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De igual manera que cada vez ponemos más atención en los alimentos o los cosméticos que compramos, deberíamos tener una noción de qué es positivo o no para nuestra salud oral. Preguntamos a Sión Cruz, odontóloga especialista en cirugía, periodoncia, regeneración e implantoprótesis facial guiada, por qué hay tanta diferencia de precio entre muchas marcas blancas de supermercado, que no superan el euro, y las pastas de dientes de farmacia, que en algunos casos ascienden a casi 15 euros. ¿Son tan diferentes?
Según la doctora, que trabaja en la Clínica Unión Médico Dental en Tomelloso, Ciudad Real, en los estantes del súper podemos encontrar opciones competitivas en comparación con dentífricos de farmacia que encontramos por precio duplicado, sobre todo, para niños. "Yo siempre intento animar a comprar la opción que más compense, porque muchas veces pagamos la marca y no las prestaciones. Aunque también he de reconocer que hay pastas que tienen un alto valor. Su composición es tan natural y positiva para nuestro pH oral que merece la pena cada céntimo invertido", responde.
FLÚOR: SÍ O NO
El flúor, un mineral que encontramos de forma natural en nuestro día a día en el agua, el suelo o el aire, suele ser el ingrediente estrella de las pastas de dientes pero, ¿puede en concentraciones excesivas ser perjudicial como se está diciendo en los últimos años? "Pese a su mala fama adquirida está demostrado que es un compuesto que fortalece la superficie externa del diente, en concreto, el esmalte. Es beneficioso para los niños y adultos y, como cualquier sustancia, es óptima en niveles adecuados, ya que en altos provoca toxicidad y puede ser dañino a nivel oral y óseo", justifica la odontóloga.
Aún así, no es algo que deba preocuparnos en general en España, asegura Cruz: "La cantidad de flúor que ingerimos es muy difícil que sea en dosis altas. Encontramos problemas asociados al flúor en algunos países donde el porcentajes muy concentrado, especialmente en el agua, provocando problemas generalizados a la población".
En Europa, la cantidad de flúor en las pastas de dientes está regulada para garantizar la seguridad y la eficacia. Según el Reglamento (CE) n.º 1223/2009 sobre productos cosméticos y recomendaciones de autoridades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Europea de Periodoncia, los niveles para adultos suelen contener entre 1.000 y 1.500 ppm (partes por millón) de flúor.
Los dientes de los niños tienen un esmalte más poroso y menos mineralizado, lo que los hace más vulnerables a las caries, advierte la doctora. El flúor ayuda a fortalecerlo al favorecer la remineralización y hacerlo más resistente al ataque ácido de las bacterias. "De tres a seis años la cantidad más recomendada es entre 1.450 ppm y 1.500 ppm de flúor, equivalente a tres cepillados diarios. Para disfrutar de los beneficios del flúor es necesario que nuestra pasta de dientes tenga la suficiente cantidad, y esto no siempre ocurre porque tomamos la decisión de compra por el envoltorio y no por los compuestos que necesitamos".
Conociendo toda esta información es importante destacar que no se debe usar ningún suplemento de flúor sin antes hablar con un dentista para que nos haga una recomendación adecuada a nuestro caso.
INGREDIENTES CONTROVERTIDOS
¿Se deben evitar parabenos que previenen la proliferación de microorganismos? "Se sabe que son perjudiciales. Algunos estudios han sugerido que los parabenos pueden actuar como disruptores endocrinos, imitando a las hormonas, provocando una liberación irregular de estrógenos. Por tanto es conveniente que se eviten", dice la odontóloga, que señala tres ingredientes controvertidos:
- Dietanolamina (DEA): "El producto que hace espuma. Interfiere con las hormonas y podría producir cáncer a largo plazo. También está comprobado que causa irritación de las mucosas y de la piel".
- Propilenglicol de origen mineral: "Es un aceite mineral. Se utiliza en la industria como anticongelante en esmaltes, pinturas, etc. Puede provocar irritación oral y cambios en el pH bucal".
- Triclosán: "Muchas de las pastas convencionales que se encuentran en los supermercados lo contienen. Es un antibacteriano muy utilizado para reducir los índices de placa y gingivitis, pero se ha demostrado que produce resistencia a los antibióticos y trastornos endocrinos".
Respecto a la sensación de limpieza que producen los espumantes, Cruz asegura que nada tiene que ver. "Es más, las pastas naturales no hacen espuma". En muchas pastas se usan compuestos para darles una apariencia más atractiva. ¿Hay estudios en curso sobre su posible toxicidad, especialmente cuando está en forma de nanopartículas? "El sector está empezando a analizar su posible toxicidad. La industria claramente busca dar un mayor atractivo a la población para aumentar el consumo del producto, muchas veces sin tener en cuenta lo potencialmente dañino que puede ser. Aunque esté regulado siempre hay pequeños límites en los que no podemos estar de acuerdo".
Para la odontóloga, hace falta educar en la tendencia de no usar elementos nocivos, como se ha hecho en otros sectores como el alimentario, por ejemplo, con el aceite de palma, o con los parabenos en los champús. Y los nanoplásticos, ¿hay que preocuparse? "Por el momento no hay estudios concluyentes, por lo que no debemos alarmarnos, aunque obviamente existen en todos los sectores".
BICARBONATO Y BLANQUEAMIENTO
El bicarbonato se está utilizando como remedio casero para lucir unos dientes más blancos, como vemos en las redes sociales. Pero hay que tener en cuenta la afectación que puede darse en el esmalte si utilizamos este tipo de elementos abrasivos. "Su uso se debe a que el esmalte acumula manchas y hace que los dientes puedan presentar un aspecto más sucio, y es aquí donde el bicarbonato puede ser de utilidad. Su uso ocasional no presenta un gran riesgo. Sin embargo, siempre se debe hacer bajo supervisión de un especialista. En exceso puede llegar a dañar el esmalte y producir una mayor probabilidad de sufrir hipersensibilidad dental y aparición de caries. Las encías también pueden verse afectadas con el uso frecuente de bicarbonato a modo de dentífrico provocando sangrado", aclara.
En las pastas a veces también hay edulcorantes para mejorar su sabor. "Uno a evitar sería el Aspartamo (E-951), que es un edulcorante artificial compuesto por ácido aspártico y fenilalanina. En grandes cantidades se le considera responsable de síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas o alteraciones gastrointestinales, entre otros".
GINGIVITIS Y HALITOSIS
¿Hay algún ingrediente que ayude como agente antimicrobiano?
La gingivitis es la enfermedad más prevalente de todas las patologías periodontales y puede desarrollarse a cualquier edad, cuenta la odontóloga. "Predominan bacterias como Actinomyces spp, Capnocytophaga spp. y otras. La presencia de dichas especies bacterianas en el tejido gingival induce a la formación de una pequeña bolsa por la desorganización celular, y es lo que provoca el olor característico del mal aliento. Se ha demostrado que la clorhexidina tiene un efecto positivo sobre esta enfermedad gracias a su pH neutro y ligeramente alcalino, por ello es altamente recomendada durante el tratamiento".
En cuanto a la halitosis puede deberse a varios factores: "Normalmente están asociados al medio oral pero no podemos olvidar el hecho de que hay un porcentaje de la población que sufre esta patología por problemas digestivos". No hay una fórmula mágica para la cura. "Primero debemos averiguar de dónde procede y así tratarla como es debido, aunque es cierto que en el mercado encontramos marcas como Vitis que tienen productos muy competentes y ayudan a la neutralización de los gases malolientes, dando así resultados muy positivos".
DIENTES SENSIBLES
Personas con sensibilidad o gingivitis, ¿deberían usar este tipo de pastas de dientes especializadas? ¿En qué difieren de las normales? "Las pastas elaboradas para dientes sensibles contienen normalmente nitrato de potasio o cloruro de estroncio, unos compuestos químicos que bloquean los micro poros que se han producido en el diente y que conectan con los nervios de éste. Los efectos de usar esta pasta no se notan hasta pasadas cuatro semanas".
Particularmente, recomienda que estas pastas se apliquen por las noches y que tras su uso no pasen por agua para darle tiempo a los elementos químicos a hacer efecto. "Haciéndolo así he notado cambios muy positivos en mis pacientes". Por otro lado, para la gingivitis -infección de las encías- es común utilizar pastas naturales no abrasivas combinadas con un tratamiento odontológico adecuado, explica. "Este método va a producir cambios, pero cabe destacar que sin un tratamiento efectivo previo y un cambio de hábitos no se producen grandes resultados por mucho que la pasta dentífrica que se esté utilizando sea adecuada".
CUÁNTA CANTIDAD
Otro aspecto importante es que la cantidad no es sinónimo de eficacia: "No se debería utilizar más de un guisante de pasta en nuestro cepillo de dientes, sin embargo, todos tenemos en la cabeza aquellos anuncios donde se llena el cepillo de punta a punta. Es un tópico contra el que tenemos que luchar".
Los colutorios con alcohol han sido comercializados durante décadas transmitiendo la idea de que aportan sensación de limpieza extrema. Sin embargo, Cruz no los recomienda. "El alcohol ha sido incorporado como agente conservante y antiséptico pero la realidad es que provoca más daños que beneficios. Es común encontrar lesiones en la mucosa oral y sequedad tras su uso puntual o continuado, además de que hay estudios de su asociación directa con el cáncer orofaríngeo. Es interesante mirar las etiquetas de los colutorios donde se reflejan los ingredientes y así comprobar si son cero alcohol".
Por último, Cruz no se cansa de repetir la importancia de realizar visitas preventivas al dentista porque siempre nos ayudará a gestionar patologías presentes y futuras. "Y tener muy presente que no existen productos milagro que nos curen sin necesidad de acudir a un especialista. Los dentistas estamos siempre dispuestos a orientar y ayudar". Es importante no tener miedo de preguntar para poder resolver todas nuestras dudas.