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Oriente Próximo

Los rebeldes sirios capturan Hama ante la caída de las defensas de Asad

La ciudad se encuentra a medio camino entre Alepo y la capital, Damasco, además de limitar con la provincia costera de Latakia, una base de apoyo popular para Asad

Los rebeldes sirios capturan Hama ante la caída de las defensas de AsadEL MUNDO (Vídeo) / AL KASSEM | AP (Foto)
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Tras tres días de intensos combates contra las fuerzas del régimen sirio, el grupo insurgente Hayat Tahrir Al Sham (HTS) -una escisión de Al Qaeda- junto con facciones rebeldes aliadas, han capturado la ciudad de Hama provocando una retirada de las fuerzas de Bashar Asad, sumando así una nueva victoria tras la toma del este de Idlib y Alepo. Durante la mañana del jueves se produjeron combates en tres puntos de la ciudad desde donde los insurgentes penetraron hacia el centro, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cuenta con una extensa red de fuentes sobre el terreno. A su paso tomaron instalaciones estratégicas de la ciudad, entre ellas el aeropuerto militar de Hama, así como la prisión central, donde liberaron a decenas de prisioneros del régimen, según varias fuentes sobre el terreno.

Las fuerzas de Asad -que cuentan con apoyo de Moscú y Teherán- lanzaron una contraofensiva el pasado martes para intentar frenar el avance de los insurgentes hacia Hama. En la zona norte de la provincia, el ejército intentó repeler a los rebeldes con apoyo aéreo sirio y ruso, según una fuente militar citada por la agencia oficial siria Sana.

Los uniformados sirios anunciaron este jueves que ya no tenían el control de la ciudad y que replegaron sus fuerzas hacia el Sur. "En las últimas horas, con la intensificación de los enfrentamientos entre nuestros soldados y grupos terroristas... Estos grupos pudieron abrirse paso en varios ejes de la ciudad y entrar en ella", señala el comunicado. "Para preservar la vida de los civiles en Hama y no involucrarlos en batallas dentro de las ciudades, las unidades militares estacionadas allí se reubicaron y reposicionaron fuera de la ciudad", añade la nota. Pese a la retirada, los aviones sirios bombardearon zonas bajo control rebelde en Idlib y Alepo. "Continuaremos cumpliendo con nuestro deber nacional de recuperar las regiones invadidas por organizaciones terroristas", aseguraron.

Tras la captura de la ciudad, el líder de HTS, Abu Mohamed al Jolani, aseguró que sus fuerzas entraron en Hama para "limpiar una herida de 40 años", en alusión a la masacre perpetrada en 1982 por el padre del presidente contra una insurrección de los Hermanos Musulmanes, que causó cerca de 20.000 muertos. Es una de las pocas ciudades que ha permanecido bajo el control del régimen durante toda la guerra y se encuentra a medio camino entre Alepo y la capital, Damasco -a 200 kilómetros al sur-, además de limitar con la provincia costera de Latakia, una base de apoyo popular para Asad.

Se espera que los insurgentes avancen hacia el Sur para tomar la ciudad de Homs, donde se inició el levantamiento contra el régimen en 2011. HTS lanzó la ofensiva el 27 de noviembre y en nueve días ha conseguido tomar bajo control gran parte del noroeste del país ante la debilidad de las fuerzas aliadas del régimen -Rusia e Irán- enfrascadas en sus propios conflictos en Ucrania y Oriente Próximo.

Los militantes rebeldes están cuidando mucho la comunicación en cada avance, en un intento de ganar legitimidad en su ofensiva. El responsable de la comunicación de la operación, Abdul Rahman Muhammad, anunció la entrega de la central térmica de Alepo a ingenieros especializados para garantizar las necesidades de la población. El grupo informó de avances en el mantenimiento de los servicios públicos mínimos en las ciudades tomadas, así como la promesa de respetar a las minorías residentes en estos territorios, principalmente cristianos, kurdos y alauíes. A pesar de sus promesas, estos grupos guardan cierto recelo ante las intenciones de HTS, mientras que los kurdos temen represalias de las facciones rebeldes aliadas apoyadas por Turquía, que han avanzado hacia el norte de Alepo, donde se han producido enfrentamientos contra las milicias kurdosirias.

La ofensiva ha desplazado a más de 115.000 personas en apenas una semana, según el coordinador humanitario regional adjunto de la ONU en Siria, David Carden. Gran parte de estos civiles son kurdos que huyeron de Tel Rifat, al norte de Alepo, después de que fuera tomado por las facciones respaldadas por Turquía. Desde el inicio de la operación han muerto 727 personas, en su mayoría combatientes del régimen o de las facciones rebeldes, pero también 111 civiles.