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La Villita: el microcosmos del complejo voto latino en pleno Chicago

Parece imposible que este recodo de 13 kilómetros cuadrados esté en medio de la tercera mayor ciudad de Estados Unidos. Aunque ganan siempre los demócratas, hay una fractura política clara.

Varios coches en la entrada de La Villita. el conocido como 'México del Medio Oeste', en Chicago.
Varios coches en la entrada de La Villita. el conocido como 'México del Medio Oeste', en Chicago.John GressReuters
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¿Por qué son los inmigrantes tan buenos creando empresas en Estados Unidos? Kim Close, la directora ejecutiva de la Foundation of Little Village (Fundación de La Villita) tiene unas cuantas teorías al respecto.

"Por un lado está el hecho de que tienen el ascenso en la sociedad bloqueado, precisamente por ser inmigrantes. Eso les obliga a establecer sus propios negocios si quieren entrar en la clase media. Por otro, por convicción personal. Los inmigrantes son los únicos estadounidenses que todavía creen en el 'Sueño americano' [la teoría de que, a base de trabajo y esfuerzo, en EEUU se puede llegar a donde sea. Y, finalmente, muchos de ellos necesitan ser independientes económicamente, porque saben que no regresarán jamás a sus países de origen, y también son conscientes de que aquí nunca serán vistos como ciudadanos comunes y corrientes, con independencia de lo que digan sus papeles. De modo que buscan la independencia económica", explica en una conversación telefónica.

La Fundación Litte Village toma su nombre del barrio en el que está, La Villita, a menudo denominado "el México del Medio Oeste", en la parte sur de Chicago, ciudad donde se celebra la Convención Nacional del Partido Demócrata. Con sus casitas bajas, sus puestos callejeros (todos ellos sin licencia municipal) en los que se venden desde tamales hasta camisas, y sus restaurantes de comida genuinamente mexicana, parece imposible que ese recodo de 13 kilómetros cuadrados en el que viven unas 75.000 personas esté en medio de la tercera mayor ciudad de Estados Unidos, a la que solo separa un lago -bien es verdad que se trata de un lago de 500 kilómetros de largo, o sea, la distancia de Madrid a Oviedo- de Canadá.

La Villita es en cierto sentido un microcosmos de la comunidad latina en Estados Unidos. Por un lado, y confirmando las palabras de Close, es un centro económico de primera magnitud, hasta el punto de que la calle 26 es la segunda arteria comercial más importante de Chicago, solo por detrás de la llamada 'Milla Magnífica' de la Avenida Michigan en el centro de la ciudad, que viene a ser la versión del Medio Oeste de la Quinta Avenida neoyorquina. Es, también, un oasis de tranquilidad. Frente a la abundancia de mendigos en los centros de las ciudades estadounidenses -en especial las de California, con San Francisco y Los Ángeles a la cabeza- aquí no hay signos de pobreza callejera.

Pero eso no quiere decir que no haya crimen. Y mucho. Dos bandas -los 'Latin Kings' y los 'Two-Six'- se reparten, bloque a bloque, La Villita. Además, el barrio también tiene inmigración ilegal, no de México, sino de Centroamérica. Los habitantes del barrio no revelan más consideración con esos recién llegados que los de otras partes del país. Una de las prácticas más comunes en La Villita es alquilar apartamentos a grupos de indocumentados, que llegan a tener que repartirse una habitación entre cuatro personas.

Fractura política clara

Y, aunque aquí ganan siempre los demócratas, hay una fractura política clara. "Desde el punto de vista social, esta zona es muy conservadora. El aborto, por ejemplo, tiene un rechazo tremendo", explica Cole, cuya organización se dedica a favorecer la creación de negocios y empresas en el barrio. "Sin embargo, los jóvenes y, en general, los inmigrantes de segunda generación [es decir, nacidos en EEUU] son muy progresistas. A su vez, los mayores y los que vinieron de México apenas votan, porque tienen la idea de que el Estado no sirve para nada, pero la siguiente generación está muy movilizada políticamente", concluye.

El congresista demócrata de izquierda Chuy Garcia vive en La Villita. Sus intentos para movilizar el voto en favor de Joe Biden dieron muy pocos resultados. Pero la candidatura de Kamala Harris ha sido como una descarga de adrenalina entre los votantes de ese partido en la zona. En todo caso, da igual quién gane en La Villita. Illinois es un estado totalmente demócrata, debido al peso de Chicago que, como todas las ciudades de EEUU, vota por ese partido. Así que aquí las elecciones ya están decididas.

La Villita es, así, un ejemplo de la situación del voto hispano en EEUU. Poca gente vota, y Trump tiene mucha más popularidad de la que se le atribuye pese a su feroz retórica antiinmigrante y al hecho de que algunos de sus seguidores más relevantes, como el neonazi Nick Fuentes o el congresista republicano por Arizona Paul Gosar, proponen la creación de un país dentro de Estados Unidos sólo para blancos. Es el voto por motivos culturales que, también, es lo que inspira a las generaciones más jóvenes, solo que en su caso les lleva a apoyar a Harris.