Ver para creer. Perdónenme por el chiste, pero es que lo que sucedió anoche en Código 10 con José Manuel Saborido, hermano de la mujer de Joaquín Sánchez, es así, que si no lo ves no te lo crees. Hacía mucho tiempo que en televisión no se vivía un momento tan surrealista como el que se vivió anoche en el programa de Cuatro.
Desde que saltaran a las páginas de la prensa del corazón y a los programas de crónica social las supuestas infidelidades de Joaquín Sánchez a Susana Saborido, los que se han querido subir al carro han sido muchos. Desde las mujeres que aseguran que el ex futbolista del Betis estuvo con ellas hasta el propio hermano de Susana, con el que ni el futbolista ni su mujer tienen la mejor de las relaciones.
Hace unos días, fue la estrella de ¡De Viernes! en Telecinco. A partir de ese momento, José Manuel Saborido se convirtió en la bestia negra de la familia de Joaquín Sánchez y también en el blanco de las críticas de los que apoyan al ex capitán del Betis y a su mujer. Es lo que tiene cuando sales a la palestra y todos los focos se giran hacia ti.
Y por esa razón, José Manuel Saborido decidió sentarse anoche en Código 10. Lo que nadie se podía llegar a imaginar es que lo que iba a ser una entrevista para que Saborido se defendiera de las críticas se convirtió en una escena tremebunda, con ojos de cristal incluidos.
El cuñado del ex futbolista quiso desmentir las declaraciones de su ex pareja, que entre otras cosas le llegó a acusar de conducir ebrio. También, Saborido quiso hablar sobre las acusaciones de David Rodríguez, el propietario del chalet de lujo en el que vive que afirma no haber recibido ni un euro por su parte desde que está habitando en la vivienda. Y para demostrar que su ex pareja mentira, muy alterado y descontrolado, decidió que lo mejor era sacarse los ojos de cristal y mostrar que es ciego de verdad.
"Estoy cansado porque se ha puesto en tela de juicio que hasta soy ciego. ¡Estoy hasta los cojones ya! Porque yo sí soy ciego de verdad. ¡Maldita sea! Se ha dicho hasta que yo en conducido un coche borracho. Y yo soy ciego, ¡maldita sea! Mira...", le espetaba a gritos a David Aleman y Nacho Abad mientras se sacaba los ojos de cristal y se los mostraba a los dos presentadores para a continuación enseñar las cuencas de los ojos vacías.
"Estoy cansado ya, ponerse en mi pellejo que llevo 31 años ciego, sin ver la luz del día, luchando, peleando y sacando mi vida adelante", decía indignado José Manuel Saborido. Las caras de Nacho Abad y de David Aleman eran las caras del que tiene que aguantar cueste lo que cueste. Ni se inmutaron, pese a seguramente ser consciente de que lo estaba viendo y viviendo parecía más ficción que realidad. ¿Cómo sigues un programa después de esto? Pues como mejor se pueda. O sigues o la pelota se hace más grande. Y ellos, acostumbrados a dar noticias de los peores crímenes, aguantaron como jabatos. Otra cosa fueron los espectadores.
Como suele pasar con los momentazos de los programas de televisión, son las redes sociales los que los convierten en impacto. El momento de José Manuel Saborido es ya un meme en las redes sociales y uno de esos momentos en los que quien los ve se queda a cuadros. Y eso es lo que ha pasado con Saborido y el momento de sus ojos. Desde luego, ha quedado más que claro que el cuñado de Joaquín Sánchez es ciego. A ver ahora quién es el listo o la lista que lo niega.
Y el programa continuó y la entrevista continuó que, a mi entender, es lo más difícil. "Llevan dos semanas que parece que el malo de la película soy yo. Me han dicho que soy okupa de mi casa y voy a comprar la casa, y puedo hacerlo porque lo contempla la ley", detalló. Ana Belén Faura, su ex novia, le acusa de manipular unas imágenes que ahora han salido a la luz sobre una brutal pelea entre ambos. "Es una mentira tras otra. ¿cómo se le puede dar credibilidad a este personaje?", cuestionaba.
"No tengo ninguna condena, tengo antecedentes penales limpios. Peroesa chavala ya tiene dos condenas", aseguraba explicando que una de ellas se debe a los presuntos malos tratos suyos hacia Nadine, su ex mujer y madre de sus hijos. Lo que seguro que tiene claro el cuñado de Joaquín, es que todo tiene un precio, y el suyo por hablar de las supuestas infidelidades, de la pareja, del matrimonio de su hermana, de la vida de Joaquín Sánchez, está siendo alto.