido durante muchos años; es hora de que vuelvan a casa". Rosita descansa en un banco después de una larga caminata para recorrer la Acrópolis junto a su amiga Mery, que visita el Partenón por primera vez y que, "como británica", no tiene una opinión respecto al eterno debate sobre si el Museo Británico debería devolver a Grecia los mármoles de su templo más conocido. Las piezas fueron sacadas de Grecia con el beneplácito de los otomanos y llevadas a Londres en 1816 por el noble escocés Thomas Bruce, conocido como Lord Elgin, que las vendió al Gobierno británico para exponerlas en el Museo Británico.
La polémica está más viva que nunca. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, mantiene desde 2021 conversaciones a puerta cerrada con el presidente del museo, George Osborne, para intentar que devuelvan al menos una parte de la colección de estatuas y frisos esculpidos que adornaban el Partenón. Y según los medios griegos, podría estar a punto de alcanzar un acuerdo satisfactorio para las dos partes. El problema es que la ley impide al Museo Británico devolver permanentemente las obras de arte a Grecia, pero se especula con la posibilidad de que la colección sea cedida a Atenas, a cambio de otros objetos clásicos griegos para exponer en el museo londinense.
Dagmar está de visita en Atenas con su marido, es alemana y compara el debate en Grecia con el que hubo recientemente en su país a causa de los Bronces de Benín que el Gobierno alemán entregó a Nigeria el pasado año para exponerlas en el Museo de Arte de África Occidental de Edo, que además subvencionó Berlín. Pero en el último momento, el presidente nigeriano, Mohammadu Buhari, entregó la propiedades de los bronces al rey Oba Ewuare II, y en su casa se han quedado: "¿Por qué los devolvimos si nadie más que el rey puede verlos en Benín? En Grecia es diferente, hay museos para que la gente pueda apreciar los mármoles. Londres tiene que devolverlos", opina Dagmar.
Grecia lleva intentando recuperar sus piezas saqueadas y expuestas en diferentes museos de Europa desde principios del siglo XX. En enero, el Museo Arqueológico de Palermo, capital de Sicilia, llegó a un acuerdo con el Museo de la Acrópolis para repatriar una parte del friso del Partenón que llevaba dos siglos en suelo italiano. El pasado marzo el Papa Francisco tomó la decisión histórica de devolver a Grecia varias esculturas de 2.500 años de antigüedad pertenecientes al templo que habían formado parte de la colección del Vaticano durante siglos. Y recientemente, Austria anunció que devolverá dos fragmentos de la parte norte del friso expuestos en el Museo de Historia del Arte de Viena. El Ejecutivo griego espera que el resto de museos que albergan piezas del templo, patrimonio de la humanidad, sigan estos ejemplos.
Jill es canadiense y pasa unos días en Atenas, pero ha estado muchas veces en el Museo Británico: "La realidad es que no les pertenece, este debería ser su lugar. No pidieron si podían llevarlos, los robaron directamente. Creo que terminarán por devolverlos, tienen mucha presión. Todas las cosas que tienen en realidad pertenecen a los lugares de los que las cogieron". De igual forma opina Bruno, recién llegado de México, pero va más allá: "Antes que los frisos, los británicos deberían devolver todo lo que tienen de África y Sudamérica. Su museo es muy visitado por los egipcios, pero también tienen mucho de Chile".
Las elecciones han dejado en suspenso las conversaciones entre el primer ministro y el presidente del Museo Británico. Aunque la secretaria de Cultura británica, Michele Donolan, se ha cerrado en banda y asegura que no es la intención del Gobierno devolver nada a Grecia porque "abriría una caja de Pandora y se empezaría a cuestionar todo el contenido de los museos británicos".
Si los propios turistas se posicionan del lado griego, ni que decir tiene los locales. Eva y Aylen regentan una tienda de souvenirs en la calle Vyronos, contigua a la oficina de venta de billetes para visitar la Acrópolis. "Tienen que devolvérnoslo. Es parte de la historia griega, de nuestra civilización, no de la británica. Hace años, Reino Unido alegaba que los mármoles no podían estar en el exterior, que no teníamos la infraestructura, pero ahora tenemos el Museo de la Acrópolis para protegerlos. Se han quedado sin argumentos. Mitsotakis es el primer jefe de Estado que realmente está haciendo algo por lograr que los devuelvan", afirman.
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