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Turquía

La oposición elige a Imamoglu como candidato contra Erdogan horas después de su encarcelamiento: "Es hora de celebrar elecciones anticipadas"

Centenares de miles de manifestantes salen a las calles en toda Turquía por quinto día consecutivo, en las mayores movilizaciones de la última década contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

Un manifestante durante una protesta por la detención de Ekrem Imamoglu, este domingo.
Un manifestante durante una protesta por la detención de Ekrem Imamoglu, este domingo.Francisco SecoAP
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Quince millones de personas acudieron este domingo a las urnas en Turquía para elegir a Ekrem Imamoglu, popular alcalde de Estambul, como próximo candidato a la Presidencia para batir a Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde el año 2002. Desde primera hora de la mañana de este domingo se produjeron colas de más de un kilómetro y concentraciones de centenares de personas en los colegios electorales, principalmente en Estambul, donde Imamoglu es alcalde desde 2019.

La elección, abierta tanto a los miembros de su partido, el socialdemócrata CHP, como al público general, se ha convertido en un voto de protesta multitudinario por los acontecimientos ocurridos en la última semana.

En tan solo cinco días, Ekrem Imamoglu ha pasado de ser el popular alcalde de Estambul, una ciudad de 16 millones de habitantes, a ser detenido, interrogado, suspendido de sus funciones y luego encarcelado a la espera de juicio por cargos de corrupción. Pesan sobre él además acusaciones de terrorismo y también se le ha revocado su diploma universitario, necesario para ser candidato a la Presidencia. "No solo han detenido a Ekrem Imamoglu. Han detenido la voluntad del pueblo, una ciudad de 16 millones de habitantes. Si aceptamos esto, la democracia muere el día en que el Gobierno decide quiénes son sus rivales", declaró la mujer del alcalde, Dilek Imamoglu, ante una muchedumbre concentrada en el ayuntamiento para apoyar a su marido.

El líder opositor emitió su primer mensaje desde prisión para agradecer que millones de ciudadanos, más allá de los miembros de su partido, votaron en una muestra de apoyo. "Quince millones de nuestros ciudadanos emitieron sus votos. Decenas de millones de personas en este país, sufriendo la opresión del Gobierno, una economía destrozada, la falta de méritos y anarquía, acudieron a las urnas", señaló en una nota publicada por su partido. "El mensaje a Erdogan está claro: ¡Ya basta!", añade la nota.

Pese a que faltan tres años para las elecciones presidenciales, el CHP convocó estas primarias para elegir a su candidato ante la creciente presión de las autoridades contra los partidos opositores. "Se nos ha arrebatado nuestro derecho como ciudadanos. Votamos a Imamoglu como alcalde, ahora está en prisión. Le han cancelado su diploma, le han confiscado bienes. ¿Si hacen esto con él, qué harán con nosotros?", explica Ipek Kusçu, una estudiante que ha acudido a mostrar su apoyo al alcalde. "No hay salvación solos, o todos juntos o ninguno de nosotros", añade, en referencia al eslogan que miles de manifestantes han coreado desde el miércoles en apoyo a Imamoglu.

La formación cuenta con dos figuras muy populares, Ekrem Imamoglu, con un discurso más abierto que apela a las masas, incluido la población kurda del país; y el alcalde de Ankara, Mansur Yavas, que viene de una rama más nacionalista. Este último retiró su candidatura a la Presidencia antes de los comicios y proclamó su pleno apoyo a Imamoglu en las urnas. "Cerca de 20 millones de personas han votado en una urna sin estar obligados", declaró a los medios Mansur Yavas, en alusión a las votaciones nacionales en el país, que sí son obligatorias. "Es hora de celebrar elecciones anticipadas", aseguró.

"Una forma de dar voz a esta injusticia"

El encarcelamiento de Imamoglu ha provocado que sectores de toda la sociedad acudieran este domingo a las urnas para mostrar su apoyo al alcalde, desde sindicatos a partidos de izquierda, estudiantes y familias. En las colas para ejercer el voto, la gente coreaba eslóganes pidiendo justicia, libertad y la dimisión del Gobierno.

"No soy miembro del CHP pero [el voto] es una forma de dar voz a esta injusticia. No podemos quedarnos callados ante todo lo que está pasando", cuenta otro votante que se acercó a apoyar al alcalde en un colegio en Estambul. "La gente está harta, harta de no poder hablar, de la crisis económica, de la falta de oportunidades", lamenta.

La detención del alcalde, criticada como una maniobra política del Gobierno para debilitar a la oposición, ha sido condenada incluso entre ex miembros del partido de Erdogan, el islamista AKP. "Sigo el proceso de cerca con preocupación", señaló el ex presidente de la formación, Abdullah Gül. "No se deben cometer injusticias contra Imamoglu, que fue elegido por la voluntad del pueblo", añadió.

La presión contra el partido opositor CHP va incluso más allá de Imamoglu y amenaza a la cúpula de la formación. Su líder, Özgür Özel, anunció la celebración de un congreso extraordinario para evitar una posible intervención del Gobierno en su estructura. Desde principios de semana, se especula con que el Gobierno podría presionar a los tribunales para que nombren a un fideicomisario como líder de la organización política, en medio de acusaciones de irregularidades durante el proceso de elección de la cúpula de la formación.

Quinto día de protestas y cárcel para Imamoglu

Mientras, centenares de miles de manifestantes salieron a las calles en toda Turquía por quinto día consecutivo, en las mayores movilizaciones de la última década contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan. El desafío social contra las autoridades se desató tras la detención de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y principal rival político del presidente, un arresto que ha sido percibido como una maniobra política para presionar a la oposición.

Un tribunal de Estambul dictaminó el domingo prisión preventiva para Imamoglu por corrupción, mientras que decretó libertad vigilada por la segunda investigación abierta contra él, por cargos de terrorismo. "Se ha decidido que el sospechoso, Ekrem Imamoglu, permanezca en prisión preventiva por los cargos de creación y dirección de una organización criminal, aceptación de sobornos, mala praxis en sus funciones", señaló el tribunal. Pocos minutos después de anunciarse la orden, surgieron protestas espontáneas en toda la ciudad, con estudiantes desafiando la prohibición de las autoridades de manifestarse en las calles.

"Le han quitado su diploma universitario, le han quitado la alcaldía, lo han detenido y encima no nos dejan quejarnos", explica a este periódico Mert, un estudiante de sociología que ha participado en las movilizaciones en Estambul. "Tenemos el deber de salir todos a la calle contra lo que está ocurriendo. La justicia está muerta en Turquía", denuncia.

En muchos barrios de Estambul la ciudadanía también se manifestó golpeando cacerolas desde los balcones, haciendo ruido con los coches o colgando imágenes del alcalde en establecimientos. La mayor concentración se produjo de nuevo al lado del ayuntamiento, donde acudieron partidos de izquierda, sindicatos, familias y estudiantes. "Invito a nuestra nación a luchar por los derechos con sentido de responsabilidad. Esta lucha por los derechos es una cuestión del futuro de nuestra nación y nuestros hijos", señaló Imamoglu desde su cuenta de X.

"Reuníos en las plazas de la democracia en Estambul y otras provincias, alzad vuestra voz", añadió, invitando a la población a seguir manifestándose. Desde primera hora de la tarde la policía llevó a cabo intervenciones contra los manifestantes que querían cruzar los límites de la explanada para llegar a Taksim, corazón de la ciudad y símbolo histórico de las protestas y reivindicaciones políticas en el país. Lanzaron gases lacrimógenos y pelotas de goma contra los jóvenes causando momentos de caos con heridos y desmayos.

"El Gobierno dice que somos cuatro alborotadores, pero somos miles de personas. Seguiremos en la calle hasta que cambie el sistema. Queremos una Turquía democrática", señala Halide, otra estudiante que ha acudido a las concentraciones. Muchos jóvenes tienen presentes en sus pancartas y eslóganes las protestas antigubernamentales de 2013, desatadas por el creciente autoritarismo de Erdogan. Pese a no haber vivido esa época porque eran muy pequeños, sienten que tienen la oportunidad ahora de expresar su descontento. "No es solo la detención de Imamoglu. Es la detención de estudiantes, de otros políticos. Es la intervención en las universidades, es la falta de libertades", relata Gonca, una activista feminista.

El presidente ha tildado las manifestaciones de "terror callejero" y ha acusado al partido de Imamoglu, el socialdemócrata CHP, de "intentar polarizar al pueblo". "Los días en que el terror callejero marcaba el rumbo de la política ya son cosa del pasado, igual que la antigua Turquía", aseveró Erdogan. Cerca de 800 personas han sido detenidas en los últimos cuatro días, durante las manifestaciones, en redadas policiales en domicilios o por criticar al Gobierno en redes sociales. Muchos de los detenidos son estudiantes, líderes de organizaciones universitarias, abogados e importantes miembros de partidos de izquierda, una medida habitual de las autoridades para intentar debilitar las movilizaciones. De estos 800, cerca de la mitad fueron detenidos la noche del sábado en Estambul, según anunció el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.

La Gobernación de Estambul -en manos del partido en el Gobierno, el islamista AKP- impuso restricciones a las entradas y salidas de Estambul, la mayor ciudad del país, en un intento de frenar la propagación de las protestas antigubernamentales. Por su parte, el organismo que regula los contenidos audiovisuales, llamó a las televisiones a controlar sus emisiones en directo y pidió personalmente a los directores de los canales que se abstengan de mostrar en vivo las protestas por la detención de Imamoglu.

Mientras, varios sindicatos han llamado a convocar una huelga general en protesta por las detenciones, aunque por el momento no ha sido aprobada. Por su parte, la cúpula del CHP, sigue llamando a la gente a movilizarse en todas las ciudades del país. Se espera que el desafío al Gobierno continúe en los próximos días tras el encarcelamiento de Imamoglu. Poco después del dictamen del juez, el Gobierno ha suspendido de sus funciones al líder opositor y se espera que el próximo miércoles el consejo municipal nombre a un alcalde interino. "Queremos la dimisión del Gobierno. Continuaremos en las calles hombro a hombro hasta que cambie la situación actual. Estamos hartos, no podemos respirar. No tenemos miedo", comenta a este diario Gamze, otra manifestante, y añade uno de los eslóganes más presentes en las declaraciones: "Ha caído el muro del miedo".