La Comisión Europea está evitando a toda costa criticar la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para hacerse con el control de Gaza y expulsa a los palestinos. "Tomamos nota de los comentarios del presidente Trump. La UE sigue firmemente comprometida con la solución de los dos Estados, que es el único camino para una paz duradera tanto para los israelíes como para los palestinos", repiten casi palabra por palabra diferentes fuentes y portavoces comunitarios.
Una respuesta de manual de Bruselas, clásica, de la que se podría entender que la Comisión está en contra del plan de Trump y a la que han añadido que "no debería haber más desplazamientos forzosos de palestinos". Pero la cuestión es tan importante que se antoja necesaria una respuesta más contundente, profunda y elaborada. Pero eso no va a ocurrir, al menos en el corto plazo y mucho menos teniendo en cuenta el momento de tensión e incluso temor a que Estados Unidos efectivamente aplique aranceles a Europa. Cualquier manifestación no haría más que acelerar una guerra comercia que, por otra parte, parece ya inevitable.
La respuesta de la UE, además, contrasta con las que ya están dando algunos países miembro. Y una de las más rotundas y que, como no podía ser de otra manera, más se acerca a Trump es la Gobierno de Viktor Orban. "Hungría está interesada en todas las soluciones que traigan paz y estabilidad a Oriente Medio", ha asegurado el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, en una entrevista con la televisión estadounidense Fox News recogida por Efe.
El responsable del Ejecutivo húngaro no sabe si realmente será posible que el presidente de Estados Unidos lleve a cabo su plan, pero sí ha querido incidir en que el magnate "tiene fantásticas habilidades negociadoras". "Si se trata de Trump, nada es imposible", ha incidido.
El presidente húngaro siempre ha sido muy cercano a Trump, uno de sus grandes aliados en Europa. Y aunque ahora parece que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, le ha apartado un poco en las preferencias del presidenta de EEUU, Orban celebró brindando con "vodka" la victoria electoral del magnate.
"Querían encarcelarlo, quisieron confiscarle sus bienes, le quisieron matar y hoy es presidente de EEUU", señaló durante la reunión de la Comunidad Política Europea y de los líderes de la UE que Budapest acogió en noviembre. La posición magiar, por lo tanto, es consecuente con esa admiración y cercanía.
Macron lo rechaza
También Francia se ha posicionado ante el plan de Trump, aunque en este caso claramente en contra. El presidente Emmanuel Macron aseguró ya ayer que desplazamiento forzado de la población palestina de Gaza "sería inaceptable", afirmación en la que coincidió con el máximo mandatario de Egipto, Abdelfatah al Sisi, durante la conversación que ambos mantuvieron.
Y desde Italia, el ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani, apuntó que el plan de deportar a los palestinos de la Franja de Gaza a otros países "es difícil de implementar". "Respecto a la evacuación de la población civil de Gaza, la respuesta de Jordania y Egipto ha sido negativa", añadió el miércoles.
Pero no se posicionó, que es precisamente lo que este jueves le ha pedido la oposición. "Nuestro país no puede ser cómplice de esta enésima barbarie", ha reclamado Elly Schlein, secretaria general del progresista Partido Demócrata (PD). La posición de Italia será clave dada la mencionada complicidad entre Trump y Meloni y, al mismo tiempo, por la creciente importancia de la primera ministra en Bruselas.