La conmoción era ayer absoluta en Mahón, donde todos ellos residían. Los dos adultos eran conocidos en la ciudad, participaban activamente en la vida civil y eran especialmente apreciados en la Unión Deportiva Mahón, donde dos de las dos niñas fallecidas practicaban el patinaje artístico y otro de los chicos entrenaba a fútbol en la categoría benjamín.
«Lo peor de las noticias horribles que llegan de noche es cuando por la mañana te das cuenta de que no han sido una pesadilla», lamentaban ayer desde el club mahonés, que suspendió desde ayer toda su actividad.
Ayer tarde, 24 horas después del suceso, nadie acababa de digerir todavía el impacto del peor accidente de tráfico registrado en la isla en las últimas décadas. Un trágico siniestro que, en apenas un parpadeo al filo de las ocho de la tarde de una rutinaria tarde de sábado, se cobró la vida de las seis personas que viajaban en un Kia Ceed color blanco.
Murieron todos prácticamente en el acto. En la parte delantera viajaban padre e hija, de 52 y 16 años de edad respectivamente. Conducía el padre. Los dos llevaban el cinturón de seguridad puesto, pero de nada sirvió ante el brutal impacto.
En la parte trasera del coche viajaban sentados los otros cuatro ocupantes: una mujer y sus tres hijos, una niña de 11 años y dos de nueve, dos niños varones, hermanos gemelos. Todos fallecieron. Tanto la mujer como los hijos de ésta no llevaban el cinturón, según informaron horas después la Guardia Civil y los Bomberos de Menorca.
Ayer seguía investigándose la causa exacta del accidente, en el que -también según las primeras averiguaciones- no se vio implicado ningún otro vehículo.
Exceso de velocidad
Entre hoy y mañana se realizarán las autopsias para determinar si hubo algún otro elemento que pudiera haber influido. Sin embargo, la principal hipótesis que manejan los especialistas de la Guardia Civil es que el vehículo perdió el control por exceso de velocidad cuando circulaba por el kilómetro 0,5 de la carretera ME-14.
Esta carretera vía une las rondas del extrarradio de la capital menorquina, en las inmediaciones del aeropuerto y cerca de un polígono industrial. No trascendió a dónde se dirigían las víctimas.
El vehículo, según la reconstrucción provisional realizada por los agentes de tráfico, perdió el control al entrar a más velocidad de la permitida en una gran rotonda, atravesándola por la mitad y estrellándose violentamente contra un muro de piedra, un talud situado al otro lado de la glorieta.
El vehículo quedó completamente destrozado, reducido a un amasijo de chatarra desde las ruedas traseras hasta el capó. Los bomberos tuvieron que rescatar a las víctimas del interior.
«No llevaban los cinturones puestos e iban seis personas en el vehículo, de cinco plazas», se limitó a confirmar ayer el sargento de los bomberos locales, Juanjo Franch, en declaraciones recogidas por la televisión autonómica balear, IB3.
Las víctimas adultas eran de nacionalidad española y residían en Mahón. El hombre trabajaba en un agroturismo de Ferreries, una población a 28 kilómetros de la ciudad portuaria. La mujer, según explicaron ayer algunos vecinos, era abogada.
El Ayuntamiento de Mahón decretó tres días de luto oficial. También el de Sant Lluís, pueblo vecino con el que las víctimas tenían relación. «Es una tragedia terrible, estamos muy impactados; enviamos todo nuestro apoyo a familia y allegado de las víctimas», manifestó ayer a EL MUNDO Héctor Pons, profundamente compungido y todavía asimilando el golpe.
La presidenta balear, Marga Prohens, también expresó públicamente sus condolencias a las familias, poniendo a su disposición los recursos públicos y la asistencia psicológica del Gobierno autonómico.
La dirigente política se mostró «consternada» ante el «trágico accidente». El delegado del Gobierno en las Islas, Alfonso Rodríguez Badal, trasladó igualmente su pésame a las familias ante «la enorme desgracia». «Estoy terriblemente consternado», señaló a través de las redes sociales.
Año negro en Menorca
En lo que va de año, y ya contando este accidente, han muerto13 personas en las carreteras de Menorca, convirtiéndolo en un año negro. La peor cifra reciente eran los 11 de 2008. Según los informes de la DGT, durante el año pasado un 25% de las víctimas mortales registradas en accidentes de tráfico en vías interurbanas de España no llevaban abrochado el cinturón. Un total de 139 personas.