- Reunión Sánchez se verá con el presidente chino en pleno crack de los aranceles coordinado con la UE
"José Luis Rodríguez Zapatero, un viejo amigo del pueblo chino, ha desempeñado un papel destacado en la política, tanto en España como en el ámbito internacional. Durante su administración, promovió activamente el ajuste estructural y la reforma interna, mejorando la competitividad de España en el panorama económico mundial". Esta fue la presentación que hicieron los funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) de la ciudad de Guiyang, al sur del gigante asiático, cuando el ex presidente español les hizo una visita a finales del año pasado para participar en un simposio. Zapatero alabó las exitosas políticas del Gobierno chino para mejorar la vida de su pueblo, como las que habían sacado de la pobreza en tiempo récord a medio millón de personas de la región donde se encontraba.
La lluvia de elogios es recíproca. En Pekín tienen en alta consideración al líder español, el primero en apoyar en Europa el fin de 15 años de embargo a la exportación de armas a China, vigente desde la masacre de Tiananmen en 1989. Los chinos, que en la época de Zapatero ni se acercaban a la superpotencia que son hoy, ni tenían una larga agenda de alianzas y países amarrados por la deuda, no olvidan esos detalles. Cómo tampoco la intervención del socialista para que Telefónica adoptara la red 5-G de Huawei en plena ola de sospechas en Europa por las estrechas conexiones con el régimen del gigante de las telecomunicaciones.
Hace unos días, en conversación con este periódico, un delegado del PCCh de una importante empresa estatal, decía que Zapatero fue una especie de precursor de la parte diplomática del hoy proyecto estrella de la política exterior china, la nueva Ruta de la Seda (La Iniciativa de la Franja y la Ruta, el nombre oficial).
"Impulsó en la ONU el programa de la Alianza de las Civilizaciones, que tenía como base la necesidad de tender puentes entre diferentes pueblos y la defensa del multilateralismo, que es lo que defiende China", aseguraba. En el patio político pekinés, sobre todo en el principal órgano asesor, el español mantiene un viejo idilio con veteranos miembros del omnipresente partido gobernante que, aunque ya no estén en primera línea de la toma de decisiones, siguen teniendo cierta influencia dentro de su casa y muchos están colocados en los consejos de administración de importantes compañías estatales y privadas.
¿Y qué dicen de Zapatero en el patio diplomático español y europeo de la capital de China? "Sin ocupar un cargo oficial ni tener sede fija en Pekín, está siendo el mejor embajador que nunca tuvo España en este país, en cuanto a estrechar lazos y mediar con éxito para los intereses comerciales españoles", dice una fuente diplomática española. Un representante de la oficina de la UE en Pekín añade matices importantes: "Para casi todos los países europeos, y más en estos momentos de guerra arancelaria, es fundamental contar con China como un socio comercial estable. Pero hay países que son más conscientes que otros sobre los riesgos de acercarse demasiado a Pekín. Por muy atractivo que sea su envoltorio, no hay que olvidar que estamos hablando de una dictadura. Y no podemos promover alianzas con dictaduras. Por ello, es inquietante que una figura como Zapatero, que es muy influyente en el Gobierno de España, se esté comportando en sus muchos viajes a China como un activista".
Las fuentes diplomáticas españolas consultadas tienen claro que los frecuentes paseos de Zapatero por la superpotencia asiática han sido claves para que Pedro Sánchez vuelva a Pekín este viernes por tercera vez en dos años. Desde la pandemia, ningún líder de la UE ha desfilado tantas veces por el gigante asiático.
Sánchez será recibido por su homólogo Xi Jinping un par de semanas después de un viaje de Zapatero a China, en este caso, al Foro de Boao, una cita entre líderes empresariales y políticos internacionales en la isla de Hainan. El ex dirigente español mantuvo reuniones con altos funcionarios del PCCh e hizo de enlace entre empresas españolas y firmas estatales chinas como China Energy, un conglomerado que ha invertido en varios proyectos de energías renovables en España.
No es ningún secreto el lobby que hace Zapatero en China a través del think tank Gate Center, en el que figura como presidente del consejo asesor, y la Fundación ONUART, con sede en Barcelona, de la que ejerce como presidente del consejo consultivo. Ambas organizaciones, a las que están ligadas empresarios chinos cercanos a Pekín, promocionan los proyectos chinos bajo el paraguas de la nueva Ruta de la Seda, especialmente en América Latina.