Lamentablemente, hace un par de días los duques de Sussex sufrieron la pérdida de su amado perro Guy. Sin embargo, es innegable que los ex royals comenzaron el 2025 con buen pie. Sobre todo, después de que Meghan Markle (43) volviese a las redes sociales, tras cinco años de ausencia, y anunciara su nueva serie junto a Netflix.
Se trata de With Love, Meghan. Un programa de estilo de vida, en el que la esposa del príncipe Harry (40) conversará con diversas celebs -como Mindy Kaling y la chef Alice Waters- sobre gastronomía, jardinería y salud mental. El proyecto se estrena el 15 de enero y los tabloides británicos ya están afilando sus cuchillos para destrozarlo.
No obstante, pareciera que este invierno la prensa británica está intentando ser más benevolente con el hijo de Carlos III. Por ejemplo, esta semana, medios como The Mirror han asegurado que Harry pretende "reconectar" con su familia este año y hoy algunos periódicos recuerdan su tierna historia de amor con Cressida Bonas (35), con quien salió entre 2012 y 2014.
¿El motivo? La hija modelo de Lady Mary-Gaye Curzon y amiga íntima de Eugenia de York está embarazada por segunda vez, junto a su marido, el inversor inmobiliario Harry Wentworth-Stanley, gracias a un embrión congelado. "Es increíble que un pequeño grupo de células pueda sobrevivir, suspendido en el tiempo, durante años", ha afirmado.
"Estoy en mi segundo embarazo. Nuestro primer hijo Wilbur, que nació hace dos años, fue concebido a través de la fecundación in vitro y podemos decir que este segundo embarazo ha ocurrido debido a la suerte de tener otro embrión guardado en el congelador", ha escrito la socialité en The Spectator.
De acuerdo con Bonas, quien aún no ha confesado de cuántos meses está, su embarazo está siendo "difícil" y "lleno de náuseas matutinas", que perturban su tranquilidad. "Nunca las había tenido antes y ahora siento como si hubiera estado balanceándome en un barco", ha explicado.
Pese a ello, la joven asevera que este embarazo "ha sido menos exigente que el primero" y que, aunque pasa horas "intentando detectar el corazón de su bebé", no se vuelve loca "comparando el tamaño de su futuro hijo con los alimentos que hay en su frutero", ni tampoco se estresa por lo que come.
En su columna en The Spectador, Cressida transmite que se siente muy contenta. Es más, ahora piensa en mudarse, con el fin de encontrar un hogar más grande y cómodo para sus dos hijos. "Nuestro piso en Londres está a la venta y ya estamos buscando una casa. Estamos felices, pero nuestra mascota no parece estar interesada en ser desarraigada de su territorio", ha manifestado.
"La verdad es que tengo sentimientos encontrados: no quiero dejar el pequeño espacio en el que hemos vivido durante tanto tiempo. Tengo recuerdos imborrables de cuando mi marido y yo nos mudamos, recién casados, y de cuando tuvimos a nuestro primer bebé. Pero estoy igualmente emocionada ante la idea de que empiece la siguiente etapa", ha señalado.