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Giampaolo Manfreda, director de la película de Topuria Matador: "Ilia es tierno y educado, aborrece la violencia"

El director de 'Topuria Matador' desvela los aspectos más desconocidos del luchador, del que destaca su "exquisita educación". "No tiene miedo a nada. Vivió su infancia entre muerte y hambre".

Giampaolo Mafredi frente a un mural de Topuria pintado por David Barrera en Madrid.
Giampaolo Mafredi frente a un mural de Topuria pintado por David Barrera en Madrid.SERGIO GONZÁLEZ VALERO
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En junio de 2023, ocho meses antes de que Ilia Topuria (27) se proclamara campeón del Mundo de la UFC el 17 de febrero de 2024 tras noquear a Volkanovsky, se inició el rodaje de la película-documental Topuria Matador. Una arriesgada apuesta de su productora, Señor Mono, por un luchador entonces prácticamente desconocido fuera de los deportes de contacto. El equipo, con su director Gianpaolo Manfreda al frente, se reunió previamente con Topuria para planificar el desarrollo del filme, centrado en el trascendental combate, y sopesaron cómo reenfocarlo si no ganaba. "Eso no va conmigo, voy a ganar, yo nunca pierdo", descartó Topuria. Según confiesa su director a LOC "esa apabullante seguridad me impactó. Pero tras convivir casi un año con él, me di cuenta de que es un fenómeno singular, muy por encima de la mayoría. Lo domina todo: boxeo, suelo, jiu-jitsu... es una especie de superhombre".

Giampaolo Manfreda (53) es un italiano de Brindisi que a los 7 años se afincó con su familia en Valencia, donde se crio y estudió Periodismo. Tiene un destacado currículum televisivo en programas como Sabor a ti, Mira quién salta, Got Talent y el famosísimo Dónde estás corazón (DEC), que dirigió durante cuatro años en Antena-3, tras los cuales fichó por Señor Mono, donde ha realizado numerosos documentales. "Yo soy periodista y venía de medios como Levante y Diario 16. En DEC hacíamos sociedad, pero también informábamos de monarquía, políticos y gente poderosa. Me fui un año antes de que lo cancelaran, pensé que había agotado un ciclo, actualmente no veo programas de corazón" confiesa.

Con Topuria Matador, su primera experiencia en salas de cine, ha entrado "por la puerta grande", ya que la película, que este sábado 16 de noviembre se estrena en Movistar +, y llegó a los cines en septiembre , fue la más vista del año en su estreno en 180 salas españolas. A su premiere en el cine Callao acudieron Omar Montes, íntimo de Topuria, los futbolistas Vinicius, Courtois y Dani Carvajal, Rafael Medina, duque de Feria, o Laura Escanes y más famosos. Se ha proyectado también en Georgia y próximamente lo hará en Inglaterra, Portugal, Latioamérica y Estados Unidos. Fue rodada en Las Vegas, Miami, Los Ángeles, Jacksonville (EEUU), Alicante y Madrid con un equipo reducido de ocho personas "para interferir lo menos posible en la preparación de Topuria de cara al combate", asegura Manfreda.

El Matador se ha convertido en una estrella mundial, con una legión de fans ávidos por conocer detalles de su vida, que refleja la cinta: desde su durísima infancia con su abuela en una Georgia en guerra con Rusia, hasta su llegada a Alicante, con 15 años. Allí se reunió con sus padres, Zaza, que trabajaba de albañil, e Inga, de niñera. Los dos habían emigrado antes a Halle, en Alemania, donde nacieron sus dos hijos, Aleksander e Ilia, pero en 2003 volvieron a Georgia.

Alicante fue un sueño, como cuenta Topuria en la película, por el buen clima, la cordialidad de la gente y la posibilidad de "poder comer todos los días". Según apunta Manfreda Topuria "no tiene miedo a nada. Vivió su infancia entre muerte, hambre y bombardeos, solo con sus hermanos, porque la guerra impidió a sus padres entrar en Georgia. Alicante ha sido su paraíso, tanto que a la pelea por el Mundial se llevó, además de a su familia, a todos sus amigos del gimnasio Climent", cuanta el cineasta. "Insistió en que le grabáramos en la playa del Postiguet porque allí trabajaron él y su hermano Aleksandre, también luchador, como hamaqueros. Se levantaban de madrugada e iban en bici a colocar las hamacas, después entrenaban y por la tarde regresaban a retirar las tumbonas. Un día les robaron las bicis, fue dramático, porque no tenían cómo ir a trabajar".

Para saber más

Uno de los retos del filme fue presentar el lado humano del luchador, al que algunos detractores tildan de "fanfarrón". "Al contrario, Ilia no es nada arrogante pero conoce su inmensa capacidad, habla desde el trabajo bien hecho, ha sufrido mucho para estar ahí y no se relaja jamás, entrena siete días a la semana", revela Manfreda, que detalla: "A mí me sorprendió su exquisita educación, sus valores... en ningún momento tuvo un mal detalle, es muy cuidadoso en el trato. Como dice Omar Montes 'Ilia y yo venimos del barrio y en nuestra cultura los abusones están mal vistos'. Incluso tras noquear a Volkanovsky nos pidió que no quedara humillado en la película. Le preocupaba más la imagen de su rival que la suya".

Además de las duras escenas del combate impacta ese momento terrible del corte de peso previo, que Topuria define como "atravesar el infierno". Le supuso perder ocho kilos en un par de días para lograr el peso pluma de 65,7 kg a base de no comer ni beber y de sesiones intensivas de sauna, que le dejan exhausto y al límite, aunque siempre controlado por su equipo médico liderado por el doctor Aldo. "Lógicamente, eso altera y tuvo momentos de irritabilidad. Cuando vio esas imágenes quedó en shock, 'ese no soy yo', dijo. Valoramos eliminarlas, pero él se negó. 'Forma parte de un proceso mío que la gente tiene que entender'", asegura Manfreda.

Manfredi y Topuria momentos antes del combate con Volkanovsky.
Manfredi y Topuria momentos antes del combate con Volkanovsky.CEDIDA

Fuera del intensivo entrenamiento, en los ratos libres Topuria se entretenía jugando con la videoconsola y conduciendo karts. "Tiene solo 27 años y algo de niño grande. Hace años, antes de un combate en Emiratos, se escapó en kart al desierto con Abdu, que gestiona sus redes sociales, y volcaron. Abdu se desesperó pensando que se había cargado al futuro campeón mundial, pero Ilia se levantó cubierto de arena muerto de risa", revela.

También le anima escuchar música entrenando, sobre todo La bikina, pues le encanta Luis Miguel, o flamenquito. "Le dije que no podíamos rodar con música a tope, me sentí un poco culpable, pero lo entendió y pactamos grabar media hora de entrenamiento sin música". Giampaolo confiesa que también se sentía mal por comer mientras Topuria hacia el corte de peso. "Me decía: 'No os preocupéis, no sufro porque pienso lo que voy a comer después'. La víspera del combate, tras pesarse, se alimenta para recuperar fuerzas, le encantan el chocolate y la nocilla".

Llegado el momento cumbre ese 17 de febrero, antes de salir al Honda Arena en Anahein, California, Manfreda y su cámara se quedaron a solas con Topuria. "Los luchadores iban saliendo e Ilia se quedó solo en el vestuario, pues su combate era el último. Compartí con él esa media hora. Estaba totalmente concentrado, como ausente, en su planeta. Sin embargo, al dirigirse al octógono al son de la canción del mariachi Yo lo soñé, que iba repitiendo como un mantra, cambió, estaba radiante, era feliz"

Topuria durante el combate con  Volkanovsky.
Topuria durante el combate con Volkanovsky.GETTY

Tras noquear a Volkanovsky, con el estadio aclamando al nuevo rey de la UFC, el luchador parecía flotar, como sin creérselo. Todas las cadenas mundiales querían entrevistarle y mientras preparaban los sets, Topuria, según recuerda Manfreda, se alejó a un rincón con su mujer, Giorgina, embarazada entonces de su hija Gio. "La abrazaba y le decía bajito '¿Ves? te dije que lo conseguiríamos'". A Giorgina (29), una guapa venezolana licenciada en administración de empresas, la conoció en Miami a través de una amiga a la que pidió que le presentara una chica con sus mismos valores. Lo hizo en una cena y él quedó entusiasmado. A ella también le impresionó su personalidad, pero se descolocó al enterarse de su profesión, no entendía cómo alguien tan dulce se dedicaba a luchar. "Le costó procesarlo, pero prevalecieron los sentimientos", revela Manfreda.

"Están muy enamorados. Ella es una chica muy formada, tiene una empresa en Miami y le ayuda en sus negocios. Ha comprendido que una cosa es el Ilia luchador y otra el ser humano, tierno, educado y nada violento. Topuria aborrece la violencia. Algunos niños se le acercan para que les pegue un puñetazo y fardar en el cole de que les ha pegado El Matador. Él se controla, pero no le gusta nada. Además, es tremendamente familiar".

Giorgina, su hija Gio, nacida en julio, y Hugo, su niño de 5 años nacido de una relación anterior, al que adora, son su bastión. Como sus padres, sus dos hermanas mayores (fruto de un matrimonio anterior de su madre) y Aleksander, su mejor sparring, que calca la técnica de los adversarios para entrenar con su hermano. Sin olvidar su equipo y amigos del gimnasio Climent, en Alicante, que completan su gran familia.

Topuria y su mujer, Giorgina Uzcategui, en el photocall del estreno de la película.
Topuria y su mujer, Giorgina Uzcategui, en el photocall del estreno de la película.GTRES

En octubre Topuria volvió hacer historia al revalidar el Mundial derrotando por KO a Max Holloway en Abu Dabi, logrando ese mítico 16-0 invicto y con la anécdota del beso al Rey Juan Carlos. "Adora España. No es agradecimiento, siempre dice que es español y ya tiene doble nacionalidad", asegura Manfreda, quien resume su experiencia junto a Topuria: "Veo un ser muy inteligente y disciplinado, con mentalidad espartana y gran ambición que le hace no relajarse nunca. Además, está rodeado de gente muy capaz. Le quedan años maravillosos por delante, pero no creo que su estrella decline en un octógono como en las películas. Él sabrá dejarlo en su momento".