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El volantazo de Musk para que su crisis no hunda a Tesla

Rompe con la estrategia de aranceles de Trump, después del castigo que ha sufrido el fabricante por la irrupción de Musk en la política: ha vendido un 13% menos en 2025 y perdido más de 600.000 millones en Bolsa desde el 20 de enero

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El pasado sábado, Elon Musk se mostró esperanzado de que EEUU y la UE acaben estableciendo una zona de libre comercio, sin aranceles. La ruptura con la estrategia del presidente Trump -al que ayudó a llegar a la Casa Blanca y que días atrás le organizó un acto de desagravio,- se producía un día después de que el valor de Tesla en Bolsa cayese hasta los 716.000 millones de dólares.

Es todavía más del triple de lo que vale Toyota, primer fabricante del mundo, pero un 53% menos que el máximo de la Nochebuena de 2024. Y si la referencia es el 20 de enero, cuando Trump llegó al poder (y Musk con él), se habrían esfumado 602.655 millones, un 44% del total. Es decir, la pérdida más grande entre los Siete Magníficos: además de Tesla, Amazon, Alphabet, Apple, Nvidia, Meta y Microsoft.

Perder 126.000 millones

Y el batacazo lo ha sentido en su bolsillo el sudafricano, cuya fortuna se ha reducido en más de 126.000 millones.

Los aranceles afectarán muy poco a Tesla: casi todo lo que vende en EEUU, lo fabrica localmente. Y lo mismo pasa con China. Pero las nuevas tasas han sido la gota que ha colmado el vaso. En 2024, sus ventas mundiales retrocedieron por primera vez en años, con 1,79 millones de coches (-1,2%) y el sintomático desplome del 12% en California, algo así como su sancta sanctorum y donde todavía el año pasado era dueña de más del 50% mercado de coches eléctricos.

Musk apuesta por "aranceles cero" entre EEUU y Europa

Caída de las ventas en 2025

La situación ha ido a (mucho peor) este año. Según las cuentas del propio constructor, entre enero y marzo comercializó 337.000 vehículos, 13 puntos porcentuales menos respecto al mismo periodo de 2024; y 32 puntos menos si se compara con el último trimestre de 2024 que, tradicionalmente, es el más fuerte en la marca. De hecho, habría que irse hasta la primera mitad de 2022 para encontrarse un resultado tan bajo.

"Sabíamos que se avecinaba un mal primer trimestre, pero ha sido incluso peor de lo esperado y es un claro ejemplo del daño que Musk le está causando a Tesla," afirmaban los analistas de Wedbush Securities, que pedían al empresario que "supere esta crisis de marca y saque a la compañía del momento oscuro" por el que está pasando.

De hecho, aunque Wedbush Securities cree que el fabricante todavía tendrá un rendimiento por encima del del Nasdaq, ha recortado su previsión del valor objetivo de la acción un 43%, desde 550 dólares a 315 dólares por los problemas de imagen de la marca y la baja demanda.

Contestación social muy fuerte

Porque en la justificación de la caída en este arranque de 2025, la compañía sólo apunta al impacto de la transición entre el antiguo Model Y -su coche más vendido de largo- y la nueva generación. Una adaptación que llevó a que sus cuatro fábricas (dos en EEUU, una en China y otra en Europa) perdieran varias semanas de trabajo.

Habrá que esperar a la conferencia de resultados financieros del 22 de abril pero, hasta ahora, no hay ni una línea dedicada a la tremenda contestación social que Musk ha provocado. En EEUU, a causa de su alineamiento con las tesis de Trump, concretado en los miles de despidos que ha ejecutado (con la broma de la motosierra) durante su corta etapa al frente del departamento de Gestión de Personal, aunque pronto dejará el puesto.

Despidos masivos

En este sentido, nunca le ha temblado el pulso a la hora de echar a gente a la calle, como ya demostró en la propia Tesla (14.000 despidos anunció el año pasado) o en 2022 cuando compró la red social X, antes conocida como Twitter, y en un primer arrebato, se deshizo de la mitad de la plantilla. Pero eran otros tiempos.

Ahora, una encuesta de la CNN hecha el pasado mes revelaba que solo el 35% de los estadounidenses tenía una opinión positiva de Musk, mientras que el 53% lo califica negativamente, un dato por encima incluso del 44% que obtiene el vicepresidente J.D. Vance. La inquina es superior en aquellos que estarían más interesados en adquirir un vehículo de baterías.

A ello se une el rechazo en Europa por alinearse con la extrema derecha en Reino Unido, Italia o Alemania, donde tiene una fábrica en Berlín.

Ataques a coches y concesionarios

¿El resultado? Lo más suave: personajes famosos que se desprendían, avergonzados, de sus Tesla y usuarios anónimos que los camuflaban o ponían pegatinas en ellos pidiendo perdón y recordando que los compraron antes de que "Musk se volviese loco". Lo peor: la publicación de listas de dueños de automóviles Tesla y ataques vandálicos o incendios de concesionarios y coches de la marca.

Nada que ver con aquellas colas de 2016 con cientos de personas esperando para poder reservar el Model 3 cuando se anunció. Hasta 275.000 pedidos llegó a acumular en unas pocas semanas a pesar de que el plazo para recibir el vehículo era de unos 18 meses.

El descalabro en Europa es el mejor reflejo de todas esas dificultades. En enero y febrero, las matriculaciones de vehículos de baterías han crecido un 31,4%, con 330.584 operaciones y una cuota de mercado histórica del 16,8%. En el mismo periodo, Tesla ha retrocedido un 42,6%, con solo 26.619 unidades despachadas entre la UE, Reino Unido, Noruega, Suiza e Islandia.

El sorpasso de BYD

Parte del retroceso de 2025 se explica también en la competencia cada vez mayor y más feroz, especialmente de marcas chinas y en China. De forma muy destacada, BYD. Hace meses, en una entrevista en este periódico, su vicepresidenta responsable para Europa, Stella Li, afirmaba que "no eran enemigos de Tesla" porque ambas luchaban contra un mismo rival: "el coche de combustión".

Pero BYD va a lo suyo y entre enero y marzo de este año vendió más de un millón de automóviles, de los que 416.388 eran eléctricos puros. Eso supone casi un 40% de crecimiento y poner ya tierra de por medio hacia el liderazgo mundial en esta tecnología, que apenas se le escapó por 20.000 unidades en 2024. Y eso que la gran mayoría de sus ventas son locales. Este año, BYD espera doblar las exportaciones hasta las 800.000 unidades, pero incluso así no pasarán del 15% de sus ventas mundiales.

Mientras, expertos como los de Deustche Bank estiman que los volúmenes de Tesla podrían caer este año entre un 5% y un 9%.